Capitulo 2

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MAIA

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MAIA

Suspire. Ya no sabía con que seguir. Repasé todos los detalles y mi objetivos, pero habían muchas rocas en mi camino que no me permitían seguir así como así de fácil.

Tenía gente, pero no la suficiente. Nos matarían en un segundo si lo querían, y aquello no lo podía permitir. Pero necesitaba, acabar con ellos. Necesitaba sentir como tenía el poder.

Y aquí el detalle. Yo era impulsiva, pero no idiota. Y si aquello implicaba esperar más para atacar con toda la fuerza, lo haría.

Era algo que me calmaría el fuego interno que tenía en llamas hace días, meses y años. Era algo que me daría tranquilidad a la hora de dormir. Vengar la muerte de mi legado, y de Leo eran mis objetivos desde que entré en prisión.

Sentí unas manos por detrás masajeando me los hombros de manera que pude relajarlos.

—Estás muy tensa.—Trav se inclinó y besó mis labios sin preguntarme, aunque ya estaba acostumbrada. Me dejé sin ganas mientras observaba su cabello café claro y sus ojos del mismo color.

—Lo se.—contesté.

—¿Sigues intentando irte contra tu padre?—preguntó cuando asentí. El era el único que sabía mi verdadera historia—o sea, no sabía que estuve liada con el capo, ni que me enamoré, ni que me embaracé y lo perdí—pero si que fui cómplice de la mafia por razones que nunca expliqué.

Obviamente el, más Patrick y Viktoria que impresionantemente habían buscado nuevamente al clan de Casa Nostra.

El pensaba que quería irme contra el FBI en venganza porque mi padre me abandonó de pequeña y encarceló, y contra la mafia rusa por poder únicamente. Y me gustaba que pensara así. Era mejor que fuera así.

—Si—volví a responder sin emoción. Pues me las habían sacado hace tiempo—. Pero no somos suficientes...

—Podemos sabotear el sistema—sugirió—. Robar información, mandar soldados a otros lugares e irnos a tomar el lugar cuando estén inofensivos. Nos daría una gran ventaja.

—Y como.

—Luce, me especialicé en lo que acabo de decir.
—me separó un mechón de mi cara—. Pero tenemos que robar el chip o información escencial de la central. Patrick estuvo de acuerdo en esto.

—Ya. Ahora. Donde está ese chip.

—Siempre lo lleva el comandante—respondió con un poco de cuidado, aunque no sabía todas mis torturas con Salvatore—. Es como un pendrive solo que un poco extraño y más largo, y lo lleva el por "seguridad".

Ya... y ahora que. Misión suicida, ya lo creía.

—Hay que infiltrarse. En cualquier evento, misión, o en la central para sacarlo—respondió como si me hubiera leído la mente—. Necesitamos un par de hombres y habilidad.

Sombras en poder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora