Angel de la Muerte

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Hay mucho estrés en su cuerpo.
Muchas preguntas sin respuesta y demasiados pensamientos aterradores taladrando su cabeza.

Este ya es el segundo día que se despierta vomitando por toda la ansiedad acumulada, pero no hay algo más que pueda hacer que intentar relajarse.

Papá Yoongi lo sigue mirando con lastima, con esos ojitos oscuros que bien conoce.

-¿Te sientes mejor?.- pregunta en un susurro, acercándose a Jimin quién aún sigue de rodillas frente al inodoro.

-Algo...

-Minnie, deja de preocuparte tanto. Yo voy a encargarme de todo.- Yoongi se siente como si le mintiera al único ser viviente que realmente siente cariño por él. - Llamé a tu escuela. Pedí de favor un permiso para que descanses bien unos días, no estas en tu mejor momento para ir por ahora. ¿Qué tal si hacemos algo juntos?

-¿Y el trabajo? ¿No pasa nada si tú también faltas unos días?

- Soy mi propio jefe, no pasa nada si dejo de revisar mis inversiones unos días. Vamos, ¿Qué quieres hacer?.- Hay algo en su alma oscura que le advierte sobre seguir mintiendo, sobre seguir así. Intentando crear una vida falsa para Jimin, pero no puede parar, y tampoco quiere hacerlo. Verlo sonreír le hacen sentirse vivo, es por eso que sacrifica sus beneficios de ángel de la muerte y piensa seriamente en, al menos, agrandar los años de vida de Jimin. Tal vez 10 años más, si alega que lleva milenios en servicio para el infierno, un pequeño favor que espera sea mínimo considerado.

Es muy probable que, cuando Minnie parta al más allá, sea enviado al cielo, donde vivirá la eternidad en paz y armonía junto a su verdadero padre.

Jimin al fin se levanta del suelo frío, lavando su cara para despejar las malas ideas de su mente y repensar mejor las cosas.

-No tengo muchos ánimos de salir...

-Minnie.

-¿Podemos hacer algo en casa? La verdad estoy cansado y aún siento sensible el estómago. No estoy durmiendo bien. - Hay sinceridad y miedo en esas palabras, temiendo enfermar y no poder recuperarse, es un raro miedo que siempre a tenido desde que era pequeño. El miedo a enfermarse y en vez de mejorar terminar empeorando.

- Voy a conseguirte medicina, recuéstate un rato mi amor.

Jimin sabe que las palabras que Yoongi le dice son precisamente amor de padre, pero no puede evitar emocionarse si se convirtieran en algo más.

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Hace tanto calor como se espera en el infierno, pero curiosamente no parece molestarle al ángel de la muerte que entra sonriendo con carpetas en sus manos. Esta "rezando", irónicamente, para que mínimo su consciencia esté tranquila, para que aquello que está planeando se haga realidad.

Entra a la oficina del supervisor, donde aquel ángel de la muerte le sonríe como si estuviera en el paraíso.

-Ángel 25, siempre es un placer verte de nuevo. - Yoongi se confunde, hace mucho que nadie le llamaba Ángel 25 en el mundo mortal.

-Un placer Ángel supervisor, estoy aquí para pedir un plazo. - Responde con ese rostro frío que práctico frente al espejo del baño un buen rato.

El ángel supervisor extiende su mano para revisar el folder negro que Yoongi lleva entre sus manos, leyendo despacio el contrato del cual planea extender sus años de vida.

-¿Park Jimin? ¿No es el humano que cuidas en la vida mortal?.- Yoongi asiente en silencio, repasando en su cabeza las palabras que va a decir a continuación.

-Llevo casi un milenio sirviendo dignamente para el inframundo, mis tratos de almas fueron exitosos y creo, hablando desde mi arrogancia, que mi servicio a limpiado más de hombres y mujeres que solo contaminan y perturban la paz del mundo que aquellos que se hacen llamar verdugos de dios.

El Ángel supervisor está sorprendido de la firmeza con la que habla aquel Ángel a quién consideraba uno de los más serios y antipáticos de su equipo.
Sonríe internamente, revisando una vez más el contrato de aquella alma de un joven con sonrisa de oro y ojos de luna.

-No debería Ángel 25, no es posible que apruebe algo como esto. - confiesa apenado, dejando el contrato sobre el escritorio.

Yoongi aprieta los puños con tanta fuerza que sus nudillos se ponen rojos igual que su cuello.

Piensa seriamente en que debería hacer, debe haber algo que le permita vivir unos cuantos años más a su Minnie.

- Entonces no me queda más que firmar mi renuncia, y pasaré la eternidad en el limbo de almas. - Yoongi habla tan seriamente que su supervisor se ha quedado sin palabras, recordando que si un Ángel de la muerte hace eso entonces todos los contratos que haya tratado, del cual no se hayan cobrado aún más vidas humanas, serán eliminados y las personas involucradas podrán vivir hasta que Dios dicte su sentencia.

-¿Serías capaz de sacrificar tu eternidad por una vida humana? - Le pregunta el Ángel supervisor, notando el porte firme y serio de Ángel 25.

-Lo haría por Jiminnie...- Susurra en un aliento, buscando algún soporte para no caer al duro piso.

-Vaya... me sorprendes Ángel 25, pero no puedo dejar ir a uno de mis mejores verdugos. Tomaremos esto como una gratificación por tu arduo trabajo y dejaremos inconclusa la fecha de expiración de este contrato. - El Ángel saca un sello nunca antes visto desde su cajón, manchándolo de tinta negra y presionándolo con fuerza sobre el papel. - Toma una copia del contrato y archívalo junto a tus demás expedientes.

-¿Esto es enserio señor?.- pregunta Yoongi aún en shock, viendo el papel sin fecha de vencimiento entre sus manos.

Esta temblando como un recién nacido y quiere sonreír por haber logrado algo así.

-Va a ser nuestro secreto, pero algo sí te voy a pedir, piensa bien en una fecha en la que quieres que expire y te dejaré escoger la forma de su muerte. - termina por decir el supervisor, dando el visto bueno a Yoongi y dejándole regresar al mundo mortal donde un Jimin aún enfermo le espera entre los cojines del sillón.

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