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Capítulo 17

Despierto con muchas luces que me ciegan lo que hace que vuelva a cerrar mis ojos y cuando siento lejana la molesta luz, los abro encontrándome con Emily, Darius, Leo y un doctor mayor mirándome.

—¿Qué me ha pasado? —pregunto y carraspeo intentando aclarar mi voz.

Emily me pasa un vaso de agua que acepto agradecida.

—Se ha desmayado, señorita Amery —contesta el médico observando la tablilla entre sus manos con toda mi información —Hemos realizado varios análisis, pero antes me gustaría preguntarle ciertas cosas...

—Adelante...

—¿Ha presentado síntomas como mareos, vómitos, falta de apetito, palidez, pérdida o subida de peso? —pregunta observándome por encima de sus gafas.

—Vómitos, palidez y puede que pérdida de peso, pero no entiendo por qué si he estado comiendo lo que suelo comer diariamente —respondo mirándolo, él frunce el ceño y apunta algo sobre la tablilla.

—¿Alguna comida en especial que haya deseado mucho? —niego, él vuelve a apuntar —. Hábleme sobre su período, ¿le ha venido regularmente? —le miro sin comprender exactamente hasta donde quiere llegar y niego.

—No, tengo un implante anticonceptivo, que suele cambiar el ciclo menstrual según lo que me explicó mi ginecóloga...

—Entiendo, eso lo tengo aquí —dice apuntando mis datos informativos —. ¿Cuándo fue la última vez que le vino?

Empiezo a hacer cálculos.

—Hace unos dos meses y medios —respondo mirándolo y él lo apunta.

—¿Sabía que el implante empieza a funcionar días después de que su período termine? ¿Tuvo relaciones durante ese tiempo sin protección? —me quedo pensativa, removiendo mis pensamientos hasta que se me viene el día que lo hicimos en mi empresa.

—Sí, creo que fue dos días después —confieso, Emily quien se ha dado cuenta de la situación se pone una mano sobre la boca.

—Pues, señorita Amery... no puedo darle más que la enhorabuena... está usted embarazada —lo dice con una sonrisa en su cara mientras que siento que mi mundo se cae...

Esto no puede ser real

No, no puede serlo...

Emily me mira con lágrimas en los ojos, sospechando quién puede ser el padre y empiezo a llorar descontroladamente. El médico abandona la sala y Leo es quien se acerca a abrazarme.

—Creo que me doy una idea de quién puede ser el padre... —me dice mientras me estrecha contra él.

Me quedo estática durante unos minutos sin saber reaccionar. Emily me acompaña durante todo lo que resta de la noche y le agradezco a los chicos por mantenerse con nosotras, pero les digo que se marchen y descansen, ellos me prometen que volverán.

—Cielo... ¿estás bien? —me dice sentada sobre el sillón.

Mientras miro el amanecer emerger por la ventana, me giro a verla.

—No sé... —respondo sin llorar, siento que ya lo he hecho suficiente —. Todo esto es demasiado...

—Debes decírselo —Habla Emily —. Debe saberlo, si quieres que te acompañe, voy encantada, cielo.

Asiento ante lo que dice. Me dan el alta al mediodía, Emily se encarga de avisarles a los chicos de que no vengan y nos ponemos en marcha para ir hacia la casa de Dominic.

Dije que se había acabado, pero ahora con... esto, simplemente no puedo.

Le indico a Emily donde es y saludo al señor de seguridad que nos deja paso al conocerme, aparca el coche frente a la casa de Dominic, salgo del coche para llamar a la puerta, pero nadie viene a abrir. Lo hago durante varios minutos e incluso le llamo pero él simplemente no responde.