EMERGENCIA

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Me desperté un poco mareada, no le di mucha importancia. No era la primera vez que esto sucedía. Opté por desayunar algo, sé que nunca hago esto, solo en caso de emergencia y está lo es claramente. Pero obvio no desayune con todo su sentido solo me bebí un Monster. Suelo hacer esto cuando siento que ya no aguanto más sin comer.

No tengo ningún problema con la comida, simplemente no la necesito, solo necesito un poco de energía. No me gusta comer. La gente come porque siente hambre, yo no siento eso, solo falta de energía. Pero ya se como solucionar eso.

Bueno ya era hora de irme hacia el colegio, hoy mi madre no me iba a llevar, ni hoy ni nunca más supongo. Ayer ya me enseñó el camino. Mi madre siempre a echo lo mismo, me enseña algo una sola vez y luego se supone que soy lo suficientemente responsable de hacerlo como ella me enseñó. Siempre a echo eso conmigo y con ANDY mi hermana. Bueno siempre no, solo desde que papa se fue. Nunca aceptó que él ya no estuviera aquí. Y nos intentaba hacer fuertes a pesar de que la que más lo sintió fue ella.

Mia que haces aún aquí!!? Mi madre empezó a aporrear la puerta de la habitación, salí escopetada y le di un beso y me fui corriendo escaleras abajo. Nunca me solía desear que tuviera un buen día. Y aunque yo tampoco se lo pedía eso me dolía muchísimo.

No suelo mostrar mis sentimientos a nadie. Me gusta mantenerlos a salvo dentro de mi, como si de un cofre del tesoro se tratara mi corazón. Nadie a conseguido la llave todavía, supongo que estoy esperando a que alguien la encuentre, pero se quedaría encajada entre algunas algas debajo del mar. Este candado deberá seguir cerrado.

Para mí demostrar mis sentimientos a alguien es como desnudar mi alma por completo. Siento que a nadie le interesaría en absoluto aquellas rayadas que en mi cabeza saltaban día tras día. Por ello intentó ocultar al máximo todo, delante de la gente solo soy como una persona más. Como si de un trozo de papel se tratase, blanco y liso. Solo eso, nadie conoce a la verdadera Mia. Ni siquiera Mia.

Iba andando por el borde de la acera, aquí se podía andar por donde quisieras. No había mucho tráfico, con suerte te encontrabas un par de coches al día.

Mientras tanto sonaba "smaller than this" en mis auriculares. Uno de mis mejores refugios, donde mis sentimientos si salían eran con la música. Sentirse identificado con las letras de las canciones, dejarte fluir con las melodías y que lleguen hasta tu interior provocándote emociones de todo tipo. Esa era mi mejor terapia, se podría decir que la música me salvaba de todo aquello que me hundía en un pozo.

Estaba apunto de entrar al instituto y empecé a ver borroso, sentía que lentamente me iba desvaneciendo, como si perdiera el control de mi cuerpo. Mis ojos se iban cerrando y yo cayendo hacia atrás. No recuerdo nada más de ese momento. Me quede inconsciente, no tenía noción del tiempo ni de que sucedía. Solo sentí como la gente empezó a chismosear a mi alrededor.

Noté como me elevaba del suelo, como si estuviera muriendo. Creía que estaba entrando al cielo. De repente deje de escuchar y sentir nada, realmente me había dormido o perdido la conciencia completamente.

Abrí un ojo, lo primero que vi fue ese color azul cielo, no era el cielo sino el techo de la enfermería, giré la cabeza y vi un rostro. Era un chicho, parecía un poco mayor que yo pero no sabía quién era. Nunca le había visto.

Al ver que había abierto los ojos el chico llamó a la enfermera, para decirle que había despertado ya. Me incorpore en la camilla, tenia miedo, seguía sintiéndome como si no tuviera el control de mi misma. Como si mis circuitos hubieras colapsado y de alguna manera explotando.

Sabía perfectamente que era porque llevaba casi dos días sin comer absolutamente nada. Pero nadie podía saber eso...

- hola Preciosa, te encuentras mejor? (Pregunto amablemente la enfermera, le mire con cara de niña buena y afirmé..)

- Si muchas gracias, ya estoy bien. Puedo ir ya a mis clases? (Pregunte firmemente)

- Oh no por dios, tú de aquí no te vas aún. Te hemos tomado la tensión y la glucosa en sangre (mis piernas empezaron a temblar cuando escuché eso, tenia fobia a que me hicieran pruebas que demostraran mi Salud realmente)

- Ahh q bien, todo bien entonces? (Pregunte como una sonrisa más fingida que mis ganas de volver a clase)

- No, la verdad que no, tienes la glucosa muy bajita. Acaso no as desayunado Preciosa? (El chico el cual seguía sin saber quién era, miraba de un lado a otro como si de un partido de pádel se tratase, la pelota iba rebotando en forma de preguntas de un derecha a izquierda)

- Oh no, es que verá me e dormido Esta mañana y he salido muy rápido de casa para no llegar tarde al instituto. No quería perderme las clases. Hoy es mi segundo día aquí, quería causar buena impresión (sabía qué justamente estaba dando todo lo contrario, la enfermera me miró de arriba abajo poniendo en duda las palabras que terminaba de decir. Pero las creyó, no tenia otra que hacerlo)

- Bueno señorita, pero espérese aquí un rato más vale? (Afirme con la cabeza mientras la enfermera se iba dejándonos solos a los dos)

ANTIDOTO🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora