Capítulo 13

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La sala del consejo estaba caldeada con los humores de los miembros más viejos quienes se mostraban reacios a que su alfa abriera las puertas de su manada para recibir la nueva oleada de cambiaformas migrantes que huían de las manadas hostiles.

—Alfa, no creo que sea una buena idea abrir las puertas de nuestro territorio, sería como declarara la guerra a las otras manadas, —dijo Abel, un cambiaformas toro de lidia, el tipo tendría cerca de setenta años y estaba casado con una cambiaformas oveja, él había llegado en la época en que el padre de Khalé había comprado las tierras y abierto sus fronteras para recibir a parejas interespecies.

—Entiendo tu preocupación Abel y te lo agradezco de verdad, pero muchos de los migrantes tienen cachorros a los que hay que proteger y sabes que me mantengo fiel al legado de mi padre, esta manada aceptará a quien sea que venga siempre y cuando contribuyan al crecimiento de las manadas y no solamente eso, sino que se sometan a nuestras reglas, por lo demás crecer y diversificarnos nos permite tener poder, nos permite un crecimiento económico que tanto bien nos ha dado con familias como los Daeran, Lonesco y los Dunhill, pero son bienvenidas las familias que aporten para brindar y expandir nuestras oportunidades, —Khalé miró a cada integrante del consejo antes de continuar con su argumento, —esta manada inició los cambios que están ahí afuera, esta manada es la que ha demostrado que somos una verdadera unión, que sabemos crecer y respetar pero que también vamos a luchar si somos atacados, creo en la diplomacia, pero también sé que no todo se soluciona en una mesa de dialogo, así que espero ustedes me respalden, así como han respaldado mi matrimonio y la adopción de mis hijos.

Abel incomodo desvió la mirada, pero mantuvo una voz firme, —nos tuvimos que oponer Khalé, con tu unión, creí que ceder a la manera de pensar de las manadas hostiles era una buena idea y de esa forma los tendríamos apaciguados, pero vi que no era así, espero me perdones. Khalé observó por un momento al viejo amigo de su padre.

—Sin rencores Abel, solo espero que tu juicio no sea nublado por presiones externas, pero si volviera a suceder, el consejo tendrá que revisar a sus miembros, pues somos una manada radical, no somos como los hostiles, —todos los miembros del consejo asintieron en acuerdo y con eso resuelto, la manada Renning se enlazó en videollamadas con los líderes y consejos de las manadas aliadas, estableciendo pactos, acuerdos y alianzas de crecimiento tanto económico como demográficos, mientras se daba la alerta de que grupos paramilitares hostiles estaban infiltrándose en las manadas e intentaban crear daños.

—César, hijo, acaba de llamar Falen, la directora de la escuela, y ha dicho que hay lugar en los dos grupos, tanto para Lando, como para Toby, eso nos deja con Froilán. —al escuchar su nombre el bebé miró y sonrió, —Gracia extendió sus brazos y empezó a besar las redondas mejillitas de osito, mientras el bebé reía complacido.

—Creo que las abuelas cumplimos un rol muy importante en la crianza de los nietos, así que cuenta tanto con Danira, como conmigo para ayudarte con los niños, mientras tú ayudas al alfa a establecer a los migrantes, — Danira y Gracia habían hablado de su rol como abuelas y para ellas fue muy agradable saber que ambas estaban en el mismo canal en cuanto a los nietos.

—Gracias mamá, gracias Danira, les tomaré la palabra en cuanto al cuidado de los niños, porque tal como vimos en la televisión, los éxodos son masivos en las manadas y se avecina mucho trabajo.

—Sí hijo, — la mano de Danira apretó ligeramente la de César, pero en su mirada había preocupación y alarma, —muchas manadas hostiles van a recrudecer su trato con todas las mandas que apoyan la diversidad.

—Eso es algo que ya están haciendo, —aclaró César con una sonrisa débil, —ya ven que ahora hay reunión de consejos y alfas de las manadas aliadas, los conservadores están cerrando sus fronteras y no quieren comerciar con las manadas radicales y las relaciones entre conservadores y radicales están muy álgidas.

Maestro de un loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora