cap 1

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Y entonces allí me encontraba en saltando y bailando, cantando a todo pulmón, mis caderas se agitaban al ritmo de la canción. El volumen de la música era tan alto que tenías que gritar para poder mantener una platica, si te quedabas quieto y prestabas atención, podías sentir las vibraciones del suelo por el intenso volumen, quizás y al principio fue un poco molesto, pero después dejó de importarme.

El dolor que sentía en el pecho era aún más molesto que cualquier empujón y pisotón que recibía en la pista de baile, llegó un momento en el cual me sentía un poco sumida en tan maravilloso mundo del que era ajena.

Me estaba divirtiendo, realmente me estaba divirtiendo, finalmente, después de tanto tiempo, se sentía realmente bien e iba a disfrutarlo mientras durace.

Estaba cansada de toda esa basura que me hacía sentir como una estúpida.

Solo bastaba aceder a una petición y aquí nos encontrábamos divirtiendo.

Bailaba, reía, saltaba y cantaba, y en algún momento de la noche me encontraba besando con un chico al que jamás había visto, no sé en qué momento llegó junto a mí pero a mi parecer es mi pareja de baile. No besaba nada mal, el beso era bueno, y sabía bien, aún se puede sentir lo amentolado de su boca, era dulce y suave, aunque no lo suficiente para compararlos con los de ella.

La razón me empezaba a fallar gracias a los tragos que me iba tomando, estaba segura de que mis amigas estaban cuidando de mí, porque cada que voltiaba a mirarlas me encontraba con sus miradas y me sonreían al igual que yo a ellas, estaba segura con ellas cerca, así que decidí dejar a rienda suelta mis deseos y dejar a la moral de lado, solo por ésta noche, qué podría salir mal?.

En algún momento de la noche, pasamos de estar disfrutando de minutos de diversión, a disfrutar del momento que parecían solo segundos.

No recuerdo mucho de esa noche después del noveno vaso de whisky que había tomado, solo se me vienen unas cuantas imágenes de lo sucedido, risas, baile, risas nuevamente, lágrimas por mi parte, besos, una que otra foto del momento, anillos, risas, besos, emoción y feliciraciones, que gran noche para no recordar la a la perfección.

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Hoy me encontraba mirando el techo de una habitación que no me pertenecía, tenía a Harumin de un lado abrazada a mí y del otro a Matsuri y Nene recostada boca abajo sobre mi, aún sintiendo del peso de las tres, me sentía ligera, alivianada, relajada de un magnífico humor.

Hacía mucho que no me sentía así...

Pensé que quizás y había recuperado mi sonrisa y sentir la curvatura de mis labios me lo confirmó.

Mí madre se había tomado vacaciones por dos meses y ahora mismo estaba de viaje, estaba en quien sabe donde con Sho, me hizo prometer que cuando mis vacaciones inicien iría a visitarlos donde estaban para pasar un tiempo en familia, me sobraban dos semanas en la Universidad y mi madre se oía feliz al lado de Sho.

Levantarme en sábados siempre ha sido un problema, pero hoy, sería triplemente aún más difícil, como pude, me levanté y me fui a duchar para después bajar a prepararme el desayuno y el de las demás.

Creo que me he levantado demasiado temprano y el reloj apenas marcaba las 9:25. No estaba cansada ni adolorida, ni mucho menos con resaca, esa era la mejor parte.
Era raro, decidí no darle tanta importancia y me centre a desayunar, tratando de recordar lo mayor posible de lo que había pasado, y de lo bien que me hacía sentir.

Las chicas más tarde me dirán con lujos y detalles de lo que había pasado.

Decidí dejarles una nota diciéndoles que me había ido al departamento de mi madre a hacer un poco de limpieza, así que tomé mis llaves dinero y teléfono móvil y salí.
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Como En Las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora