Me encuentro con Emily y mis compañeros que trabajan conmigo en la empresa M&F, entre ellos algunas de las chicas que son modelos.
Era un viernes por la noche, habíamos decidido salir para despejarnos de la tediosa semana que habíamos tenido en el trabajo.
—Ronda de tequila —Gritó emocionada Charlie dejando una bandeja sobre la mesa en la que estábamos reunidos.
—¡Sí! —chillamos emocionados tomando un shot cada uno.
Empezamos a beber y a reírnos, contando anécdotas estúpidas o quejándonos del trabajo. Llevaba tres días sin ver a Dominic, al final, ese día no pudimos vernos para que él se despidiera de mí y solo me envió un mensaje diciendo que me echaría de menos.
No me molesta, sinceramente, solo somos amigos.
Amigos que tienen una vida sexual activa entre ellos.
Sólo somos amigos, sólo eso.
Perdí la cuenta de cuánto había bebido y pasamos de estar sentados a bailar alguna que otra canción que se escuchaba en la discoteca, lugar al que decidimos movernos cuando el bar cerró. Bailé descontroladamente junto a Emily.
Me sentía extasiada y feliz mientras me movía, una sensación de libertad me embargaba. El calor seguía consumiéndome mientras bailaba al ritmo de alguna canción de Rihanna, Emily se pegaba a mi cuerpo y así, ambas bailábamos para no perdernos de vista y para que ningún imbécil viniera a estropearnos la noche.
Habíamos quedado muy pocos conforme la noche fue aumentando, Gus se había ido con un morenazo al que no le había quitado el ojo desde que entramos en el local, Charlie y Lidia bailaban entre ellas intentando seducir a un grupo de chicos que las miraban.
La discoteca se fue llenando hasta el punto de que era imposible encontrar un alfiler, pero yo seguía junto a Emily, quien seguía mis movimientos y yo los de ella.
La noche acabó cuando el local nos sacó a patadas porque eran más de las cinco de la mañana. Perdimos de vista a Charlie y Lidia, pero al poco tiempo, me enviaron un mensaje de que no nos preocupáramos de ellas que ya tenían diversión para seguir la noche, seguido de un Emoji con la cara pervertida.
No sé cómo hicimos Emily y yo para llegar a su casa, ya que ambas estábamos demasiado borrachas. Mientras Emily dormía en su habitación, yo acabé en el baño tomando una ducha.
El agua fría caía sobre mi cuerpo que se sentía demasiado acalorado y encendido, salí de la ducha cuando me sentí como una pasa arrugada y me acerqué al espejo donde me observé.
Mi cara estaba sonrojada y tenía la mirada de borracha, sí se puede llamar así ese tipo de caras.
Miré mi móvil sobre el lavamanos y lo encendí, viendo un mensaje reciente de Dominic dándome los buenos días, debido a que en Francia ya eran las siete y media de la mañana
Sonreí con malicia y decidí hacerle una videollamada, la cual él aceptó y pude ver que estaba desayunando algún tipo de cereales.
—¿Qué haces despierta a las cinco de la mañana, bicho? —dice llevándose la cuchara a la boca.
Voy a mencionar que no tenía puesta ninguna toalla y que en la videollamada solo mostraba mi cara. Sin decirle nada, cambie la cámara, mostrándole el espejo que enseñaba detalladamente mi cuerpo desnudo y húmedo por la ducha reciente.
Las gotas caían por todo mi cuerpo y mi pelo se encontraba recogido en un moño extraño que logré hacer, no sé cómo.
Su cara pasó de una tranquila a una estupefacta, soltó la cuchara y cayó haciendo un ruido fuerte.
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TEACH ME © ✔
Roman d'amour[+18] Claudia Amery era una chica que siempre estaba enfrascada en la lectura y a sus veintidós años, nunca había tenido una relación con nadie, según ella, porque ningún ser llegaba a los pies de sus amores literarios. Tras haber terminado la unive...