El Reencuentro ✔️ [YA EN FISICO]

40: Si a todo menos al divorcio

40

Si a todo menos al divorcio

Angel

—Estoy embarazada.

Mi primer impulso fue paralizarme y correr a abrazarla para decirle que no estaba sola y que era la mejor noticia.

— ¿No estas enfadado?—cuestiono ella.

—Jamás. Creo que es la primera vez en años que me siento completo.

Eso fue lo que le dije una semana atrás a mi chica.

Lágrimas de felicidad recorren mis mejillas. Hace tanto que no recibía buenas noticias que pensé que la felicidad ya me había abandonado. El universo me dio una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharla, pienso tener a Loren conmigo y para siempre.

Sé que es demasiado pronto, que todo había pasado solo en meses, pero hace tanto no me sentía tan feliz que incluso mi corazón me lo agradecía.

— ¿Qué haces?—mi mejor amigo entra en mi oficina sacándome de mi burbuja.

—Pensaba.

— ¿En qué?—cuestiona acostándose boca abajo en mi sofá.

—No desordenes mi oficina, acaban de limpiarla.

—Hoy Alejandra no me llamo, ¿Crees que se esté arrepintiendo de casarse conmigo?—lloriquea—. ¿Qué hago? No quiero que se arrepienta y...

—No esta arrepentida. Esa chica te ama.

— ¿Por qué no me ha llamado entonces?

Y justo en este precioso momento es donde comienzo a sudar. Ayer después de que Loren me dijera que estaba embarazada, me conto que Alejandra también había tenido ciertos síntomas. Como cambios de humor y fatiga.

Con mi chica, llegamos a la conclusión de que podía ser embarazo también, pero preferimos dejarlo pasarpara que ella no se sintiera nerviosa.

—Seguro debe de estar muy ocupada. Hoy es la despedida de soltera que le preparo Loren.

— ¿Loren fue quien preparo su despedida de soltera?—asentí—. Oh no.

— ¿Que?

— ¿Sabes lo bonita que es mi chica?—me encogí de hombros. ¿Eso que tiene que ver?—. Tu chica aprovechara la situación para llevar a mi Alejandra a bares de mala muerte.

—Tú asistías a ese tipo de bares.

—Pero ese no es el punto—se levanta de sofá indignado para beberse mi botella de agua en menos de cinco segundos.

— ¿Cuál es el punto?

— ¿Y si se enamora de otro? Seria culpa de Loren.

— ¡Oye! No culpes a mi chica por tus inseguridades.

— ¡Angel!

— ¿Que?

—No soy inseguro—Dijo convencido. No pude evitar reír—. Solo estoy nervioso.

—Juan—me levante y rodee mi escritorio para quedar frente a el—. Vamos a beber algo y olvidémonos de las chicas por un rato.

—Es imposible cuando sé que mi prometida está en un bar de mala muerte y rodeada de hombres buscando a una chica gentil y bella para llevarla a la cama.