Prefacio

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02/01/1912N E T H E R L A N D S

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02/01/1912
N E T H E R L A N D S

Maastricht
11:09 pm

Me acerqué hasta la orilla del mar, respiré profundamente hasta llenar mis pulmones del rico olor que está emanaba sin más comencé a bailar está vez dejándome guiar del sonido de la marea, el viento golpeaba suavemente cada partícula de mi piel —como hubiera querido que así mismo lo hubieras hecho tú— susurré al aire, sin siquiera poder evitarlo pequeñas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, la luz de la luna era lo único que me iluminaba y la agonía era lo único que me acompañaba.


Hice una vuelta en forma de espiral, esto era lo que siempre me había atraído desde que empecé a tener memoria, el baile contemporáneo siempre había sido lo mío, lo único que nunca me juzgó, siempre había sido lo que nunca me abandonó.

Empecé a sollozar cuando vi que la luna estaba cambiando su color, ya no era blanca, ahora estaba tornándose un color anaranjado. Obligué a mi corazón palpitar suavemente, sabia muy bien que el se estaba acercando, hice un stag leap en el aire y me permití por primera vez en muchos años sonreír y es que tenía que permitírmelo aunque sea por una última vez.


Detrás de mi se empezaban a escuchar como los árboles eran sacudidos sin compasión, sus pasos incrementaban de forma violenta, imité su velocidad a través de mis pasos de baile. Cada movimiento que me nacía hacer se convertía más y más brusco — Dicen que las lunas somos la paz, que somos el amor, que somos aquello que puede reconstruir lo que está roto ¿pero y a nosotras quién nos repara? — las lágrimas ardían cada vez más — Dices que nos proteges más en la noche entonces explícame ¿porqué cuando la noche llega es cuando más miedo tengo? ¿Porqué la agresión aumenta más? — Ni siquiera me había dado cuenta que había parado de bailar, ni de cuando había comenzado a ver a la luna tan molesta
¿Porqué nos haces amar lo que nos destruye? — el sonido de unas fuertes pisadas me interrumpió
— ¿Terminaste tú discurso patético querida? ¿O vas a continuar exigiendo respuestas a la tonta luna? — volteé hacia su dirección
— ¿Y tú? ¿Terminarás con tu patético teatro de Alpha Rey bueno y le enseñarás al pueblo la bestia que eres? — su silencio hizo acto de presencia que fue música para mis oídos
— ¿Dónde están? — sonreí levemente
—¿Dónde están quienes? — caminé sabiendo que este me seguiría sin darse cuenta
— Nuestros hijos — reí amargamente
— ¿Nuestros hijos dices? ¿Por los que nunca te preocupaste? ¿Por los que no te dicen padre? — sentí como este me agarró fuertemente del cabello — Cómo no me digas donde se encuentran los pequeños mocosos te- — lo interrumpí antes de que continuara con sus estupideces — Si ya lo sé me mataras y también se que si te digo donde están lo harás ¿Así que dime porque debería de decirte? — enseguida su agarre se volvió más fuerte
— Sabes que te conviene decirme si no me dices te juro que los encontraré y los asesinare al igual que a ti — el corazón se me encogió por segundos sin embargo luché nuevamente para borrar cualquier residuo, para que negarlo le temía, le temía a la bestia que tenía a mis espaldas pero a la muerte nunca le había temido y mucho menos si ganaba la guerra
— ¿Sabes cuánto tiempo tardarías en morir si saltas por el arrecife? Tres minutos — su jadeó de confusión me dio a entender que no sabía de que carajos estaba hablando
— ¿Y qué mierda me quieres decir con eso? — sonreí con melancolía Diosa Luna por favor protege a mis hijos pensé
Que ya es hora de descansar — este dejó salir una gran carcajada de sus labios
— ¿Crees qué te voy a dejar ir sin que me digas donde están mis hijos? — Su voz de Alpha salió a flote, estaba segura de que sus ojos habían pasado de ser azules a rojos sin embargo su voz no causó ningún efecto en mi porque después de todo el ya no era mi Alpha.
— Si muero tú también lo harás — ignoré su abrupto silencio, no me sorprendía después de todo sabía que el siempre había sido un idiota
— ¿Sabes cuánto tiempo tenemos caminando? Diez minutos — este me giro bruscamente para que lo mirara y allí noté que la maldad no había tardado en aparecer en su rostro
— No seas estúpida Diantha, no tienes la fuerza para que algo como eso suceda pero no es que me sorprenda mucho las idioteces que salen de tu boca después de todo para lo único que sirves es para darme hijos y déjame decirte querida Luna que eso es lo único que haz hecho bien — Sonreí abiertamente y dejé escapar una carcajada cuando vi su rostro descompuesto por mi reacción
— Puedes subestimarme todo lo que quieras Manfred, puedes insultarme y destrozarme de todas las formas que quieras sin embargo esta noche te voy a dar una lección que jamás en tu vida se te va a olvidar — antes de que este respondiera con todas mis fuerzas y las de mi loba quité su brazo de mis cabellos y me lancé al vacío del arrecife.

La vida me transportó a las miles de cosas que había vivido desde mi niñez hasta tener a mis hijos, cualquiera pensaría que estaba siendo cobarde y la verdad si lo estaba siendo porque estaba dejando a mis hijos de lado. Estaba dejando a las únicas razones de mi existir sin embargo en el fondo sabía lo que era capaz Manfred. Sabía que era lo suficientemente capaz de matar a sus propios hijos solo por poder después de todo no era una simple teoría era algo que el mismo quería y le había confesado a su querido Beta, todos los que estaban en el castillo estaban de acuerdo con su plan, Manfred tenía razón en algo y es que yo no podía, no podía contra todos ellos, mi fuerza ni siquiera era comparable a la de un Alpha.

Poco a poco mis recuerdos empezaron a desvanecerse, los latidos de mi corazón empezaron a disminuir hasta el punto de sentir como mi piel se ponía más fría, mis fuerzas eran casi escasas, la muerte estaba más cerca de lo que esperaba — Renunció a mi loba Konagh, Diosa te otorgo el poder para que Konagh renazca en un cuerpo que si lo merece, en un cuerpo donde su historia no tenga un trágico final como este — susurré, no me dio tiempo a procesar si había funcionado ya que lo último que sentí fue mi vista nublarse por completo.









¡Hola! Bienvenidos a mi segundo libro y si son nuevos pues bienvenidos al primero a diferencia de mi primer libro este me costará aunque sea un poco más en actualizar debido a las diferentes tramas que se emplearán, si les gusta por favor comenten...

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¡Hola! Bienvenidos a mi segundo libro y si son nuevos pues bienvenidos al primero a diferencia de mi primer libro este me costará aunque sea un poco más en actualizar debido a las diferentes tramas que se emplearán, si les gusta por favor comenten y voten por la historia para poder sentirme más motivada.

¡Espero que disfruten del libro como lo he hecho yo!

Escondida en el castillo del Alpha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora