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Una quincena había pasado desde que Mei había vuelto a su hogar con su familia, y todavía se sentía muy fuera de lugar debido al comportamiento un poco extraño de todos en el departamento.

Aún más por el de Yuzu quien a su parecer no quería convivir con ella, en cierto punto entendía sus motivos, pero se preguntaba si estar ahí era la mejor opción que pudo haber tomado, sus padres la trataban bien y mantenían una relación muy amena con ella.

Yuzu por otro lado, se la pasaba encerrada en su habitación todo el tiempo cuando estaba en su casa, no la dejaba entrar en su habitación y la cerraba con llave para que no pudiese entrar ni cuando ella no estaba.

Se iba de la casa por unos días a casa de sus amigas y eso para sus padres era de lo más normal que pueda hacer.

Cuando intentaba entablar plática con ella sus respuestas eran cortas y se dedicaba  a leer mientras estaban en la sala, aunque ella quisiera tomar la iniciativa y lo hiciera Yuzu la miraba extrañada, se cuestionaba a sí misma y le respondía.

Un día le propuso salir a desayunar fuera, en la cabeza de Mei sonaba a una cita y ansiaba que asistiera para poder tener un poco más de privacidad entre ambas, sólo respondió que lo sentía y que tenía el día planeado con alguien más.

Ésa misma tarde conoció a un chico que aparentemente era dulce y atento, sin embargo le molestaba en desmedida que estuviera con Yuzu y que estuviese ocupando el lugar que ella anhelaba desde lo más profundo de su corazón.

Ella amaba a Yuzu, quería demostrarse lo, pero un chico que vivía en el departamento de enfrente estaba aventajado con el corazón de su hermanastra y eso no le gustaba. No le gustaba cómo se veían juntos, no le gustaba como él la trataba porque a ella le gustaba, no le gustaba cómo le hablaba de cariñitos, no le gustaba cómo ellos se miraban, no le gustaba cómo se sonreían, se abrazaban o tomaban de la mano al caminar, no le gustaba mirar que sus padres aceptaban y querían a ese chico sin ningún problema, no le gustaba que saliera con Yuzu y no con ella.

Justo en ese momento podría estar en un departamento diferente y alejado de su familia, era una mujer adulta que se podía proveer a ella misma y no necesitaba de sus padres como niña chiquita, podía estar en otro lugar ignorando la relación que tenía Yuzu, pero era por ella que había regresado a su hogar y con sus padres. Quería una oportunidad con Yuzu, de eso no había duda, pero ahora ¿se sentaría a ver cómo el amor de su vida se enamoraba de alguien más?, no lo sabía, sólo sabía que quería estar con Yuzu, hablarle y tener lo que nunca debió haber rechazado.

Sin embargo iba  a esperar a que se le presentara una oportunidad para poder tomarla.

Por otro lado Yuzu había hecho una nueva amiga en la Universidad, le caía muy bien y salían cada que podían.

Estaba teniendo un gran cambio en su vida y notaba, muchas veces reflexionaba sobre ello y de lo bien que le estaba yendo en esos momentos, se sentía agradecida con la vida por esos momentos que se sentía completa.

Tal vez ya estaba pasando las páginas oscuras e iba entrando a la parte clara.

El plazo de tres meses se iba acabando y quizás el abogado de Andrew se presentase con ellos para que firmaran el divorcio.

No sabía si quería firmar o no, parte de que su vida se esté aclarando y no esté tan turbia era por él. Le estaba haciendo tan bien en su vida que se empezaba a cuestionar si firmar o no.

Por otro lado esta su hermana que parecía querer decirle algo con sus acciones que le desconcertaba ya que Mei nunca fue tan amable con ella, la evitaba lo más que podía, ya que no le gustaba que se quedaran a solas. Podía sentir su mirada intensa todo el tiempo que no estaba en su habitación, también podía sentir que su curiosidad iba dirigida a su habitación y era muy cuidadosa al no dejar abierta la puerta para que no pasara, sentía como su miraba le quemaba mientras pasaba tiempo con Andrew en la sala de su departamento y en la cena que compartían juntos.

También sabía que Andrew no le agradaba, creía saber por qué, pero no quería hacerse una tonta idea, no iba a tener una  expectativa de su tonta idea ya que le estaba costando tanto casi una vida recuperarse y volver a caer en lo mismo tan fácil no era una opción, pero tampoco quería que su hermana se sintiera mal por sus acciones.

Si había vuelto a su hogar después de mucho es porque necesitaba de su familia, ella misma lo había dicho cuando aceptó que volviera a su vida,  no importaba el pasado ni lo que haya ocurrido entre ellas, necesitaba de apoyo y no se lo negaría por nada del mundo.

….

