🎤Hizashi Yamada🎤

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Caminaba por los pasillos de la escuela de lo más relajado, llevaba conmigo unos exámenes que le había hecho a alguna de las clases a las que enseñaba, pensaba en revisarlos en la sala de maestros, ese lugar siempre era tranquilo y el ambiente me ayudaba a concentrarme.
Abrí la puerta estrepitosamente, como era mi costumbre, y al notarte en uno de los asientos del lugar me acerqué a ti.

-Ah, Mic, me asustaste- Dijiste con una mano en tu pecho, al parecer te sobresaltaste por mí repentina aparición.

-Disculpa, My friend~, no era mi intención - Me disculpé con actitud relajada mientras me sentaba a tu lado para poder usar una de las computadoras- ¿Que estás haciendo? ¿eh? ¿Porque tanto silencio en este lugar? -.

- Mic, estamos en el trabajo, no en una reunión amistosa, además no ves a mucha gente por aquí con quién platicar ¿verdad? - Comentaste con diversión mirándome un par de segundos para devolver tu vista a las computadoras.

Aunque algo se me había hecho diferente, tenías un aura diferente a la de costumbre, y tus ánimos e veían un poco forzados.

-Tienes un punto, y por favor honey, ya te dije que no tienes que puedes llamarme Hizashi -

-Lo haría, pero luego te emocionas-

-Auch~ Eres tan cruel conmigo - Comenté poniendo una mano en mi pecho como si realmente me hubieras lastimado - pero oye, ya enserio, ¿que es lo que haces? -

-ah, pues, estoy reacomodando los temas que voy a dar en clase, a mis chicos les va un poco mal en algunas áreas -

Seguimos platicando un rato más, yo por mi parte queriendo sacarte algo de información acerca de tu cambio de actitud, aunque al final solo estuvimos compartiendo avances en clases y dándonos consejos de vez en cuando.
Siempre me habías parecido muy agradable, desde que empezaste a laborar aquí como profesor no podía evitar sentir esta necesidad de convivir contigo, no era que me la pasara buscándote para hablar o algo por el estilo, pero cada que tenia la oportunidad intentaba sacar algo de plática.
Quizá porque eras la única persona en este lugar que se reía genuinamente de mis comentarios y con la que podía compartir una platica realmente animada.

Pasaban los minutos y mientras hablábamos ambos hacíamos nuestro trabajo, yo por mi parte estaba a punto de terminar de revisar y tu ya habías guardado todo expediente que pudieras necesitar, pudiste haberte ido antes, pero pareciera que tu también estabas disfrutando este rato conmigo.

-¿Tienes algo que hacer esta noche?- Te pregunté calificando con el marcador rojo el último examen en mis manos.

-No, ¿porqué preguntas? -

-Bueno, es fin de semana y pensé que no estaría mal ir por una copa, ¿Que te parece? -

Lo pensaste un par de segundos, esperaba que con al menos unas copas encima y estando fuera del espacio laboral pudiéramos intimar lo suficiente como para indagar en tus preocupaciones.

Por qué a fin de cuentas, así era yo, un entrometido.

-Pues, no estaría mal- Dijiste después de unos segundos, seguramente revisando una agenda mental de tu itinerario- Pero sólo unas pocas, eh- Advertiste con algo de gracia.

Después de guardar mis cosas salimos de las instalaciones de la UA y nos dirigimos a uno de mis bares favoritos, había buena música y no era muy concurrido, un ambiente perfecto para platicar.
Después de un par de minutos entre alcohol y diferentes preguntas trampa que te hice por fin empezabas a hablar de tus problemas.

-La verdad las cosas no han ido muy bien últimamente- Te animaste a decir llevando tus manos a tu rostro para tallas tus ojos con cansancio - Acabo de terminar con mi pareja y pues... Me tiene un poco... no sé... ya me estoy hartando de sus llamadas, esa persona está loca -Te reíste sin gracia y volviste a empinar la copa sobre tus labios.

-Debe ser duro, yo también tuve una pareja así hace años, fue horrible, también me llamaba a cada hora - Solté sin pensarlo creyendo que era una buena forma de crear un vínculo de confianza.

Me miraste un par de segundos y sin mucha expresión en tu rostro hablaste nuevamente.

-¿Y qué pasó con ella? ¿dejó de llamar? - Preguntaste recargando tu mentón en tu mano, pareciera que te estabas acomodando para escucharme.

Naturalmente yo no me iba a negar a contar una de las muchas historias que tenía.

Pasaron las horas y ya estabas al tanto de como fue que conocí a ésta persona, como me di cuenta que no estaba bien y como fue que terminamos y lo que pasó después.
Inevitablemente también comencé a hablar de otras cosas, y con todas las copas que traía encima me fue imposible ponerme sentimental.

Me consolaba mientras que tu rostro denotaba aburrimiento y si hubiera estado en mis 5 sentidos podría jurar que también fastidio.
Pero no sé porque estaba tan seguro que tu mala cara simplemente era porque ya estábamos cansados, borrachos y porque te habías enojado por el daño que aquellas personas me hicieron.

-¿Porqué tienes esa cara _______? ~ ¿Te sientes bien? ~- Hablaba entre caturreos alargando algunas de las vocales en tu nombre.

-Me duele la cabeza, ya es hora de ir a casa - Dijiste apenas en un tono adormilado, haciendo un esfuerzo por sacar tu billetera de tu bolsillo.

-No no no no, yo pago _____- Dije también apenas.

Ni siquiera sé de dónde sacamos la estabilidad para pararnos, pagar y salir de ahí sin caernos.

-Me gusta mucho hablar contigo ____, tu si me entiendes... -balbuceaba incoherencias mientras pasaba mi brazo por tu hombro para abrazarte- ¿Sabes que cuentas conmigo para lo que sea verdad?~-

-Si, Si, Hizashi, lo que tu digas... - Con desgano correspondieste mi flojo abrazo pasando tu mano por mi espalda.

Y así era siempre que salíamos, además de que te reias de mis bromas también sabias escuchar mis problemas.

Aunque pensándolo bien siempre salíamos porque según yo era porque quería conocerte más y hasta ahora, este había sido el único problema que me habías contado y muy por encima.

Supongo que eres una persona muy tímida en ese aspecto. No solías hablar de ti, quizá para no molestar.

Que adorable.

Escenarios BNHA y tu ⚠️Tóxicos⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora