ATRAPADA

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- Mia tu no le hagas caso, esta tía es muy borde, siempre es así. (Dijo Carmen, ella era como la mandamás del grupito. Creía que se comía el mundo)

- Exacto nena, no le tenemos que hacer caso, esa nos pegará la locura que tiene encima. (Corroboró claudia, en el grupito eran cuatro y ahora conmigo cinco, la verdad no parecían muy simpáticas, pero prefería aquello a no tener a nadie)

- Y bueno tu que? Has dicho que te llamabas Maia verdad? (Esta palurda que no se sabía ni mi nombre era Erika, no me entraba ni por el ojo. Quien va con unos zapatos gucci al instituto por dios)

- Me llama Mia ( le repliqué, Marina en cambio parecía ser más agradable. Marina me dijo que Erika no era muy lista y siempre se equivocaba en casi todo al hablar. Ella simplemente hablaba y luego ya si eso pensaba lo que había dicho. Pero casi nunca lo hacía )

- Bueno Mia, vamos al patio y te enseñamos nuestra mesa, que sueles almorzar? Aquí hay una cafetería pero no hay cosas muy buenas sinceramente (Carmen se quedo mirándome de arriba abajo, como si me estuviera analizando) oye pues tienes muy buen tipo haces deporte o algo? (afirmaron todas a la vez, odiaba las charlas de este tipo sinceramente)

- Antes bailaba, hacia danza pero hace un par de meses lo dejé, no suelo almorzar. Lo mío es desayunar bastante, soy una glotona por las mañanas jajaja (hice una mueca como para provocarles algún tipo de gracia. Pero solo les estaba mintiendo. La verdad Nunca desayuno, demasiado para empezar el día...

La verdad conseguí que se rieran un poco. Después de aquello Carmen dijo que nos fuéramos a la cafetería ya que estaba muriendo de hambre. Y como si de mamá Pato se tratase todas fueron detrás de ella.

Estábamos saliendo cuando ví como algo relució en el suelo, no sabía si era lo que mi cabeza creyó nada más verlo. Pero tampoco quería llamar la atención de ellas si realmente lo era. Salimos del baño dirección a la cafetería. Les dije que fueran yendo que se me había olvidado que debía ir a dirección a llevar los míticos papeles del primer día. Se lo creyeron de inmediato tampoco les preocupó mucho irse sin mi. Parecían leones hambrientos pensando en la presa que se iban a comer en breves instantes. En este caso unas napolitanas de chocolate según habían comentado antes.

Se fueron y cuando ya habían girado el pasillo me encaminé hacia el servicio de nuevo. Y entré en este rápidamente. Estaba Tara de rodillas como si estuviera recogiendo algo. Al escuchar el ruido de la puerta se giró y me miró como si de un fantasma se tratase.

- que estas haciendo ahí? estas bien? Pareces asustada ? (Le pregunté confundida)
- Que dices? No haga nada aquí . No creo que te importe mucho? Porque no estas con tus amiguitas? (Me preguntó resignada, enserio le molestaba que me hubiera echo amiga de ellas? Con lo borde que había sido conmigo)
- Es que, bueno nada da igual... solo, solo venía a lavarme las manos (no le iba a decir que venía buscando algo)
- Bueno bien, asta luego (se levantó del suelo y salió corriendo en dirección contraria de la cafetería)

Yo entré rápidamente al baño buscando la cuchilla que me había parecido ver antes, pero ya no estaba. Fue justo cuando empecé a encajar las piezas. Era de Tara, por eso estaba tan nerviosa, por eso había salido corriendo antes de la clase de mates.

Pero que debía hacer ahora, que se hace cuando te das cuenta de que alguien hace eso? Y que debería hacer con lo vivido anoche? Odio todo. Nos enseñas a despejar X y no nos enseñan a cómo ayudar a alguien que tiene un problema de verdad.

Supongo que no debería meterme más, ayer ya hice suficiente. Y no es mi vida, la dejaré en paz ya.

Tara Era una chica borde pero que habría echo para merecerse todo aquello, no entendía porque le hacían bullying.

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