Yuzu:

Hoy era viernes, no iba a salir a ninguna parte, Harumin tendría una cita con Matsuri, Andrew tenía muchos trabajos por entregar y yo había adelantado todo lo que tenía por hacer, en cambio Juli (la nueva amiga en la uni) no, así que tampoco podía salir con ella, sólo podía quedarse en casa a disfrutar de su tiempo libre, pero recordó que quedaba Mei, sólo que no sabía si se encontraría ocupada o no.

Tendría que preguntarle primero si estaba ocupada, y después si quería pasar el tiempo conmigo, el otro día me invitaba a desayunar con ella pero ya tenía planes de salida ese día afuera y con alguien más.

Tal vez ella esté ocupada o necesite ayuda con algo que no pueda hacer, creo que ya la he evitado por mucho y no podría seguir haciendo lo mismo por siempre.

Sólo queda probar de mi suerte ésta tarde para pasar un rato en compañía y así seguir acostumbrándome a su presencia en el departamento.

Así que salí de la cama y de mi habitación para después cerrarla como e costumbre. Eran las 4 y ella ya estaría en su habitación porque llegaba antes de las cuatro los viernes, cuando llegué toqué la puerta para confirmar si estaba o no.

-¿Si?

-Soy Yuzu.

-Pasa (bien, es buena señal, no seas cobarde que ya iniciaste, ahora entra ya que te ha invitado a hacerlo o se volverá raro).

-¿Pasa algo Yuzu?, te dije que podías pasar.

-Ammm (sí, raro e incómodo) no, bueno sí, hay algo es sólo que me quedé pensando un momento, lo siento.

-No pasa nada… ¿quieres pasar o nos quedamos aquí? (sólo asentí, ella debía de interpretarlo de alguna forma).

-Puedes sentarte en la cama mientras me esperas un momento, sólo iré l baño.
-De acuerdo, aquí te espero.

Mientras ella no estaba observé un poco su habitación, no debía espiar de esta forma pero la manera en que estaba organizada y limpia le sorprendía ya que todo estaba casi igual a cómo lo dejo el día que limpié y ordené la habitación para ella, sólo que ahora los espacios vacíos eran ocupados por cosas que quedaban simétricamente ordenados en la habitación.

-Dime Yuzu, ¿Qué es lo que necesitas?

-En realidad no necesito nada, sólo quería saber si te encontrabas ocupada o si tú necesitabas algo, tengo la tarde libre y querías saber si necesitabas algo.

-No, no estoy ocupada y tampoco necesito algo de momento, gracias.

-Bueno… hay más, quería saber si quisieras pasar el rato conmigo… hace mucho que no hablamos y quería saber de ti, es extraño que te lo diga viviendo bajo el mismo techo.

-Lo es, pero tú tienes tus ocupaciones y responsabilidades y yo las mías, así que no hay problema.

-Entonces… ¿Quisieras pasar el rato conmigo?, puedes decir que no si así lo deseas, sólo quiero compañía, no pretendo molestarte.

-Está bien, no me molestas, qué es lo que has planeado.

-La verdad es que no he planeado, a ti se te ocurre algo?

-Quisieras que fuese fuera o en el departamento?

-No importa, es como te sientas más cómoda, tú eliges.

-Quedémonos por hoy, podemos mirar películas.

-Me parece perfecto, vamos.

Antes de que su hermana pudiese responder ya había saltado de la cama si se dirigía a la sala mientras era seguida por su hermanastra. En un momento la tensión se disipó y le habló con naturalidad.

Mientras Mei elegía la película, Yuzu saqueaba la alacena y el refrigerador para poder pasar un rato agradable comiendo botanas y helado, junto con jugos y dulces.

Para Mei ver a Yuzu con una bandeja repleta de comida chatarra era ver una infección estomacal, y sólo observar que iba por más le causó nauseas.

-¿No crees que es mucho todo esto?

-No, en realidad creo que necesitaremos más.

-Lo dudo.

-Jajaja, no seas necia, verás que tengo razón.

-Sigo dudando de ello… Irás por más comida o ya la  voy poniendo.

-Sí, sólo un par de cosas más, cuando vuelva la reproduces. ¡No me tardó! (gritó mientras desaparecía por el pasillo).

-De acuerdo- dijo sin esperar alguna respuesta.

Ahora Mei solo podía observar toda esa comida y seguir dudando la afirmación de Yuzu, ella no estaba acostumbrada a comer en grandes cantidades, y resignarse o fingir comer sería una solución bastante rápida.

-¿Qué? (dijo Yuzu cuando volvió).

-Nada.

-Jajajaja, pues tú ceja interrogante me dice otra cosa Aihara, y sí, las necesitamos, sólo ponte cómoda y dime qué has elegido.

-Encontré una serie.

-Mucho mejor, ya puedes reproducirla.

