El Reencuentro ✔️ [YA EN FISICO]

14: ¡Sorpresa!

14

¡Sorpresa!

Alejandra

Bajo un segundo la guardia y ese imbécil intenta besarme. ¿Quién se cree que es?

La noche del cumpleaños de su abuelo, Juan José me beso, pero recuerdo que fue un beso tierno, como si le diera miedo romperme los labios no hablamos sobre eso esa misma noche, fue imposible. Pero en el momento que quise ir a hablar con él lo encuentro en la cama con su novia.

Todo fue difícil, mi edad y faltas de madurez influyeron. Supongo que por eso fue tan difícil al principio.

Ya voy llegando a casa sola, ya que a mi abuelo se le hizo tarde salió con unos amigos y se olvidó del acuerdo de nieta y abuelo. El suele olvidar sus berrinches. Pero al parecer él no es el único olvidadizo.

Mis hermanas llegan hoy, y digo hermanas porque a mi prima la considero como una.

Ya son todas unas adolecentes. Graduadas, y próximas universitarias con solo quince años, no puedo ni expresar o el gran orgullo que siento con palabras ya que no me alcanzaría en tiempo.

Llegamos a casa. Alexander me abre la puerta del auto se siente una ligera música de Ariana Grande ya que es la música que le gusta a Loren.

Entro y veo que mi abuela está organizando la mesa para la cena, recuerdo que deben agregar un plato más ya que vendrá el idiota de Juan.

Llego junto a mi abuela

—Hola abue—la abrazo.

—Llegas justo a tiempo.

— ¿Y eso?

— ¡Buenas noches familia preciosa!— Son Luisa y Abigail.

Mi corazón brinca en mi pecho de alegría y lo primero que hago es dejar mis tacones y salir corriendo hacia ellas para abrazarlas.

Se me vienen miles de recuerdos de cuando estábamos pequeñas antes del trabajo y responsabilidades hubieron juegos, risas, cenas, actividades familiares y momentos de tristeza. Por eso siempre he dicho que la familia es incondicional.

Soltamos nuestro tierno y conmovedor abrazo y ellas terminan de saludar a todos.

—Gracias por traerlas a casa, abuelo—lo abrazo—.Yo hoy tuve demasiado trabajo y apenas me acorde que hoy llegaban de Londres.

—Tranquila yo tampoco sabía—dice mi abuelo—. Me llamaron a mí porque nadie pasaba por ellas al aeropuerto y llevaban esperando más de una hora.

— ¡Ay por Dios!—mi abuelo y yo soltamos a reír mientras que Luisa y Abigail nos daban una mirada asesina.

Después de ese reencuentro muchas cosas ahora tenían sentido.

Una hora más tarde que se basó en platica y lágrimas, Gabriela nos contaba las constantes travesuras que hacían al principio y como hacían correr a sus tutoras.

A pesar de tener tan solo quince años son muy inteligentes, tienen un canal en YouTube sobre todo tipo de tutoriales, maquillaje, diseños de ropa, experiencias y viajes.

Ellas durante sus vacaciones viajaban por toda Inglaterra.

El timbre se hace escuchar y todos nos miramos.

—¿A quién esperamos? —Cuestiona mi abuelo.

—Mientras no sea Loren, la verdad no esperamos a nadie más—dice mi abuela mientras se acerca abrir la puerta.