Se les podía ver caminando sin rumbo aparente, solo guiados por la mano de una persona vestida de blanco. Algunos murmuraba, otros gritaban, se resistían o les daba lo mismo si lo llevarán a algún barandal y los lanzaran de cabeza.
El área de descanso estaba repleto a pesar de que cada uno de los que la ocupaban, tenía una mesa propia con un espacio considerable para su privacidad.
El temporizador daba clic cada segundo, la tabla de ajedrez se quedaba sin piezas rápidamente, los contrincantes analizaban sus movimientos con rapidez pero con precisión, buscando la mejor forma de ganar la partida y derribar al rey o a su mejor pieza, la reina.
El vencedor no cabía en la felicidad, y el vencido miraba complacido a su oponente, sabiendo que era hora y que era bueno haber sido rebasado por su alumno.
...
Caminando por la acera, Bam exprimía un cartón de jugo, extrayendo con cuidado el contenido aún lleno.
Su entrevista de trabajo estaba por dar inicio, y estaba casi completamente seguro de que lo obtendría, tenía muy buenas referencias además de una leve experiencia, así que no dudaba que su amabilidad le sirviera.
Sus cualidades eran buenas, sus aptitudes también y no se veía precisamente como un maleante a pesar de tener el cabello atado en un moño que Hansung le ayudó a sujetar con una aguja roja que le pertenecía con una mariposa en la punta y la cara cubierta también por su pelo.
Al pasar cerca de una tienda, se dió cuenta de su aspecto, parecía ser un depresivo a punto de lanzarse del primer puente que encontrara y se preocupó por la impresión que daría a su entrevistador por lo que dividió el fleco de mejor manera, solo para sentirse más perturbado por la apariencia femenina que tenía.
Meditó sus dos opciones, parecer una mujer y hacer creer a su entrevistador que era gay o transexual, o parecer un depresivo que significaría un peligro para el trabajo que se requería. Ninguna de sus opciones era favorable, por lo que solo caminó al lugar sin estar seguro de querer ingresar hasta la oficina dónde se llevaría a cabo la entrevista.
Al entrar al área de recepción, se sorprendió de ver a mucha gente, pero de cualquier manera, se acercó para recoger su identificación y poder moverse en el enorme complejo.
- Hola, Bam - sintió su sangre enfriarse cuando escuchó su nombre, giró y miró con confusión a quien lo había llamado, un joven albino más bajo que él, le tendía un par de horquillas - para tu cabello.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Puedo ver el futuro y fue el nombre que dijiste cuando te presentabas - Bam sintió la boca seca y un nudo en el estómago, pero igualmente aceptó lo que le era ofrecido.
- Gracias.
- Tienes que ir con Hwa Ryun, ella puede ver un futuro más lejano que yo y te dirá si tú entrevista de trabajo será exitoso.
- Me disculpo señor, él es David Hockney, es inofensivo y solo dibuja demasiado - una joven de cabello negro y corto se acercó y tomó la mano del tal David con cuidado - soy Serena, con permiso y de nuevo me disculpo.
Bam solo asintió, era cierto que la mención directa de su nombre lo había sorprendido demasiado de un desconocido, pero bueno, había ocasiones que sucedían cosas inexplicables.
Usando las horquillas que le obsequiaron, sujetó los mechones de su frente, despejando su cara.
- ¿Señor Jue Viole Grace? - de nuevo creyó que su sangre se congelaba en sus venas cuando escuchó su verdadero nombre - soy Quant, vicepresidente de la institución, el presidente Lero Ro lo espera en su oficina - sintió sus alarmas bajando cuando supo la razón por la que lo conocían.