Y de esa forma inició una tarde de series que no estaba  contemplada por ninguna de las dos, pero aun así estaban disfrutando de ello. Y sí, Yuzu tenía razón tal vez si iban a necesitar un poco más de comida ya que la temporada aun no acababa.

-Mei, ¿quisieras continuar o ha sido suficiente por hoy?

-Sólo un poco más estaría bien.

-De acuerdo.

Y así pasaron otras horas más mirando la pantalla de la televisión.

….

-Y ¿qué tal has estado?

- Bien en lo que cabe.

-¿Tu abuelo sigue presionándote?

-Algo así, no sé qué es lo que han hablado nuestros abuelos, pero sin duda al mío lo tiene alterado.

-Mi abuela lo tomó bien y me informó que sería difícil mas no imposible.

-Ya lo creo, mi abuelo se siente muy traicionado con esto, al parecer él se encontraba muy seguro con que aceptarías esta propuesta, que yo de alguna manera me encontraría agradecida por ello y algunos meses después nos casaríamos fingiendo ser felices y fingiríamos felicidad.

-¿Y cómo te sientes con ello?

-Quizás… decepcionada por todo, esto era lago que sin duda no me esperaba, pero siento que aún hay muchas cosas que se me oculta, merezco saber la verdad de todo, ya que como haz dicho al final me pertenece todo a mí.

-Oh… Ya veo.




-¿Y tú cómo has estado, qué tal llevas todo esto?

-Supongo que lo llevo mejor que tú, estoy segura que me encuentro en las mejores situaciones que puedo llegar a atravesar.

-Eso es bueno.

-Lo es.



-¿Y qué tal te va en la universidad?

-me va bien, supongo que ya sabes que hice una nueva amiga.

-Sí.

-Sólo puedo decir que las cosas cada vez se ordenan más y eso me relaja.

-Y… ¿llevas mucho saliendo con ese chico?

-… No mucho realmente. (Sonrió al recordar la situación en la que se encontraban).

-¿Lo quieres?

-… Estoy aprendiendo a hacerlo, él realmente es un buen chico.





-¿Algún día me dejarás entrar a la habitación que solíamos compartir?

-No entiendo qué es lo que tiene de especial para que quieras entrar, ha cambiado, de eso no hay duda, pero no hay nada de especial en ella.

-Sólo me da curiosidad, y que a asegures cada que sales de ella sólo incrementa mi deseo por saber que es lo que ocultas. Espera, no me digas que ahora tienes muchos mangas extraños como los de la última vez.

-¡¿Qué?! (Recordó todas las situaciones vergonzosas sonde la encontraba leyendo sus mangas Yuri) JAJAJAJA no no que pena jajaja, nada de eso. Es sólo que más allá de una simple habitación, la uso como estudio y hay tantas cosas en “desorden” que no me gustaría que se moviesen de lugar y me gusta mucho tener mi privacidad.

-Comprendo, pero… ¿podré conocerla?

-… Al final todos lo hacen.

Sólo bastó aquello para que Mei sonriera ladinamente en forma de agradecimiento, era una lástima que no haya sido correspondida. Pasaron un par de horas más  y cuando fue lo suficientemente tarde pararon, y dejaron todo en el fregadero con un silencio nada incómodo.

Cuando llegó la hora de despedirse se quedaron observándose así mismas frente a la habitación de Yuzu y cuando pudieron salir de ese pequeño trance, se despidieron.

-Que descanses bien Mei.

-Tú también Yuzu- y antes de irse por el pasillo, se acercó un paso más a ella, la tomó por el hombro que tenía más cercano como apoyo y se puso de puntas para darle un beso, sin embargo sintió la tensión en el cuerpo de Yuzu y como giró su rostro en lado opuesto para evitar mayor contacto, pero eso no la detuvo para dejarle un pequeño beso en la mejilla y soltarla para seguir por el pasillo-descansa.

Y mientras iba por el pasillo alejando se, escuchó cómo Yuzu abría y cerraba su puerta, mientras que ella se detuvo y miró la misma puerta durante unos segundos, suspiró fuerte y siguió cabizbaja.

Quizás y había malinterpretado aquella pequeña conexión que tuvieron en la puerta ¿qué pasaría después de eso?, Yuzu le estaba dando otra oportunidad y  la estaba  dejando de evitar, y cuando siente su corazón cómo loco lo primero que hace es tratar de besarla, era una idiota, una idiota que estaba siendo rechazada por tratar de transmitir sus sentimiento a alguien especial. Sólo esperaba a que ya no siguiera siendo rechazada por ello y tampoco ser evitada, ya que lo que intentó estaba fuera de lugar.


No es mucho, pero es trabajo humilde, espero y les haya gustado y lamento que sea corto, estoy en ordinarios y el estrés, sueño y mala alimentación se encuentran al full. Gracias por apoyar esto, cuidense.

Como En Las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora