Locura II.

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Continuación y final de la historia: Locura I.





No confíes en nadie.

Mi Agüero.

¡No confíes en nadie!

Mi Agüero.

¡No confíes en nadie!

¡¿Porqué?!

Bam notó la incomodidad de Khun mientras dormía, pero no podía hacer nada porque estaba alejado de él, hasta que se despertó de un salto, mirando a su alrededor como si buscara alguna amenaza que nadie más veía.

Khun, viendo el susto que había causado con su tan peculiar despertar, se puso de pie y se estiró para relajar sus tensos músculos.

- Lo siento ¿Estás bien?

- Las manos me hormiguean - respondió en paz, Shibisu le había advertido acerca de ser impulsivo con Khun.

- Claro, lo siento, estaba cansado y me quedé dormido.

Se acercó y desható sus manos, para después masajearlos con los propios, dando un poco de alivio al ligero dolor que tenían, además de intentar borrar la marcas que habían dejado las ataduras.

No creía que le hiciera daño, a no ser que fuera demasiado estúpido e intrépido como para retarlo, siendo que la obvia ventaja, era de Khun.

- ¿Que sucederá ahora? - se aventuró a preguntar.

Su alrededor no parecía muy diferente al psiquiátrico, todo estaba pintado de blanco, los muebles encajaban en sus lugares dando un aspecto exótico sin dejar de ser minimalista. El sofá en el que había despertado, era cómodo a su pesar, no era que imaginara una cloaca para estar encerrado, pero tampoco un lugar aparentemente perfecto, considerando la situación.

- Khun, te hice una pregunta - al hacer contacto visual, Bam quiso desaparecer, no le convenía hacerlo enfurecer y parecía lograrlo de modos que no había hecho antes, sin embargo, Khun cambió sus gestos a unos más calmos.

- Bueno, es evidente ¿No? Viviremos aquí, está es tu habitación, la mía está a lado y la casa está a tu disposición. Si deseas salir, puedes llamarme para ir contigo - sentirse ofendido no era la sensación, pero tampoco podía deducir que era lo que debía sentir.

Creyó que, después de lo dicho por Shibisu, Khun perdería la cabeza y lo trataría igual que a Hatz mientras lo tuvo secuestrado, pero se conmocionaba al saber que podría salir, que tenia una habitación propia y podía usar la casa, cuyo tamaño aún desconocía, a su propio antojo.

- Bam, siento haberte hecho pasar por todo eso, sé que te asusté pero, no pienso hacerte daño, solo, quiero estar más tiempo a tu lado sin la necesidad de horarios.

Con el cerebro sin ser de ayuda para dar una respuesta, la boca seca por lo inesperado y el estómago a punto de devolver la poca comida que aún tenía, solo le quedó observar en silencio la negación de Khun.

- ¿Me odias?

- No, solo, esto no era necesario y... Ahora te están buscando, nos están buscando.

- Bam, yo, no estoy bien y lo sabes, pero dejé que me controlaran en el psiquiátrico porque no quería hacerte daño, y no quiero que me tengas miedo o que creas que te haré algo... Pensé en múltiples soluciones antes de tener la noticia de que Nobic iba por mi - fue entonces que los recordó.

- Ellos ¿Dónde están?

- Tienen asuntos propios que atender, estamos solos... ¿Puedo continuar? - Bam concedió - obtuve todos lo medicamentos que estuve usando, sé que puedo lograr mantener la calma si me ayudas.

KhunBam (Fanfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora