Escenarios BNHA y tu ⚠️Tóxicos⚠️

✨Sero Hanta✨

—Osea, si comprendo, pero no veo que gano yo con eso—

—Por favor Sero, sabes que no te pediría nada si realmente no lo necesitara—

—Meh, no lo sé _____, prefiero evitar la fatiga, disculpa—

Un suspiro te abandonó con desesperación, diste unos cuantos pasos siguiendo una pequeña recta imaginaria, juntaste tus manos entrelazando tus dedos y dejaste tus pulgares fuera, llevando la punta de estos a su boca, separando tus labios dejando acceso a tus dientes para morder ligeramente tus uñas.
Mirabas a diferentes puntos, seguramente pensando en qué hacer para solucionar el problema que tenías encima, traté con esfuerzo no sonreir ante tu alterada expresión.

Me gustaba que de alguna forma me necesitaras tanto al punto de rogar.

Me sentía útil en tu vida y eso me gustaba, pero al mismo tiempo, tenía esta necesidad de verme desinteresado, para que no notaras mi alegría.

—Mira, puedo ayudarte— Declaré y tu levantaste la vista con un brillo en tus ojos que delataban un rayo de esperanza. — Pero a cambio me invitarás la merienda de los próximos 5 días, ¿Qué te parece?

Dejaste caer tus brazos y tu rostro cambió de una cara esperanzada a una que demostraba la decepción con una mezcla de aburrimiento y molestia, torsiste los ojos y negaste comenzando a caminar, con intensiones de irte.

—¿Sabes qué? Olvídalo, ni siquiera sé porqué se me ocurrió pedirte ayuda a ti — Admitiste en voz alta sin siquiera voltear a verme.

Algo desconcertado y con un repentino sentimiento de culpabilidad me levanté de mi lugar para seguirte rápidamente.
No sabía exactamente qué era lo que me había impulsado fuera de mi silla, quizá el susto por tu reacción o ese presentimiento de que ibas a pedirle ayuda a alguien más.
Nunca habías reaccionado así, era la primera vez que no aceptabas una de mis propuestas, bueno, más bien la primera vez que la rechazabas directamente, y no sólo eso, nunca me habías mirado con tanta negatividad como hasta este momento.

—Oye, espérate ______, ¿Porqué te pones así? yo te lo propuse en buen plan— Intenté frenarte con mis palabras pero no pareciera que fueras a hacerlo.

—Lo sé Sero, pero si tengo que estar rogando por un poco de ayuda entonces creo que sería mejor que arreglara las cosas por mi cuenta—

—Comprendo, pero, no tienes que enojarte, tu más que nadie sabe que nada en la vida es gratis—

Te frenaste de repente haciendo que chocara contigo, no había reaccionado a tiempo y cuando menos lo esperaba te volteaste a hacerme frente.

—¡Ya lo sé Hanta! ¡Pero no esperaba que mi propio amigo fuera tan avaricioso como para no darme una jodida mano así como yo lo he hecho!— Dijiste fuerte y alto, haciéndome entender que te habías enfurecido.

Yo me quedé pasmado en mi lugar un poco en Shock, nunca te había visto de esta forma, tu rostro estaba algo rojo, seguramente por el esfuerzo de no molerme a golpes.
¿Así lo veías tú? ¿Así era yo? ¿De verdad no te he ayudado sin pedir nada a cambio en todo este tiempo?

—Y ya me quedó claro que lo único que mueve tu maldito trasero es una recompensa, así que disculpa por hacer que perdieras tu valioso tiempo, pero no me hagas perder el mío, me largo, tengo un problema que resolver—

Y con pasos firmes te diste la vuelta, con total intención de seguir con tu camino, pero antes de que te fueras alcancé a tomarte del brazo, me miraste con algo de sorpresa, y yo, hecho un nudo de vergüenza me atreví a hablar.

—Disculpame, la verdad no... No sabía que te sentías así —Me disculpé intentando ser lo más sincero posible— De verdad lo siento, aún puedo ayudarte si quieres, pero, por favor perdóname—

Me miraste un par de segundos, y relajaste tu expresión, otro suspiro te abandonó y te soltaste de mi agarre sin brusquedad, te cruzaste de brazos mirándome con desconfianza.

—¿Que vas a querer a cambio? — Preguntaste sin mucho ánimo.

— ¿Que te parece un beso? , justo aquí— Señalé mi mejilla con algo de burla.

Vi perfectamente como tu rostro se teñía de un leve color carmín, torsiste los ojos y tomaste mi mano para jalarme junto contigo.

—En cuanto me ayudes con esto te lo doy—

A fin de cuentas volví a salir ganando, como siempre había sido.