"°••° Diversas situaciones en tiempos y universos alternos vividas por Nozomi y Kakashi, nuestra pareja protagonista. °••°"
Los capítulos presentados no tienen continuación, puede que algunos estén relacionados y la mayoría son muy cortos. La temáti...
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Un pequeño Hatake salió corriendo de la academia, corría por las calles de la aldea rumbo a la torre del Hokage, iba a darle una sorpresa a su padre.
Todos en la torre Hokage observaban al chiquillo correr con determinación, nadie le dijo nada ni lo detuvieron pues lo conocían a la perfección e imaginaban el porque estaba ahí.
Una vez frente a la puerta entró sin pedir permiso alguno. Kakashi quien se encontraba sumamente abrumado con tanto trabajo, dio un brinco al escuchar la puerta ser abierta, levanto la mirada y vaya sorpresa se llevó al observar su mini copia frente a sus ojos.
- ¡Papá! - Sakumo gritó alargando la ultima vocal, corriendo hasta su padre para lograr lanzarse a los brazos de él, quien le atrapo y le hizo sentarse en sus pierna.
- Sakumo, ¿qué haces aquí hijo? Se supone que deberías estar en la academia. - Preguntó sorprendido mientras dejaba de lado los papeles que se encontraba firmando, centrando toda su atención en el menor.
- El sensei se tuvo que retirar por lo que salí temprano.
- ¿Y por qué no pediste que llamaran a mamá para que te recogiera? Sabes que no deberías andar solo por la aldea.
- Pero yo quería venir a verte, ayer no vi cuando llegaste a casa.
- Lo siento hijo, llegué muy tarde y volví a salir temprano hoy. - Besó con cariño la frente de su retoño.
- Mamá te hecha de menos, ¡y yo también! Has estado muy poco en casa.
- Tienes razón, lo que pasa es que he tenido demasiado trabajo.
- ¡Ya no trabajes! Vamos a casa por favor.
- Sakumo, hijo, no puedo-... - Se quedo callado al ver la cara de decepción del pequeño. Su corazón de oprimió y se sintió fatal al rechazarlo. Soltó un fuerte suspiro. - Tienes razón, vamos a casa, estoy agotado y la verdad solo tengo ganas de estar en casa con tu madre y contigo.
El pequeño sonrió de oreja a oreja y abrazo a su padre por el cuello con fuerza.
- ¿También podría jugar con Pakkun y los demás ninken? Hace días que no los veo.
- Tal vez hijo, espero que Pakkun y los demás estén disponibles, y de buen humor, sabes lo gruñones que pueden ser a veces. - Le respondió mientras se ponía de pie con su pequeño en brazos, importándole poco el desastre de su escritorio.
- Pero igual son lindos y disfruto jugar con ellos, son divertidos. - Sonrió risueño al recordar las tardes en que jugaba con los perros en el patio trasero de su hogar. Su padre también sonrió al ver la felicidad plasmada en el rostro de Sakumo.
Kakashi se despidió vagamente del personal de la torre Hokage que se cruzaba en su camino, la mayoría se sorprendió al ver lo temprano que se retiraba, ya que siempre se le veía hasta altas horas de la noche en su oficina.
