Miro por inercia la ventana de mi oficina fijándome en los transeúntes que se mueven por toda la calle, doy un suspiro de cansancio mientras empiezo a estirar mi cuerpo, tengo bastante tensión acumulada, necesito un buen masaje.
Mi móvil vibra sobre la mesa, lo miro fijándome que es un recordatorio de Gus que me avisa de ir a la sesión de esta tarde y bufo con cansancio por haberlo olvidado. Luego contesto al mensaje de Leo, hace unos días fue que nos besamos por segunda vez y aún se mantiene dando vueltas por mi mente... ¿por qué mi cuerpo no reacciona a él?
En la noche que lo conocí, sé que nos besamos, pero creo que fue el alcohol irrumpiendo en mi cuerpo que me noté acalorada con él, pero... ¿Por qué ahora no?
Sigo con el mensaje de Emily que me envía una foto haciendo un puchero y vestida con el típico vestido pomposo de época, realmente me encanta cómo se ve y se lo hago saber enviándole un audio.
No recibo respuestas suyas y me froto los ojos mientras sigo con el trabajo del día. Tras estar un par de horas, redactando el presupuesto que se necesitará para la próxima campaña de publicidad, dejo la oficina y me dirijo al salón, donde se realizan las sesiones.
Veo a la gente moverse de un lado a otro, algunas chicas posando frente a la cámara, Gus gritando continuamente de que no encuentra las nuevas prendas, Lidia y Charlie cotilleando entre ellas, y por fin, llego a Dominic, quien se encuentra de espaldas dándole indicaciones al grupo de chicas que lo ven atentamente y embelesadas.
Bufo molesta y hago una mueca rodando mis ojos.
—Claudia, preciosa, aquí estás —chilla Gus llamando la atención de todos —necesito que te pongas el conjunto catorce, así que vete a cambiar... allez, allez —suelta en francés lo último.
Siendo empujada por él me voy hacia el primer probador que encuentro junto a la bolsa, dejo mis cosas ordenadas sobre el pequeño armario donde solemos guardar nuestra ropa y me cambio con rapidez.
El conjunto consiste en un sujetador deportivo, que al verme al espejo, realza bastante la forma de mi pecho y los eleva un poco, unos pantalones cortos que se amoldan y resaltan mi culo haciéndolo ver más firme y redondo.
Giro varias veces por el espejo y sinceramente, me gusta mi cuerpo, antes no solía apreciarlo, pero he aprendido a quererlo y aceptarlo. No tengo realmente un vientre plano, tengo una pequeña barriga que cuando estoy con mi período se hincha bastante, tengo varias estrías a los lados de mi abdomen y en mi culo.
Tengo curvas, mi pecho no es demasiado grande ni pequeño, sino que es más un tamaño medio, mi trasero tampoco es la gran cosa, lo tengo levemente levantado y ya. De pequeña, solía ser más delgada y sin forma, pero conforme crecí cambié mucho y el ejercicio ayudó bastante.
Salgo de mis pensamientos cuando me enfrasco en el bullicio que hay en el salón. Gus sigue gritando de que no encuentra varios conjuntos, el grupo de chicas ya no está con Dominic, pero si hay una que no le quita los ojos de encima y le hace miradas tiernas.
Lidia y Charlie se acercan a mí.
—Por dios, no se puede ser más evidente... —suelta Lidia viendo a Macarena.
—Esa ve a quien sea y se le lanza... —musita Charlie tomando un sorbo de su bebida.
Hago una mueca y no entiendo por qué me encuentro molesta. Niego y suelto un suspiro agotada, ambas chicas se me quedan viendo durante un rato.
Los ojos saltones de Lidia aparecen demasiado cerca de mi cara, tanto que su pelo rubio choca con mi rostro cuando da dos pasos hacia atrás.
—¿Qué? —digo sonando bastante desagradable.
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TEACH ME © ✔
Romantik[+18] Claudia Amery era una chica que siempre estaba enfrascada en la lectura y a sus veintidós años, nunca había tenido una relación con nadie, según ella, porque ningún ser llegaba a los pies de sus amores literarios. Tras haber terminado la unive...