004 || Fulgur

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8 de la Primavera del 5021 D.C.D

Ascian

El hilo rojo me jala hacia él. Me quiere cerca, me quiere con él. 

Lo peor de todo es que yo también quiero estar ahí.

No me gusta esta sensación de estar incompleto. Siento un vacío en el pecho que quiero llenar pero no se con que o como hacerlo. Odio esto. Odio sentirme necesitado, no me gusta. 

Un camino es lo que tengo que recorrer para llegar hasta el final. No sé a donde me llevará y que es lo que encontraré pero espero que sean respuesta respecto a mis poderes. 

—¿Te encuentras bien, Ascian?—escucho la voz de Primavera. 

Despego la mirada que tenía puesta en la puerta que me llevaría a las afueras del reino y la fijo en los ojos preocupados de la reina frente a mi.

Sonrío—Estoy bien, su majestad.

—¿Estás seguro?

Asiento—Muy seguro.

—Bueno, si tu dices eso, te creo.—me mira realmente sin creerme—Vayamos con los demás, ya es hora de irnos. 

Caminamos hacia los dos dragones que la reina Vesta nos ha prestado. El día de hoy solo uno de ellos es diferente. La misma bestia de dos cabezas y el otro es azul brillante. Es un poco más pequeño que el de dos cabezas pero sigue siendo hermoso. 

Sus escamas tienen una variedad de azul lo que hace un buen contraste con sus ojos color amarillo eléctrico. 

—¿Estamos listos?—pregunta Vesta en el momento que llegamos a ella. 

—El pueblo de Oblitus ya está en el dragón de tierra—señala la reina Estación al dragón de dos cabezas—Así que yo creo que estamos listos. 

Entonces ese es un dragón de tierra. ¿Qué será el de color azul?

—Excelente—ella comienza a caminar a la bestia más pequeña y nosotros la seguimos. 

Veo a Alastair hablar con Moisés y Clara animadamente, y ahora quiero saber que dicen. 

—Quiero avisarles que viajaremos por el mar. Rodearemos lo que queda del territorio de Titian hasta cruzar a Fulgur y de ahí tomaremos el camino directo al reino Tormenta.—nos informa Vesta subiendo por la pata del dragón—También quiero que al llegar a Fulgur se sujeten bien. Les digo esto aquí porque las tormentas, la lluvia y el fuerte viento se nos hará imposible comunicarnos. 

—Entendido—respondo yo mientras subo detrás de las reinas seguido ahora por Alastair—Pero, ¿por qué no viajar por tierra?

La veo poner ambas manos a cada lado del dragón al principio del largo cuello de la bestia. Pequeñas llamas y vapor sale de ellas y como respuesta la criatura suelta un gruñido.

La veo con horror. ¿Los quema?

La reina Primavera ríe de mí y Vesta contesta—Si vamos por tierra el camino de lluvia será más largo y si queremos un viaje más tranquilo y sin peligros es mejor ir por mar.

Me terminó de sentar en el lomo del dragón al igual que Alastair.

—¿Viste lo que hizo con sus manos?—me pregunta al oído y yo asiento todavía mirando las manos y la marca que dejó la reina en el dragón.

—Ella no los lastima.—habla Primavera con tono divertido—Créanme que ella se odiaría si algún día los llegara a lastimar.

—¿Entonces qué hace?—pregunto confundido, a la vez curioso.

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⏰ Última actualización: Jan 02 ⏰

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Entre la Luz y la Oscuridad © (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora