○• DANCE •○

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Era medio día, Nozomi caminaba hasta la oficina del Hokage, quien era su adorado esposo, planeaba darle una pequeña visita para invitarlo a almorzar

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Era medio día, Nozomi caminaba hasta la oficina del Hokage, quien era su adorado esposo, planeaba darle una pequeña visita para invitarlo a almorzar.    

Cuando estuvo frente a las puertas de su destino, tocó con sus nudillos, sin embargo no obtuvo respuesta, por lo que entró sin pensarlo más. Estando dentro de la amplia habitación lo pudo divisar de espaldas contemplando la aldea. 

— Mi amor, ¿qué haces? — Le llamó con voz dulce.  

Kakashi salió de su nube de pensamiento para prestarle atención a la recién llegada, se dio media vuelta para verla y sin poderlo evitarlo un suspiro salió de él. 

No pudo evitar mirar a su esposa con los ojos llenos de amor, sintiendo como su corazón se llenaba de gozo, caray, se veía tan bonita ante sus ojos, él realmente consideraba que Dios tenía a sus favoritos y que sin duda Nozomi entraba entre ellos, era la mujer más hermosa que había conocido y se sentía tan afortunado, bendecido y contentó de tenerla en su vida como su esposa. 

— Solo estaba pensando mientras veía la aldea, todo está muy tranquilo hoy. — Camino hasta ella quien ya se encontraba frente al escritorio del peliplata. 

— Ya veo, vine a verte para que saliéramos a almorzar, pero antes no vas a creer lo que me pasó de camino para acá, vi a... — Kakashi había dejado de poner atención a lo que le decía, se había perdido en la belleza de las facciones de la castaña, como se expresaba al hablar y como sus ojos se llenaban de brillo al estar junto a él. Podían pasar los años y él jamás dejaría de amarla. — ¿Kakashi? ¿me estás escuchando? 

— ¿Eh? Sí, digo no, bueno, te escuchaba pero no te ponía atención, discúlpame. - Rio nervioso mientras rascaba su nuca. Antes de que ella le reclamara por ello le dijo —: Es que luces preciosa hoy. 

Sus mejillas se tornaron rojizas, Nozomi jamás terminaría de acostumbrarse a los halagos de él, siempre lograba ponerla nerviosa. 

— ¿A qué viene eso, cielo? 

— Solo es eso Nozomi, hoy luces preciosa. — Tomó la diestra de su esposa y la llevó hasta sus labios cubiertos por la mascara, para dejar un beso sobre los nudillos contrarios. Está acción logró sorprender un poco a Nozomi y solo encendió aún más sus mejillas. 

De pronto, la jalo hasta él, haciendo que chocara con su pecho. Antes de poder decir palabra alguna, Kakashi afirmo el agarre en su diestra mientras elevaba sus brazos, al mismo tiempo que su brazo libre se enrollaba sobre la cintura de ella. 

— Kakashi, ¿qué haces? ¿qué traes entre manos? ¿acaso quieres bailar? — Dijo ella riendo al ver en la pose tan extraña en que estaban, como si fuesen a bailar.

— Solo disfruto del tiempo con mi mujer, ¿qué tiene de malo que quiera bailar un poco con ella? — Respondió con una enorme sonrisa en sus labios que podía distinguirse gracias a la forma en que sus ojos se entrecerraban. 

Sin soltar la diestra de Nozomi la separo ligeramente de su cuerpo para poder hacerla dar un par de vueltas, ella rio ante las acciones de Kakashi, definitivamente su esposo era muy espontaneo o comenzaba a carecer de cordura. Se deslizó por la habitación, bailando junto con ella quien reía al ver la escena que su esposo estaba montando. 

— Kakashi seguimos en tu oficina, no estamos en un vals.

— Imagina que estamos en uno. — Le dijo con voz serena y sus ojos cerrados. 

El peliplata detuvo sus pasos, abrió sus ojos para verla directamente y la volvió a pegar a su cuerpo, está vez coloco la diestra de Nozomi sobre su pecho justo por encima de donde se encuentra su corazón y su otra mano la puso detrás de la nuca de ella. 

— ¿Por qué tan romántico Hatake? 

— ¿No puedo intentar ser dulce con mi esposa? 

— Claro que puedes, es solo que a veces eres muy espontaneo, ¿o acaso comienzas a perder la razón? 

— Si estoy perdiendo la razón es por ti, tú eres la causante de mi demencia. — Le dijo riendo contagiándola de su risa. 

— No me culpes a mi, tú solito te estas quedando loco. — Él volvió a soltar una pequeña carcajada. Con la mano que antes estaba sobre la nuca de ella bajo su mascara dejando su rostro libre. 

Coloco las palmas de sus manos sobre las mejillas de su esposa, ella al instante paso sus brazos por su cuello, abrazándolo. Y sin perder más el tiempo se fundieron en un dulce beso, un beso lento y sin prisas, se centraban únicamente en demostrar el cariño que se tenían. 

Al separarse del besó, Nozomi se lanzó a sus brazos de nuevo, rodeando la anatomía contraria con sus brazos y escondiendo su rostro en el pecho de él. Kakashi correspondió gustoso al abrazo. 

— Te amo. — Dijo ella en un pequeño murmullo aún escondida en el pecho del peliplata. 

— También te amo. — Le contestó, tras decir esto dejo un beso en la frente de la castaña. — ¿Vamos a almorzar? El papeleo puede esperar. 

— Espero que Shikamaru no me maté por robarme un rato al Hokage que también es mi esposo. — Se separó de su pecho para poder verlo a la cara. 

— Por eso vámonos ya, no quiere que entre aquí con más papeleo y regaños para darme, es un mocoso muy grosero. 

— Pero es efectivo en su trabajo, es buen muchacho. 

— Te doy la razón en eso. — Dejo un cortó beso en los labios de su esposa antes de volver a ponerse su mascara. — Vámonos ya linda. — La castaña solo asintió mientras de aferraba al brazo derecho de Kakashi. 

 

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𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ➣ ᴋᴀᴋᴀsʜɪ ʜᴀᴛᴀᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora