1

132 11 0
                                    

E L   B O S Q U E

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

E L   B O S Q U E


Corrí como alma que llevaba al diablo, sujete mi mochila fuertemente con uno de mis brazos para que no se cayera en el trayecto. A mis espaldas todavía escuchaba las maldiciones que eran lanzadas a mi persona están acercándose me dije a mi misma por lo que aumenté más la velocidad hasta el punto donde mis piernas me lo permitieran — ¡Ven acá maldita perra! — escuché a Alonso decir, mis ojos enseguida empezaron a cristalizarse no creo poder más como si fuera por arte de magia empecé a divisar un bosque a lo lejos. Hice una pequeña oración antes de entrar allí, sin parar de correr vi un gigantesco árbol por lo que sin tiempo que perder lo escalé rápidamente para esconderme, al estar bien sujeta tapé mi boca con una mano y aguanté como pude mi respiración al sentir unas fuertes pisadas correr hasta el árbol donde me encontraba.



— ¿¡Donde mierda se metió esa estúpida!? — preguntó rabioso, inmediatamente mi corazón empezó a palpitar de manera desenfrenada con ello mordí mi lengua para evitar dejar salir un sollozo
— ¿Estás seguro de que la viste entrar aquí? — preguntó Rodrigo
— ¿Acaso me ves la cara de estúpido? ¿Crees que nos adentraríamos aquí por idioteces? A diferencia de ti yo no consumo basura blanca Rodrigo — mis ojos viajaron hasta el denso bosque en el que me encontraba, el bosque sin duda alguna era hermoso, era fan de la naturaleza desde que era pequeña amaba todo lo que con llevaba esta sin embargo a pesar de amarlo tanto tenía que ser realista las probabilidades de que sobreviviera aquí eran casi nulas. Apostaba por mi vida que más allá de aquí se encontraban animales exóticos que no se molestarían en comerme en menos de un minuto, mis pensamientos se vieron interrumpidos por una roca que fue lanzada hacia la nada.



— ¿Cómo es posible que esa inútil se escapara? — preguntó para si mismo el simio de Alonso — Ya te dije que quizás no entro por aquí ¿crees qué a ella sería tan estúpida de entrar en un lugar en el que sabe que va a morir? Seguro que por tu culpa estamos perdiendo el tiempo aquí y ella corriendo feliz lejos de nosotros — quería quitarle la razón a Rodrigo sin embargo si, estaba siendo demasiado estúpida y rezaba para que ningún animal se apareciera por aquí mientras yo recorría el bosque lo cual era algo imposible — Tenemos que actuar rápido de todas formas dudo que esa perra tenga la resistencia para correr tan rápido — dicho eso ambos hombres corrieron para salir del bosque, me mantuve en esta misma posición por unos minutos en caso de que estos hubieran dicho esto estratégicamente solo para que yo saliera de mi escondite.

Cuando lo único que se escuchaba era el sonido de las hojas siendo sacudidos por el viento, cuidadosamente comencé a bajar del árbol aún no me confiaba lo suficiente el hecho de que hubiera escapado de ese infierno, al pisar el suelo de forma ruidosa observé a mis alrededores asustada. Empecé a analizar por completo la situación en la que me encontraba, no tenía nada de dinero ya que lo había gastado todo en lo que traía en la mochila y a lo que me refería con eso era comida, armas y ropa sin embargo lo último no lo había hecho primordial, de ninguna manera podía devolverme porque si lo hacía lo más probable es que hasta ahí llegaría mi vida.


Escondida en el castillo del Alpha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora