Lumity AU
Lucía Noceda es una otaku gamer de 21 años de edad que se la pasaba encerrada en su habitación jugando en su computadora luego de haber renunciado a su vida estudiantil.
En un videojuego conoce a su personaje favorito, Amity Blight, un pe...
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Luego de rescatar a esas dos chicas, cada quien fue a casa, pero no quería irme...
—¿Tienes frío, Carly?
No era justo que alguien como esa muchacha conozca primero a la Sabia de la Espada Dorada antes que yo, ¡no es justo! Me hice amiga de Noceda por algo.
Debo calmarme, ya no soy una niña que puede hacer berrinches porque sí, la tal Carly a estado pegada a Noceda durante todo el viaje y eso hervía mi sangre por razones que no entiendo y que no importan.
—Blight deberías ir a casa - dijo - se que te sabes defender, pero si quieres te acompaño - propuso -
La chica detrás de ella me mira desde el costado de su cuello, sus manos siguen rodeando la cintura de Noceda, si, tal vez me tenga miedo, no soy alguien dulce y amable, aun trabajo en eso.
—Umm seguro - respondo -
La pelirroja frunce levemente el ceño y parece aumentar su agarre cada vez más, en tiempos cortos siento una mala vibra que proviene de ella dándome una muy mala espina.
—Carly, te voy a dejar aquí ¿si?
La carreta había parado, Augustus había tomado el tiempo de llevarnos, mi casa no quedaba lejos de aquí y no me parecía mala idea caminar.
—Gracias Gus - habla Luz-
—¡Nos vemos mañana en clases chicas! - y se fue -
La mansión Clawthorne es igual o más grande que la de mis padres, la rejilla se abre, voy con ellas, después de todo la morena frente a mi me acompañará a casa al dejar a la chica que tiene pegada como si fuera papel con goma al brazo.
—Bienvenida ama Luz
El interior estaba muy bien iluminado y era hermoso, incluso puedo notar como Carly esta igual de maravillada.
—¡No!
Ella debería dejar de gritar...pero tal como dijo Noceda antes, debió haber pasado cosas horribles con esos goblins como para temer en cada momento que le hagan daño de nuevo.
—Tranquila, ellos te cuidaran y vestirán, no te preocupes - escucho decir.— por favor atiendanla, si Eda pregunta, es mi invitada y que quiero hablar con ella.
—No - lloriqueó. — tengo miedo - habló por lo bajo, pero aún así la escuché -
—Estarás bien niña, esta tonta de aquí no estará para tu siempre - dije -
Sus ojos parecían ponerse cristalinos y alarmó a Noceda mirándome con reproche. Solo dije la verdad es todo.
