Capítulo 2

2.2K 185 28
                                    

Lisa salió con su patineta longboard, y nos fuimos hasta la bajada a la que siempre íbamos que quedaba a unas calles cercas de su casa. Cuando llegamos puse en medio de la bajada la rampa, que más bien eran puras tablas con tornillos sueltos, pero no nos importaba, nos dirigimos al comienzo de la bajada y nos sentamos en la patineta, ella iba atrás y yo adelante.

—Con la rampa se ve más peligrosa la bajada —me dijo Lisa.

—¡Cállate, solo sube los pies y siente la adrenalina! —eso fue lo último que dije antes de empujar la patineta por la bajada, logramos pasar por la rampa pero después de eso la patineta se empezó a tambalear curvándose, provocando que nos cayéramos y yo raspándome el brazo con el suelo.

—¡¿Estas bien?! —se acercó a mí.

—Si, estoy bien ¿Y tú? —dije tratando de poner una sonrisa en mi rostro, pero el dolor de mi brazo me lo impedía, estaba sangrando y se veía una parte mi hueso.

—Déjame ver tu brazo —agarró mi brazo— ¡Te está saliendo mucha sangre! Vámonos a mi casa —me ayudo a levantarme.

—¡Estoy bien! Me voy yo sola a mi casa, nos vemos luego —después de decirle eso me fui corriendo, logrando solo escuchar a Lisa gritándome.

—¡Babosa! —dijo ella, ya a lo lejos.

La verdad es que soy muy rara en esas ocasiones, no me gusta que me ayuden, me siento débil, así que a veces sólo salía corriendo, pero Lisa conocía como era por eso no me seguía en ocasiones así.

La verdad es que soy muy rara en esas ocasiones, no me gusta que me ayuden, me siento débil, así que a veces sólo salía corriendo, pero Lisa conocía como era por eso no me seguía en ocasiones así

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El domingo se me paso en un abrir y cerrar de ojos, ya era lunes y mi papá me estaba llevando a la nueva escuela en su carro.

—¿Por lo menos en esa escuela practican deportes? —le pregunté a mi papá.

—Si muchísimos, tienen casi de todos los deportes y como sé que te gustan mucho por eso también escogí esa escuela —sonrío.

—Bueno gracias, eso es algo —sonreí.

Bueno esta es la parte en que me presento un poco, me llamo Roseanne, pero me dicen Rosé y tengo 16 años, me encantan los deportes sobre todo el basquetbol, me gusta mantenerme activa la mayoría del tiempo, no soy tan femenina pero tampoco soy masculina, soy callada pero alegre a veces, soy algo infantil y soy demasiado competitiva. nunca he tenido novio ni mucho menos novia, nunca me ha gustado alguien y nunca me he enamorado o nunca me he sentido atraída por alguien ¡Jamás!, no soy ni heterosexual ni homosexual, lo sé es raro, se podría decir que soy como Asexual porque aparte de no sentirme atraída por nadie física y sentimentalmente menos lo hacía sexualmente, creo que solo soy un bicho raro, aunque quien sabe si todavía no encuentre al indicado ¡Por Dios! Hasta sueno estúpida diciendo eso, como sea da igual.

—Llegamos —dice mi padre parando el carro— No estés nerviosa, llegaremos con la secretaria de la entrada y te dirá a qué salón iras ¿Está bien?

—Ni si quiera estoy nerviosa pero está bien —dije.

Salimos del carro, fuimos con la secretaria y ella me indico donde quedaba el salón, me despedí de mi padre y me encaminé hacia el salón que me indicó, de mientras iba admirando la escuela que estaba muy grande y hermosa, tenía lockers grandes, había muchas canchas de básquetbol, fútbol, voleibol, había una de béisbol y una piscina enorme. De repente me tope con una señora creo que era maestra.

—¿Busca a alguien señorita? —dice la señora.

—Soy nueva y estoy buscando el salón B pero creo que ya me perdí —sonreí.

—Oh, tranquila sígame —dijo la señora maestra si es que era maestra.

Nos dirigimos a mi nuevo salón y estaba un maestro dando clase, lo interrumpió la maestra...

—Disculpe maestro por interrumpirlo pero le traigo a una chica nueva —dice mientras hace que me pase al salón y se retira.

Todos me veían muy atentos, mientras buscaba un lugar para sentarme.

—Siéntese en la butaca de atrás —dijo el maestro apuntando a una butaca.

Me senté en la butaca y todos me seguían viendo, sobre todo los hombres, a tal grado que me empezaba a incomodar, no sé si era por mi labio que seguía un poco hinchado o por mi brazo vendado o tal vez por ambas. Pero las clases siguieron, se iban maestros y llegaban otros, por supuesto a cada uno le tuve que dar la explicación de que soy nueva y preguntar que trabajos tenía que hacer. Hasta que sonó el timbre del receso, y salí sobre todo a conocer la escuela mejor y buscar información sobre los deportes.

Iba caminando por el pasillo de los lockers y sentí que alguien me empujó así que rápidamente volteé.

—Ups, perdóname —dijo una chica como de un poco más baja que yo, cabello castaño oscuro, ojos café, piel morena clara, bonita pero algo maquillada, usaba un pantalón de mezclilla, tenis converse y chaqueta con una blusa debajo

—Está bien, adiós —dije y quise seguir mi camino pero una mano me detuvo.

—¡Oye! No sé si te diste cuenta, pero te empuje a propósito —dijo la misma chica con la ceja levantada.

—Ahh y ¿Por qué lo hiciste? —no mostré expresión alguna.

—Solo quiero que sepas —me picaba el pecho con su dedo índice mientras completaba su oración— Que la que manda aquí soy YO —resaltó el yo.

—Está bien jefa —le quite su dedo índice de mi pecho— Algo más jefa o comandante o capitana o ¿Cómo quieres que te diga? —seguía sin mostrar expresión alguna.

—Mira idiot... —fue lo que logro decir antes de ser interrumpida por un chico.

—¿Pasa algo Jennie? —dijo un chico atrás de ella, era alto, cabello negro, piel blanca y ojos cafés claros.

Volteó hacia el— No, no te preocupes hermanito no pasa nada, mejor vámonos ¿Sí? —después de eso se fue con su al parecer hermano.

Yo seguí mi camino como si nada hubiera pasado, hasta que vi a unos chicos jugando basquetbol y un entrenador o maestro y me acerque a él.

—Disculpé, ¿Usted es el maestro de deportes? —le pregunté.

—Si, yo soy, pero el entrenador de básquetbol —dijo.

—Es que soy nueva y quisiera saber si hay equipos de básquetbol femeninos —le dije.

—¿Te quieres meter a un equipo? —se sorprendió.

—Si, ¿Está mal?

—¡No, para nada! Es solo que hay muy pocas chicas en el equipo y también que quieren entrar, pero adelante ¡Ya estás en el equipo! —sonrió pero después se fijó en mi brazo.

—Ahh... Esto no es nada... Solo fue una cortada que me hice, pero estaré bien —dije al notar su mirada en mi brazo.

—Está bien, espero que te recuperes y también ese labio, nos vemos mañana aquí y a esta misma hora —dijo el entrenador.

—¿Me dejara practicar así? —pregunté.

—¡Claro! Puedes botar el balón con la otra mano, eso te servirá a ser más ágil, a menos que te moleste —dijo.

—No, me parece bien, nos vemos mañana —dije.

Yo me fui feliz de la vida, y estuve viendo otras partes de la escuela, después sonó el timbre, entré a clases y cuando se acabaron me fui a casa caminando, estaba algo lejos mi casa pero no me importaba caminar aparte de que no sabía que autobús tomar. En todo el día no hice ningún amigo en la escuela, ya que no me importaba tener ninguna amistad en estos momentos, solo quería enfocarme en el estudio y los deportes.


¡𝑳𝒂 𝑶𝒅𝒊𝒐! - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora