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Las puertas del edificio oscuro se abren con una lentitud dramatical, poniendole los bellos de punta a cualquier empleado que se cruzara con el hombre de piel pálida y ojos gatunos.
Su furia podía notarse en sus puños apretados fuertemente y lo rojizo de sus nudillos.

Ni siquiera la resepcionista quizo atormentar la concentración del hombre elegante que cruzaba las puertas de la oficina individual.

Sin tocar la puerta, se abrió paso entre el diminuto espacio y se sentó frente al hombre castaño de traje azul marino, quién no dejaba de hablar por teléfono y leer papeles.

-¿Quién eres?.- pregunta desinteresadamente a Yoongi, el cual solamente juguetea desinteresadamente con la figurilla sobre el escritorio de roble.
Hay un ambiente diferente en el lugar, algo frío y distante que le causa gracia.
No conoce del todo al hombre, pero algo en su mas profundoo ser  le dice que se va a divertie mucho con las muevas de sufrimiento que desea causarle.

-Mi nombre no importa... el que si importa es el de tu hijo.

-Cómo si conocieras a mi hij.-

-Lee Taemin, colegio privado Sakura en Seúl. Salón 4 del segundo piso.- a respondido todo con una mirada atemorizante mientras se cruza de brazos elegantemente, dejando despistadamente su maletín en el suelo y aflojandose sexymente la corbata con dibujos de pollitos que Jimin le regaló el día del padre.- No quiero problemas, pero te los estás ganando por no saber educar a tu hijo.

-No se quién es usted, pero no voy a permitir que hable de mi hijo como si la conoc.-

Un golpe seco sobre el escritorio le hacen callarse, puesto que Yoongi acaba de romper el vaso de whisky  con enojo y rabia.
Los pequeños cristales salen volando por todos lados, y ahora sus manos sangran puesto que está en su forma mortal y no puede evitarlo; sin embargo, las heridas no le duelen ni arden, cosa que lo hace parecer un psicopata empedernido.

-Tu hijo le dijo a mi pequeño que ¡Yo no soy su padre! ¿Cómo lo sabe? No tengo idea, pero tú vas a hacerte responsable de sus actos.

-¿Qué? ¿Quieres que le pague la terapia?.- Ríe amargamente, dejandose recargar en su costoso sillón de cuero oscuro.

-No te hagas el chistoso,¿acaso quieres que le cuente a tu hijo que estas engañando a su mami? O mejor, ¿prefieres que le diga a tu esposa que te revuelcas con la secretaria, que tienes un departamento de soltero ¡ah! Y de paso, porqué no les cuento que te estas llendo a la bancarrota?.

-¡No tiene pruebas de eso!.- grita desesperado, poniendose de pié al mismo tiempo que el Ángel de la muerte.
Yoongi solamente busca elegantemente entre su maletin las fotos y hojas importantes donde toda la verdad está evidenciada.
El hombre frente a él palidece y arruga todas sus verdades con frustración, rompiendo una que otra foto donde claramente se le ve teniendo sexo salvaje en su oficina con su secretaria.

Yoongi solo se dedica a reir tétricamente, con una sonrisa malévola mientras ve al hombre entrar en una crisis.

-No importa cuantos papeles rompas, estas solo son copias.- le dice sarcásticamente, buscando "el contrato" que va a salvar al hombre de la desdicha.

-¿Q-qué es lo que pretendes? ¡¿eh?! ¡¿Quieres arruinar a mi familia?!

-¿Yo? Para nada, de eso ya te encargaste tu solo, pero soy un alma bondadosa y creo que esta es la única forma de salvarte.- responde Yoongi, deslizando el contrato del inframundo sobre el escritorio.

-¿Qué es esto?

-Hmm, un acuerdo. Si firmas esto, todos los papeles y fotos de tus pervercidades van a desaparecer...

Angel de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora