Capítulo 19

280 23 7
                                    

Maratón 1/6

—¿Qué haces aquí? —pregunto enfurecida, él solo me mira como si me comprendiera.

—Claudia, yo... te necesito —me mira con lágrimas en los ojos.

Siento como todas las personas nos miran, pero me da igual estar montando un espectáculo.

—Tú, rata, ven aquí... —grita Emily a sus espaldas, pero al fijarse en mí, se detiene y abre la boca sorprendida —Cielo...

Paso por un lado de él, sin volver a verlo y me detengo donde está Emily.

—Dile a mi madre que despida a las personas, la fiesta ha terminado —hablo con total seriedad y me voy hacia las escaleras.

—Claudia,espera, por favor —suplica.

—Dominic, ahora no... —escucho que Emily le dice.

Camino hacia mi habitación, abriéndola para encontrarme a Eddie y Ash mirando la televisión, miro extrañada a mi hermano.

—Hemos entrado por la puerta delantera para que no lo viera —dice Eddie ante mi mirada y apunta a Ash — ¿Qué hace aquí, Clau?

Se levanta para abrazarme.

—No lo sé... —contesto cabizbaja.

Me siento sobre la cama y miro a Ash bastante entusiasmado con la serie de dibujitos que están poniendo en la televisión. Al cabo de unos minutos, Eddie baja avisándome que cualquier cosa que necesite que lo llame.

Pasamos casi todo lo que resta de tarde encerrados en mi habitación, mamá ha venido a tocar la puerta para decirme que se habían marchado todos los invitados y mis amigos, además de venir a despedirse.

Salgo de mi habitación cuando a Ash le da hambre.

—Quédate aquí, te traeré algo de comer —le digo mientras él sigue mirando absorto la pantalla.

Voy encendiendo poco a poco las luces, al estar todo tan oscuro. Al momento de llegar a la cocina, me llevo un susto cuando veo una figura sentada sobre la mesa mirando su móvil.

—Por dios, no me des estos sustos —digo con una mano en el pecho y enciendo la luz para fijarme en él.

—Claudia... —dice con un tono de voz bastante apagado e intenta darme una sonrisa, pero le sale una mueca.

Escuchar mi nombre a través de sus labios, provoca que ciertos sentimientos que creía muertos renazcan y parecen que lo hacen con más fuerzas, porque siento cómo me paralizo.

Estamos a una distancia bastante considerable, pero aun así su presencia me está matando, poco a poco.

—¿Q-qué haces aquí? —pregunto tartamudeando.

—Tu madre me dejó quedarme, quería hablar contigo —me dice mirándome.

Su mirada sinceramente me está quemando.

—No hay nada de lo que hablar, Dominic —pronunciar su nombre después de años, es raro.

—Sí, que lo hay... —agacha la cabeza y le veo juguetear con sus manos, está nervioso —quiero pedirte perdón por todo... la manera en la que te oculte las cosas... el dejar que Irina te tratase de esa forma, el irme sin darte explicaciones... todo.

Lo miro incrédula... no sé si creerle...

Me quedo callada solo observándolo.

No parece él...

TEACH ME © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora