Capítulo 15

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POV Rosé

—Ven, vamos adentro —le dije a Jen una vez que había parado de llorar.

Jennie me siguió y nos sentamos en la mesa en la que estaba.

—¿Vas a pedir algo? —le pregunté a Jennie pero ella negó con la cabeza.

Realmente se veía mal, no era la primera vez que la había visto llorar pero esta vez se notaba más triste, tenía el maquillaje corrido, la mirada baja, la cara demasiado roja y no me decía nada.

—Te pediré una nieve, la nieve alegra a todos —le dije.

—Quiero que salgamos -lo dijo en tono tan bajo que apenas alcancé a escuchar.

—Está bien —dejé el dinero del café en la mesa y salimos— ¿Me vas a contar lo que ocurrió? —enseguida Jennie empezó a llorar de nuevo, al parecer le había recordado— No llores que pareces bruja con el maquillaje corrido —reí, pero ella empezó a llorar aún más.

Estábamos caminando y yo la quería llevar a un parque para hablar con ella de lo que había pasado. Jennie no paraba de llorar así que se me ocurrió tomarla de la mano y entrelazar nuestras manos. Su respuesta sorprendentemente fue apretarlas aún más, y digo sorprendentemente porque creí que después de lo que me había dicho en la escuela, me hubiera soltado la mano de inmediato, pero al parecer estaba mal.

Caminamos tomadas de la mano, y yo decidí tomar un desvío a mi casa. Se me había ocurrido tomar el carro de mi mamá y llevarme a Jennie a un lugar un poco lejos de la ciudad. Así que tomé la llaves del carro y nos subimos. Jennie estaba tan mal que ni siquiera preguntó a donde íbamos y se subió al carro como si nada.

Puse mis canciones favoritas y creí que iba a reclamar pero no, sólo estaba viendo a la ventana recargando su cabeza sobre su mano con una cara triste.

—¿Me dirás qué pasó? —le pregunté, pero no tuve respuesta— ¿Sabes nadar? —asintió— ¡Perfecto! Necesitarás nadar para donde vamos —me volteó a ver.

—¿A dónde vamos? —logró decir.

—A un río, conozco uno muy bonito, enserio te sorprenderá —dije con entusiasmo.

Ella no dijo nada más y nos dedicamos a escuchar mi música. Duramos una hora y media de camino a lo cual ella llegó dormida.

—Jennie despierta —la moví— Ya llegamos.

—¿Qué? —despertó.

—Llegamos al río.

—Aahh si... —se levantó y volviendo a la realidad pude notar cómo se sorprendió— ¡Que hermoso lugar!

—¿Verdad que sí? —reí.

La verdad es que si era un hermoso lugar, cuando era niña siempre me llevaban a ese lugar a nadar, en realidad casi nadie de la ciudad lo conocía y estaba limpio, por eso me gustaba ir, pero quería llevar a Jennie para que despejará su mente un poco.

Me quité los zapatos, los calcetines y estaba quitándome el pantalón cuando Jennie me interrumpió.

—¿Qué haces?

—Me voy a meter —me quité el pantalón, la blusa y sólo quedé en calzones y un brazier— ¿No te vas a meter tú? —se puso roja al verme y no dijo nada.

Así que me metí al agua pero estaba tan fría que salí de inmediato del agua. Jennie se empezó a reír, por lo cual traté de empujarla al agua pero se negó por su ropa.

—Quítate la ropa y hagamos un concurso, quien aguante más tiempo en el agua gana.

—¿Y que gana? —preguntó Jennie.

¡𝑳𝒂 𝑶𝒅𝒊𝒐! - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora