29: La primera cita

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La primera cita


Alejandra

Me quedan exactamente veinte minutos antes de tener que volver a ver a Juan y aun no estoy lista.

— ¡Aleja!—Grita Loren afuera de mi habitación mientras toca la puerta bruscamente—. ¡Abremeeee!

Corro rápido hacia la puerta mientras me pongo mis shorts.

—Oh por Dios ¿Qué te paso en la muñeca?—Me centre en su muñeca, la traía vendada.

—Larga historia—Dice y yo la miro confundida—. Digamos que a tarzan le gusta recibir golpes.

—No, no, no, no ¿Lo golpeaste en la cara?

—Si.

— ¿Contexto?

—Sí, te contare pero, ¿A dónde vas? ¿Por qué estas tan apurada?—pregunta y se sienta en la cama mientras yo termino de ponerme mis sandalias.

—Tengo una cita—me sonrojo.

Termino mis sandalias y corro a buscar un cepillo para peinar mi cabello húmedo.

— ¿Lucas te volvió a invitar?—tuerce la boca en desagrado.

—No dije que fuera Lucas—le guiño un ojo.

Ella piensa un poco y luego brinca de la cama a abrazarme.

— ¡Estas de broma!

Salta de la felicidad y se lastima la muñeca haciendo una mueca de dolor.

—Ven te ayudare con eso antes de irme.

Pido en la recepción un kit de primero auxilios y unas vendas. Aplico una pomada caliente tapo completamente su muñeca con la venda.

—Listo.

—Gracias—me mira sonriente—. Lo golpee porque se puso celoso.

— ¿Qué?—solté una sonora carcajada mientras que ella con su otra mano me empujaba suave.

—Te lo contare todo apenas se de la oportunidad—sonríe—. Ahora corre, tu hombre de espera.

—Gracias.

Y salgo a buscar a Juan.

El recorrido en auto solo duro aproximadamente diez minutos. Mis ojos sostenían una venda mientras que Juan sostenía con una mano mi cintura y con la otra mi mano guiándome.

Mis pies sintieron la arena y el ruido de las olas, era obvio a donde me había traído pero, ¿Con que fin? Poniéndome a pensar, era lindo venir al mar después de la noche que pasamos juntos, se me hace romántico de su parte.

—Aun no abras los ojos, socia.

—No lo haré. Pero rápido que me estoy muriendo de curiosidad.

—Quítate la venda, ahora.

Mis manos ansiosas y torpes quitaron la venda con rapidez y mi vista se perdió en el mar y un segundo después mire hacia un lado y ahí estaba el, sonriéndome con esos labios y sonrisa que tanto me gustaba observar. Estaba parado a un lado del almuerzo que tenía preparado para mí, y por primera vez me sentí muy afortunada ya que ningún hombre había hecho algo así por mí.

Mi plan era seducirlo y no caer en el intento ¿Verdad?, pero son cosas que uno no puede controlar. Y si mundo, estoy enamorada, estoy completamente enamorada de mi socio.

El Reencuentro ✔️ [YA EN FISICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora