Tres años después...
Abro los ojos encontrándome con unos verdosos que me miran con mucha emoción, está acostado encima de mí y su naricita presiona la mía mientras hace un ruidito molesto con su boca.
—Ash, ¿qué pasa, bebé? —digo levantándome y bostezando mientras me tapo la boca con la mano.
—Hambre... —dice abriendo la boca y apuntándola con su dedito.
—Bien, bajaremos a desayunar, bebé —le digo sonriéndole y le doy un besito sobre su pelo desordenado.
Mientras voy hacia el baño, lo veo acomodarse en mi cama abrazando su peluche de ardilla y encender la televisión que tengo en la habitación.
Me lavo los dientes y peino mi melena, que está larga al igual que hace unos años y ha vuelto a su color natural. Tras hacer mis necesidades, salgo para encontrarme a mi bebé mirando atentamente la televisión.
Su pelo castaño cae en unas pocas ondas y se encuentra desordenado, sus ojos verdes miran atentos la pantalla y viste su pequeño pijama de patitos, y sí, cómo podéis suponer es un regalo de su tío Eddie.
En pocas palabras, puedo decir que es la viva imagen de Dominic en miniatura.
—Bebé, vamos a desayunar —él apaga la tele y me sigue bajando con delicadeza las escaleras.
Mientras preparo su desayuno lo veo jugar en el jardín en la zona de juegos que mandé a construir, es muy parecida a la que hay en casa de Marta, suelo visitarla y ella suele hablarme de lo poco que sabe de Dominic.
No suele hablar mucho con su hijo y me lo hace saber, preguntando si yo sé algo, cuando soy la menos indicada.
Cuando ella conoció a Ash, se sorprendió bastante más por los ojos verdes que posee, no quiso indagar demasiado, pero sé que intenta preguntarme quién es el padre... evito hablar de ello siempre que puedo.
Llamo a Ash cuando tengo el desayuno listo y él viene corriendo, se sienta en su sitio, empezando a comer las tortitas que le he cortado y bebiendo su leche. Me siento a su lado y empiezo a desayunar.
Me cuenta sobre sus dibujitos animados, lo que mucho que le gusta ir a la guardería y que nos apresuremos para irnos ya. Niego divertida al verlo divagar en lo suyo.
Le ducho cuando termina de comer, le visto poniéndole su uniforme, le preparo su bolsita y me visto para después irme al trabajo, aún sigo trabajando en la empresa M&F y aunque, hubo un tiempo en el que no pude continuar como modelo, el puesto aún aguardaba por mí, pero sabía que ese no es el futuro que quería, así que lo rechacé.
Subimos al coche, que me costó conseguir y nos ponemos en marcha, miro a Ash sentado en la parte trasera en su silla especial mientras juega con la tablet. Llegamos a la guardería, que está bastante cerca de mi empresa.
Me despido de mi bebé dándole varios besitos por toda su cara suavecita y tierna, lo suelto cuando empieza a quejarse y lo veo marcharse hacia el centro, se gira y se despide con su mano.
Me giro para ponerme en marcha hacia la empresa.
[...]
Espero por Ash, mientras estoy sentada sobre el capó observando varios correos de la empresa, que ha decidido darme el mando de un nuevo proyecto de una nueva campaña de publicidad.
Escucho un gritito infantil, alzo mi mirada, me bajo y veo a mi bebé venir corriendo hacia mí, me pongo en cuclillas y extiendo mis brazos para que cuando él llegue darle un fuerte abrazo que siempre acaba con besitos por toda su cara, mientras él se queja.
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TEACH ME © ✔
Dragoste[+18] Claudia Amery era una chica que siempre estaba enfrascada en la lectura y a sus veintidós años, nunca había tenido una relación con nadie, según ella, porque ningún ser llegaba a los pies de sus amores literarios. Tras haber terminado la unive...