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E L    E S C A P E

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E L E S C A P E

7 2  H O R A S  A T R Á S

Quité el sudor de mi frente, sentía mis piernas flaquear cada segundo que pasaba, el corazón me latía tan fuerte que molestaba mi pecho, estaba nerviosa hasta la mierda. Sabía perfectamente el riesgo que estaba corriendo al tomar esta decisión sin embargo no iba a echar para atrás, no ahora y mucho menos después de lo que había hecho.


Miré nuevamente el cuerpo inerte que reposaba en el sillón de la sala, tres heridas de balas, dos en el pecho y uno en la cabeza. El arma todavía reposaba en mi mano izquierda, una sonrisa desquiciada se posó en mi rostro cuando vi que Marcelo estaba muerto.


Ese infeliz no le iba a poner la mano a otra niña.


Escondí mi arma dentro de mi pantalón para ser precisos en el área de la espalda, observé que mis guantes continuarán intactos por la presión que había hecho al abrir la cerradura de su casa. Dejé salir un suspiro de alivio al confirmar que estás se encontraban bien, lentamente paseé por la casa de el difunto, nunca había tenido la oportunidad de pasear por aquí dentro. La casa consistía en siete habitaciones y diez baños, si me preguntaban a mi para que tendría una casa de esta magnitud les contestaría que para no salir de ella.


Aunque tenía que reconocer que a pesar de todo este hijo de perra no tenía un mal gusto, la casa completa parecía una jodida obra de arte. Desde la cerámica hasta las comodidades con avanzada tecnología lograban hacer que este lugar fuera exquisitamente espléndido sin embargo se le notaba a leguas que le faltaba ese sentimiento hogareño que toda casa necesitaba, saliendo de mis pensamientos vi el reloj que posaba en una de las tantas paredes de la vivienda 4:53 am solo eran cuestión de siete minutos para que el personal de el dueño de esta casa llegara, rápidamente tomé el ramo de flores blancas que había comprado anoche y las envolví en sus manos como si fuera una novia caminando por el altar cuando terminé de acomodar me alejé un poco para asegurarme de que haya quedado perfecto
— Espero que tú alma se la esté llevando el mismo diablo — susurré sabiendo perfectamente que este no iba a escuchar a alguien más en su miserable vida.


4:56 am estaba no solo a escasos minutos de que estas personas entraran si no de que también el sol saliera dando así a conocer por lo menos mi figura en las cámaras de seguridad, por supuesto que había venido preparada para que nada que me implicara se notara también estaba consciente de que solo era cuestión de tiempo para que notaran que había sido yo la culpable de todo esto pero debía ganar un poco de tiempo aún no era el momento de sacar mi última carta.



Acomodé la capucha de mi hoodie en la cabeza y caminé haciendo resonar el piso con mis tenis que se encontraban con pequeñas pizcas de sangre a causa del asesinato que había cometido, una vez fuera de la propiedad bajé la velocidad de mis pasos para no verme como una sospechosa, quité el cubre montañas que tenía puesto y lo guardé dentro de mi hoodie, con la otra mano despeiné un poco mi cabello para que se viera como si recién estuviera despierta, saqué de uno de mis bolsillos del pantalón unos audífonos y los conecté en mi celular, no me moleste en colocar música ya que mi objetivo era escuchar cualquier sonido que clasificaba como sospechoso.



Un grito desgarrador de escuchó a lo lejos yo sabía perfectamente de quién se trataba Martha la ama de casa que se encargaba de que todo estuviera en su lugar por las mañanas, a simple vista cualquiera creería que era la persona más dulce del mundo sin embargo una vez charlabas con ella te dabas cuenta que esta los ayudaba a cubrir las atrocidades que estos cometían, para que mentir, le tenia las cartas bien guardadas a Martha pero todavía no era su turno. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de las sirenas, alrededor de 7 patrullas pasaron por mi lado a alta velocidad, uno de ellos se paró de forma abrupta frente a mi.


Forcé mi rostro a qué mantuviera el rostro serio de hace minutos atrás para que el policía no se diera cuenta de cómo el corazón se me quería salir por la boca.
— Disculpe interrumpirla señorita ¿cuánto tiempo tiene caminando? — fruncí mi entrecejo y miré hacia los lados para hacerme la tonta— No sé, creo que algunos cinco minutos — respondí pensante, el oficial me miro extrañado y me analizó bien de arriba abajo
— ¿Qué hace por estas horas caminando? — sin perder el contacto visual quité uno de los audífonos que tenía puestos — Estoy de camino para la farmacia para comprarle la medicina a mi abuelo —este alzó una ceja y me dio una mirada interrogante — ¿A las cinco de la mañana? — dejé salir un suspiro y puse a prueba nuevamente mis dotes de actriz — Soy su única familia — logré hacer que mis ojos se aguarán un poco — Trabajo doce horas para poder conseguir estos medicamentos — le tendí el papel como prueba — este es mi único tiempo libre — enseguida este suavizó la mirada — Lamentó haberle quitado su tiempo señorita — cuando vi que este comenzó a caminar para dirigirse a su carro lo detuve — ¿Porqué me interrogó? ¿He infringido la ley por salir temprano? ¿Acaso sucedió algo en el vecindario? — alcé la ceja a la vez que le daba una expresión confundida — Tenga cuidado caminando sola a estas horas, es lo único que le puedo decir, tenga buen día — el sonido de la puerta siendo cerrada fue lo único que se escuchó en ese minuto que el oficial me dedicó, pasmada seguí con la vista el carro del policía hasta que se perdió en mi campo de visión.


Nuevamente comencé a caminar hasta llegar a la parada del bus, el cual apareció justamente cuando iba a tomar asiento en la banca. Las pocas personas que podía contar con una sola mano se pararon, haciendo una fila nos adentramos lentamente al autobús como si fuéramos zombies, el conductor nos respondió el saludo de igual modo a cómo nos veíamos.

Finalmente cuando tome asiento, me quite los audífonos de los oídos y me dediqué a ver el famoso "paisaje" hasta que la realidad me golpeó, tenía un periodo de 24 horas para terminar de inculpar a Alonso en este asesinato, tenia 24 horas para terminar de comprar todas las armas que necesitaría para escapar, tenía otras 24 horas para desaparecer del mapa.

Tenía que escapar.









A C T U A L I D A D




— Tenía demasiados problemas y sinceramente no tenía en quién refugiarme, sólo sabía que debía escapar — mentí en cierta forma, todavía no me encontraba lista para decirle a Troy la clase de persona que era y siendo sincera me sentía fatal, ellos me habían contado su mayor secreto mientras que yo me encontraba aquí viéndole la cara de estúpido a la única persona que sin conocerme me ofreció su mano — Escucha, te seré sincera porque se que no te mereces esto, yo no me considero una buena persona pero por primera vez quiero hacer las cosas bien y por favor espero que lo entiendas porque es muy difícil para mi decirte esto — mordí mis labios por los nervios — Hice algo de lo que no estoy orgullosa pero si no lo hacía lo más probable es que ni siquiera me hubieras conocido — hice una pequeña pausa y me paré de la banca para calmar un poco mis nervios — Asesiné a alguien — temí con mi vida mirar el rostro de Troy por lo que cerré mis ojos fuertemente
— ¿A quién asesinaste? — escuché a Troy fríamente preguntar.




— Tenía demasiados problemas y sinceramente no tenía en quién refugiarme, sólo sabía que debía escapar — mentí en cierta forma, todavía no me encontraba lista para decirle a Troy la clase de persona que era y siendo sincera me sentía fatal, ellos ...

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Escondida en el castillo del Alpha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora