8

67 10 2
                                    

O  L  I  V  E  R

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

O L I V E R


No había parado de pensar en lo que me había dicho Marie anoche, es decir ¿yo? ¿Traer paz? Pero si hasta me consideraba un cuervo negro, bueno no tanto así pero pues nunca he tenido suerte en la vida con las cosas salvó a por supuesto ahora que había conocido a los chicos sin embargo solamente era eso. ¿Cómo voy a traer paz a un lugar que ya lo tiene? Se notaba a simple vista en la forma de caminar de los seres vivientes de aquí, su tranquilidad reinaba en los rostros de todas las personas, nadie se veía preocupado y si pues tenían preocupaciones debería de pedir tips ya que lo ocultan muy bien — ¿Falta mucho? — pregunté no era como si tuviera mucho tiempo caminando pero a decir verdad calculaba que hace algunos minutos dejamos de ver personas — Tres horas — paré abruptamente de caminar para observarlo como si tuviera cuatro ojos
—¿Qué dices? Oliver no bromees— vi como el susodicho colocó sus labios en una fina línea para no reír, en respuesta puse los ojos en blanco
— Bueno, bueno, solo era una pequeña broma no hay que alterarse — levantó sus manos para que notara que el no hablaba enserio con lo de hace rato
— Mira de hecho ya llegamos— anunció, coloqué mis manos en mi cadera — Pero esto es un bosque, lo único que hay aparte de esto es un río ¿qué se supone que haremos aquí? — tomé un largo suspiro — Lo siento estoy teniendo un pequeño ataque dramático — este me enseño su perfecta dentadura con una sonrisa — Isa, te traje aquí para ver cómo estás en defensa personal — empecé a seguirlo cuando vi que comenzó a caminar
— Espera — miró detrás de su hombro para toparse con mi mirada — ¿Sabes defensa personal cierto? — preguntó.

— Se las cosas básicas — mentí y así lo prefería por si lo extremo mío era lo básico de él — Bien comencemos entonces — giró con una sonrisa maliciosa en el rostro. Minutos habían pasado, nuestras miradas eran fijas de uno hacia el otro, Oliver pasó su mano por su frente para quitar el sudor — No puedo creer que ya estes cansado lobito — sus ojos destellaron color azul, sonreí, lo había provocado — No me digas lobito — respondió entre los dientes — Ops— hice el ademán de poner mi mano en mis labios, su puño quiso impactar con mi rostro sin embargo me moví rápidamente logrando que este fallara, en respuesta, lancé un derechazo preciso a su cara, no le di tiempo a recuperarse y tiré una patada a su torso, escuché un sonido a mis espaldas que hizo que me girara por completo —¿Quién está allí?— cambié a un rostro serio — No seas inútil, te sentí — mi oración fue interrumpida por un golpe que recibí en los costados, caí de rodillas y evité dejar salir un quejido
— Nunca se le da la espalda al oponente— puse los ojos en blanco — Lo sé — retomé mi postura para observarlo mejor — Hay que irse de aquí — murmuré esta vez, mis sentidos estaban más que alerta, la paranoia de lo que me había dicho Marie estaba atornillando mi mente sin pudor alguno, una sonora carcajada salió de los labios de mi acompañante— A ver, a ver, mira, como te lo explico. Aquí el sobrenatural soy yo mi lady — ignoré por completo a mi acompañante y caminé con dirección a los arbustos, bruscamente sin importarme si me dañaba o no los quite de mi camino dejando a la luz una ardilla que estaba a sinceridad algo gorda
— ¿Marie eres tú? Qué te he dicho de hacer estas cosas?— le pegué un manotazo en la cabeza
— No seas ridículo — enseguida escuché su quejido
— Marie, ni se te ocurra hacerme ver como un estúpido y demuéstrale que es cierto — replicó sin embargo la ardilla parecía estarse burlando de el ya que está lanzó un chillido como si fuera una carcajada, el rostro de Oliver se tiñó de rojo al pasar los segundos sus ojos empezaron a destilar azul como en momentos anteriores — Ya verás — seguido de eso se transformó en el lobo que había visto ayer.



Escondida en el castillo del Alpha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora