Escondida en el castillo del Alpha

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L A  P O C I Ó N

— No estoy lista todavía para hablar de ello — dejé salir un leve suspiro — Lamento mucho que no te pueda contar todo pero — iba a continuar pero su mano se posó en mi hombro, ni siquiera me había dado cuenta cuando este se había parado de la banca
— Cuando estes lista, yo estaré aquí para escucharte — sonreí levemente al escucharlo decir eso
— Quién diría que esa cara de malona que traes es real — le di un codazo en el estómago, enseguida este empezó a reírse en silencio para que no nos escucharan
— ¡Hey! Los dos aquí ¡ahora! — gritó susurrando Oliver, inmediatamente ambos nos pusimos alerta y corrimos lo más silencioso posible hasta donde él
— ¿Sentiste a alguien? — observé mis alrededores asustada
— Isabella deja de hacer eso pareces una loca — rápidamente lo miré mal
— Y no, no sentí a nadie, sólo quería saber de que se estaban riendo — vi como Troy puso los ojos en blanco
— Eres un tremendo imbecil — asentí levemente para darle la razón a Troy
— ¿Piensan seguir aquí discutiendo o nos vamos a poner manos a la obra? — preguntó la bruja a la vez que hacía acto de presencia, enseguida los tres colocamos el rostro serio y comenzamos a seguirla.

Marie abrió la puerta haciendo un hechizo extraño, la mencionada se hizo a un lado para darnos la oportunidad de pasar — Las damas primero — le dijo esta a Oliver, el susodicho colocó sus manos en su caderas y puso su cabeza en alto para empezar a caminar como si estuviera en un certamen de belleza, sin contenerme estallé a carcajadas y tapé mi boca con la mano derecha para lentamente dejarme caer al suelo por la actuación de este, segundos después comencé a recuperar el aliento y me levanté del suelo mientras me limpiaba las lágrimas que se me habían escapado, noté como los demás se mordían los labios para contener la risa — ¿Qué esperan chicos? — dijo Oliver haciendo la mala imitación de una voz afeminada, entre risas nos adentramos al santuario de Marie.

El olor a hierbas inundó mis fosas nasales, podía hasta jurar que la esencia se había esparcido hasta mis trancas, disimuladamente tosí hasta acostumbrarme al aroma que emanaba el lugar, mis ojos viajaron rápidamente a las distintas decoraciones que reposaban en cada una de las repisas, un escalofrío recorrió cada extremidad de mi cuerpo al ver pequeñas muñecas vudú sentadas en una esquina, abracé mis hombros y continué observando con curiosidad el resto de la decoración. No iba a negar que todo esto me abrumaba, el hecho de que las criaturas que veíamos en series y películas fueran real me hacía sentir como si desconociera lo que el mundo realmente es.

Caminé hasta donde parecía ser el área de trabajo y para mi sorpresa me sentía bastante tranquila, por alguna extraña razón levanté la cabeza para ver el techo, quedé impresionada al ver miles de cristales de distintos colores colgando desde allá arriba, pude sentir como alguien se posicionó a mi lado
— ¿Bellas no? Por eso es que sientes paz, porque son cristales para controlar tu aura — inmediatamente bajé la cabeza para fijar mi vista a los distintos objetos que se encontraban en el escritorio
— Todo esto es... es extraño— mencioné mientras caminaba
— Creo que ya los efectos del humanismo me están golpeando levemente — sonreí para que los demás no entendieran lo mucho que enserio esto me estaba abrumando, enseguida mi comentario fue acompañado de risas por parte de los demás — Bueno señores creo que es momento de ponernos serios, Isabella voy a necesitar un solo cabello de tu melena, Oliver necesito que busques unos cuantos trozos de lavanda y tú Troy busca el libro — sólo bastó peinar mi cabello con mis manos para tenderle a Marie lo pedido, estaba nerviosa para que negarlo pero el sentimiento de curiosidad era mucho más fuerte que eso.

Cuando Troy trajo el libro no pude contenerme a lanzar un pequeño vistazo a la portada "l'arbre" conocido en español como el árbol, honestamente para mi no tenia sentido el nombre pensé que iba a hacer algo más místico dejando mis pensamientos de lado me enfoqué en la conversación que estos dos estaban teniendo — ¿Entonces tendrá que tomarse la poción todos los días? — miré a Marie para escuchar su respuesta — Primero tenemos que asegurarnos de que el hechizo funcione correctamente pero si todo sale bien solo deberá de tomárselo una vez cada semana — dijo mientras colocaba todos los "ingredientes" en la mesa, con una de sus manos esta hizo un chasquido y encendió todas las velas. Lentamente me coloqué detrás de Troy para utilizarlo como protección en caso de que algo sucediera, de la boca de Marie salían palabras raras que ni siquiera podía identificar como algún idioma.

Mi corazón se aceleró cuando vi que sus ojos se pusieron totalmente blancos — Tranquila, todo esta bien — escuché a Troy susurrar en mi oído sin embargo no podía despegar mi mirada de ella y mucho menos después de ver cómo las velas se apagaron abruptamente
— Está listo — inmediatamente sentí como tenía los nervios a flor de piel, miles de dudas se cruzaban por mi mente hasta el punto de desaquilibrar mi mente 
— ¿Sabe a medicina? — pregunté asqueada siempre había sido mala con los sabores
— ¿Qué? — preguntaron todos al mismo tiempo, dejé salir un suspiro y apoyé mi mano en una especie de estante que estaba cerca de mi
— La poción chicos — rodé los ojos al mismo tiempo que me acercaba al envase extraño que tenía Marie entre manos
— Pruébalo y sabrás— contestó mientras me guiñaba un ojo, con miedo acerqué la bebida a mi rostro para poder olfatearlo disimuladamente, sin poder evitarlo tosí como una desquiciada.

Las carcajadas por parte de todos resonó por el lugar como si no hubiera ninguna mueblería — Jodanse — susurré antes de tomarme de un golpe la bebida, enseguida sentí como el líquido bajaba por mi garganta una ola de escalofríos recorrió mi cuerpo por completo solté el artefacto que estaba utilizando como vaso y me sostuve como pude del primer objeto que vi — ¿Isabella estás bien? — sin embargo estaba lejos de sentirme bien, mis tímpanos cada vez distorsionaban las voces de los susodichos
—Dime que esto es normal Marie — por unos segundos sentí como mis ojos se habían cerrado, al volver abrirlos mágicamente todos los síntomas extraños que tenía habían desparecido.

Lentamente permití que mis sentidos se terminaran de reincorporar, finalmente cuando mi vista se aclaró observé cómo los seis pares de ojos me observaban con cautela
— ¿Funcionó? — noté como Oliver respiro profundo para responderme la pregunta
— Increíble, no puedo percibir ningún aroma de tu parte. Es un tanto extraño es como si no estuvieras aquí — elevé mis cejas sorprendida — Supongo que eso es algo bueno ¿no? — todos asintieron extrañados por la situación
— Lo siento es solo que esto es muy raro pero esto te ayudará a poder pasar desapercibida en la manada — mordí mis labios un poco para contener los nervios, Troy quien se había mantenido callado en la conversación se acercó hasta a mi y me envolvió entre sus brazos — Pensé que algo había salido mal —susurró en mi oído, correspondí su abrazo y noté la mirada nerviosa de Marie, como si algo hubiera ocurrido, como si algo de esa poción no estaba bien.