Maia Afrodita Zabat. Alguna vez en su vida fue una niña inocente. Una atacada por la oscuridad. Una víctima del macabro y perfecto Leonardo Romano.
Pero, la gente cambia. Y tras una gran historia llena de sufrimiento, sudor, sangre, sacrificios y g...
Este cap y el sgte contiene nuevos personajes, por lo tanto iré anclando imágenes para guiar.
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MAIA
—Dejemos algo en claro—hablé ya hastiada—, y no quiero volver a repetirlo, por favor...
Dije mientras miraba fijamente a los dos coordinadores o mejor dicho los consiglere de Casa Nostra (asesores del capo), mientras que Patrick se sentaba lentamente a mi lado jugando con una shuriken.
—Tratas de niños, de órganos, de mujeres y prostitucion quedan estrictamente fuera de Chipre y de Casa Nostra.
—¿Que...?—habló Acke; uno de los antiguos integrantes más relevantes de Casa Nostra que había sobrevivido a la explosión.
—Me parece—contestó Blair. La segunda consiglere e hija de uno de los antiguos socios de Leo, y que para nuestra suerte, contaba con una hermana gemela idéntica llamada Luna que se encontraba infiltrada en las bases del FBI.
—¿Y eso porque?—preguntó el barbudo.
—No necesito darles razones. Simplemente, todo aquello queda fuera de mis perímetros—contesté—. Si Patrick quiere seguir con sus costumbres, allá el. Pero fuera de Chipre y de Casa Nostra.
El susodicho asintió.
Las verdadera razón era que las tratas de personas son nefastas y la prostitucion como extorsión es una de las peores prácticas que jamás había visto en estos años metida en la mafia.
Este lugar necesitaba cambios, y aquellos serían a mi manera.
Puede que haya cambiado, que sea una "mafiosa" o haya sustituido un puesto así de importante. Pero siempre seguiré siendo la misma niña que un día se subió a un bote desconocido sin conocimiento, y que luego fue usada por muchos.
Todo lo que hacía lo hacía por vengar una memoria, para defenderme a mi o incluso a los que quiero, pero los negocios de personas no eran tema de tocar, menos por mi.
—De donde sacaremos el dinero—alegó Acke. Vi su piel tostada, cabello castaño hasta los hombros y su cicatriz en la ceja.
—Pues que buena pregunta querido, Tarzan—dijo Patrick tirandose en la mesa mientras hablaba—. Nos reventaremos en pasta con los negocios y tráfico de armas, lavado de dinero y espionaje, o mejores llamados los numerales... mis famosos sicarios.
Y así era. Las cosas que permití dentro por ahora mientras yo estuviera al poder. Los tratados de armas y fabricación fue mi idea, y el resto incluyendo otras no mencionadas eran de Patrick.
