Tiro de su camiseta hacia arriba mientras mis manos se deslizan por su abdomen, mis labios se mueven con fiereza sobre los suyos.
Lo tiro sobre su cama, subiéndome sobre él a horcajadas, mientras bajo mis labios por su cuello, bajando por su pecho y moviendo mi lengua sobre su pálida piel. Me bajo de la cama para ponerme de rodillas.
Sus pantalones muestran cierto bulto que me hacen sonreír con malicia y paso mi lengua por mis dientes, él me mira con la respiración bastante alterada.
Abro sus piernas para colocarme en el hueco, acerco mi boca hacia el bulto oculto tras el pantalón y cojo entre mis dientes la hebilla de la cremallera, mientras lo bajo con delicadeza, lo miro directamente a los ojos, que se encuentran bastante dilatados.
Tiro de su pantalón, sacándolo. Él hace que me levanté para volverme a besar, uniendo nuestros labios que saben a vino, saboreo el suave y dulce sabor que emerge de sus labios, pero... no me calienta.
Ya empiezo de nuevo, no, no... por favor, maldito cuerpo.
Mi vestido de botones se encuentra desabrochado dejando a la vista mi pecho cubierto por el sujetador negro. Me había vestido esta noche para una cena que tenía con Leo y hemos acabado en su ático, en un momento bastante calenturiento... pero no reacciono a él, cuando él si lo hace.
Mierda... ¿qué hago?
—Claudia... —suelta en un tono ronco —Detente, por favor... —dice mirándome preocupado —¿Pasa algo?
Niego e intento volver a besarlo, pero él me detiene por mis hombros.
—No, no lo haremos, Claudia... —me dice negando mientras me detiene, muerdo mi labio realmente molesta conmigo misma —. No estás bien y lo noto —bajo la mirada avergonzada — Hey, mírame... —toma mi barbilla entre sus dedos y hace que lo veo — ¿Qué te pasa?
—Leo, tú no eres el problema... soy yo... ¡maldita sea, soy yo la del jodido problema! —respondo alterada tapando la boca con la mano, mientras respiro agitadamente...
—No, tú no lo eres, Claudia... —me mira con compresión —Hay algo más que te afecta... ¿Qué es eso?
Que la vida es una puta mierda y me hace enamorarme de mi mejor amigo...
—Yo... —acabo contándole todo, desde que Dominic regresó hasta lo que ocurrió hace una semana... —. Creo que me he enamorado, pero me niego a aceptarlo.
León me mira compresivo y me abraza estrechándome contra su pecho, donde logro soltar lo que he estado reteniendo.
—Te entiendo perfectamente, Claudia —me susurra acariciándome la espalda.
—¿También te has enamorado de Dominic? —digo sorbiendo mi nariz y suelto una carcajada, él me acompaña.
—Eres todo un caso... —dice riéndose —. Me pasó, exactamente lo mismo, tuve una amiga que bueno conocía desde pequeño... lo intentamos, pero ella acabó cansándose de mí y me puso los cuernos... teníamos tantos planes juntos, había pensado en pedirle matrimonio... menos mal que no lo hice... porque si no hubiera gastado dinero innecesariamente.
Lo miro sorprendida al saber eso sobre él.
—No sé qué decirte... —respondo con sinceridad bajando mi mirada.
—Y no hace falta que lo digas... solo tuve la necesidad de compartirlo. Si Dominic no te acepta, él se lo pierde... Claudia, no te engaño, me pareces una mujer atractiva y preciosa... ¡Joder! Solo mírate... —dice moviendo la mano de arriba abajo —. No te voy a mentir diciendo que no me gustas, claro que lo haces... pero siento que no somos compatibles.
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TEACH ME © ✔
Romance[+18] Claudia Amery era una chica que siempre estaba enfrascada en la lectura y a sus veintidós años, nunca había tenido una relación con nadie, según ella, porque ningún ser llegaba a los pies de sus amores literarios. Tras haber terminado la unive...