Nueva realidad - Lumity AU

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» Lo siento «

La mayor detiene su paso frente al baño general de la mansión, se escuchaban quejidos y sobre todo mucho ruido, un grupito de mucamas se encontraba en la ducha mientras una voz para nada conocida sollozaba.

—Que sucede aquí - cuestionó en el marco de madera -

—Señora Clawthorne - hizo reverencia. —lamentamos el bullicio.

—¿Quién es ella?

—Es invitada de la señorita Luz, quiere hablar con usted respecto a ella. - da a conocer -

La mujer miró con atención el rostro enrojecido de la joven quien se encontraba temerosa ante su presencia tan repentina. Suspiró y sin más se retiro de los baños para ir a la cocina, necesitaba una copa de vino con urgencia.

Habían sucedido muchas cosas para ella, ser testigo de una chica de otro mundo, regresar después de tanto tiempo, entrenar a la chica...aunque no la entrenó demasiado, Luz aprendía con rapidez y Eda sin entender solo la miraba maravillada ante el poder que la morena tenía y que sabía utilizar. La mayor de cabellos plateados y canosos, recordaba que la castaña hablaba de animes y videojuegos que le habían dejado marca a lo largo de su corta vida en el mundo donde ella pertenecía, claro que seguía sin entender, incluso agregaba palabras como friki que era eso, ¿se come?. Pero en el fondo, detrás de toda esa frescura por parte de ella, tenía miedo, por que en el corto tiempo que esa niña había llegado a su vida, se había ganado su cariño, así como se ganó los corazones y la confianza de los pobladores.

Ahora esto, dándole cobijo a una chica pelirroja que podría incluso robar la mansión cuando todos estén dormidos o peor, asesinarla. Pero allí estaba, siendo atendida por la servidumbre mientras la otra estaba quien sabe donde.

—Estoy muy vieja para esto - dijo dejando la copa de lado -

—¿Quién es la chica? - preguntó entrando a la cocina -

—Una invitada de Luz - respondió tomando otro sorbo de vino -

—¿Invitada? Adivino, le ha dado cobijo aquí porque ella no tiene a dónde ir.

—Exactamente.

La de cabellos anaranjados se acerca a uno de los estantes sacando un vaso y una botella de whisky.

—Que te preocupa

—Muchas cosas, no he encontrado el por qué de...ya sabes, las desapariciones y esas cosas - su hermana asiente. — y tu qué, ¿no deberías estar al lado del rey?

—Tengo horas libres

—¿ah si? Pues yo no - se dispuso a alejarse -

—No haces nada, así que lo dudo.

La puerta principal se abrió, la voz de los mayordomos dieron aviso de su presencia y las mayores fueron a buscar respuestas a sus preguntas sobre cierta chica.

—Hola Eda, como estuvo tu-

—¿Y bien? - preguntó de brazos cruzados -

Luz se encogió de hombros mientras sonreía nerviosa ante la mirada acusatoria de su maestra y la mirada tranquila de su "tía".