Capítulo 4

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POV Rosé

Salí corriendo del salón para ir con el entrenador de básquetbol, tenía que inventar una excusa para que me dejará entrenar, aunque sea para el próximo entrenamiento ya que faltaban minutos para que se acabara el descanso.

Llegué a la cancha y estaban entrenando varias chicas, y me acerqué al entrenador.

—Entrenador —dije apenas pronunciando la palabra ya que me faltaba el aire por correr— Perdóneme por llegar hasta ahorita —pare para respirar un momento y después seguí— Es que un maestro me dijo que le diera mis datos para que me registre en su lista y me entretuvo —fue lo primero que se me ocurrió decir.

—Está bien, no te preocupes, iniciarás mañana, hoy no porque ya se va a acabar el descanso —dijo el entrenador.

—Está bien —le sonreí y me fui al salón.                    

Pasaron las horas rápido, sonó el timbre y se habían acabado las clases. Yo salí de la escuela y me fui a mi casa otra vez caminando.

 Yo salí de la escuela y me fui a mi casa otra vez caminando

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POV Jennie

Sonó el timbre de salida y me dirigí a buscar a mi hermano, el cual estaba en la entrada de la escuela en una banca, así que me acerqué a él.

—Hoy vamos al cine —le di una leve cachetada en su mejilla.

—¿Auch? —dijo frunciendo el ceño.

—No exageres, vamos levántate que hoy vamos al cine como te dije —lo jalé para que se levantara de la banca.

—Está bien, vamos, pero yo escogeré la película —se paró.

—De acuerdo, pero que no sea de terror —le había dicho eso porque en verdad me asustan esas películas.

Nos fuimos a su carro y de ahí nos dirigimos al cine.

En el camino estuvimos hablando puras tonterías.

—Tae —dije.

—¿Sí? —dijo con la vista al frente.

—Deberías conseguir novia —reí.

—Ya te dije que no quiero novias.

—¿Eres gay? —dije haciéndome la sorprendida.

—¡NO! —gritó.

Empecé a carcajearme de risa

—¿Entonces? —logré decir.

—Es que... No he conocido a alguien de mi agrado.

—¿En serio?

—En serio... —se calló por un momento, pero luego empezó a hablar de nuevo— Aunque...

—Aunque... ¿Que?

—Nada, olvídalo —dijo Tae.

—¡Ahora me dices! —grité.

¡𝑳𝒂 𝑶𝒅𝒊𝒐! - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora