Angel de la Muerte

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Las puertas del infierno no son su paradero favorito, pero es fin de mes y debe hacer su reporte mensual de almas, además de poner en orden todos los contratos legales e ilegales.

-¡Angel 25! ¿Cómo te trata la vida de padre mortal?.- pregunta el angel en jefe, quién justamente fue él quién le permitió seguir con el contrato sobre la custodia de Jimin.

Jimin estaba creciendo demasiado rápido a su parecer, aún recuerda como en un abrir y cerrar de ojos estaba por terminar la educación primaria.

-Me gusta, es algo que nunca creí experimentar en este trabajo.- responde avergonzado, rascando delicadamente su nuca mientras un sonrojo leve aparece en sus mejillas.- Jimin está creciendo mucho, además de que ya tiene un amigo.- platíca emocionado, entregando uno por uno los contratos mortales y los intercambios de almas mientras un peculiar brillo en sus ojos aparece de vez en cuando.

Su reunión se torna relativamente corta, todo gracias a que explicó que hoy haría una pequeña fiesta de graduación para Jimin junto a Holy y su nuevo amigo Tae.

-No te encariñes mucho con el niño, solo es un mortal en medio de un contrato del cual no tiene conciencia.

-¿Tú también vas a empezar con eso?

-Solo te pido... y escuchame bien Ángel 25. Te pido que tengas cuidado.- dijo por último el ángel en jefe, despidiendo a su empleador y deseandole un buen viaje hasta la tierra de los mortales donde un muy emocionado Jimin espera con ancias que su papi llegue del "trabajo", pues entre los dos quedaron en decorar la casa para su pequeña fiesta.

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-N-no tenemos palabras para agradecerle todo esto, señor Min.- decía Namjoom entre hipidos raros que le daban algo de "calor" a su pobre alma.

-Disculpalo, es que los padres de los otros alumnos no suelen tomarnos en cuenta porque... bueno, usted sabe.

-Las personas y sus mentalidades cerradas deben de terminar. Es un placer conocerlos al fin, señores Kim.- Yoongi hace una reverencia gentil, sonriendoles con su peculiar sonrisita de goma que su aspecto humano considera cautivadora.

-Oh, no son necesarias las formalidades. Solamente Jin y Namjoon.

Los padres de Taehyung resultaron ser hombres jovenes al igual que él.
Según Yoongi recuerda hace un momento, estos adoptaron a Taehyung hace algunos años y aún siguen recibiendo  las visitas de servicios infantiles de vez en cuando, y es ahí donde Taehyung se pone nervioso de solo pensar en el echo de que lo regresen a ese horrible lugar.

Jimin también estaba enterado  de la situación de Taehyung, pero no podia importarle menos que tuviera 2 papis; cómo suele referirse a la peculiar y divertida pareja.

Los adultos se reúnen en la sala de estar del apartamento donde viven Yoongi, Jimin y el pequeño holly.
Los padres de Tae quedaron impresionados cuando llegar al lugar de la dirección que Yoongi les había echo llegar por medio de una nota en el cuaderno de Jimin, incluso llamaron por teléfono a Yoongi una vez fuera del edificio elegante de pisos infinitos. Ellos apenas y podian costear un departamento promedio en un barrio residencial decente.

No querían ni imaginar los métodos de diversión que Jimin tenía en ese lujoso apartamento puesto que todo alrededor de la cuadra eran bares, restaurantes y centros de hocio. En su calle había un parque donde Taehyung pasaba las tardes después de terminar sus tareas.

La sala estaba decorada en tonos dorados y pastel, con globos en forma de animalitos y muchos pastelillos apilados en una torre (torre que Yoongi se encargó de acomodar).

-Sientanse como en casa.- informa Yoongi, dejandolos solos un momento para ir a buscar a su pequeño no tan  pequeño.

Jimin estaba terminando de arreglar su cabello cuando su papi tocó la puerta de la habitación, informandole que Taehyung y sus padres habian llegado.

A pesar de que Tae y Jimin tenian una relación amistosa muy amena, no podia evitar estar nervioso con el echo de pensar en los padres de Tae en su casa/departamento. La verdad es que no le gustaba mucho su hogar, todo era tan frío y minimalista, hasta parecía el departamento de un hombre soltero y egocentrico.

Bueno... eso era su papi.

-¿Jimin?.-volvió  a llamarlo su padre, tocando por segunda vez la puerta al no obtener una respuesta.

Jimin abrió la puerta, topandose a su padre con su clásica camisa de vestir negra y sus pantalones semi-ajustados oscuros.

-¿Ya llegaron?.- pregunta inocente, dando brinquitos de felicidad cuando el olor a pizza inhunda el departamento.

-Si, también la pizza que querias y la fuente de chocolate.

-¡Gracias, eres el mejor!.- grita con emoción, rodeando a su padre con sus bracitos cortos.

Justo en ese momento Yoongi puede sentir una punzada cargada de dulzura en su pecho, seguido de la rapidez de sus latidos debido a la ternura de Jimin.

Hay algo en ese pequeño que le hace sonreir sin motivo alguno, una especie de sentimiento practicamente indescriptible que le hace bien.

Algo debió hacer bien en su verdadera vida humana pasada  para que el destino lo esté premiando con esta experiencia.
La verdad es que jamás, como un ángel de la muerte, jamás se había sentido así de bien.

Hasta podria decir que descanza en paz por las noches.

-Vamos... tu amigo nos espera.- se separa lentamente, desordenandole el cabello que Jimin tanto tardó en arreglarse.

Ambos se ríen por el momento, siguiéndose mutuamente hasta la sala para recibir con una sonrisa a sus invitados y continuar con su velada de graduación.