Un dolor, un trauma y una tentación conllevan a Isabella Gael cometer un pecado, para cualquier ser humano un pecado puede ser fácilmente perdonado ¿cierto? Claro eso solo ocurre si el pecado no tiene armas y no es un hombre loco.
La cabeza de Isabe...
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E L R E Y
Todos los empleados corrían como locos en la cafetería, los menús volaban por doquier muchos estaban limpiando todas las mesas hasta las que ya se encontraban limpias estaban siendo desinfectadas nuevamente, me encontraba tirando ambientador en todas partes a sinceridad no estaba muy deacuerdo con la idea porque para mi no había algo más rico que una cafetería oliera a pan recién hecho pero en fin vi como Zayra se dirigía a la cocina — Pss Lorenzo — murmuró lo más bajito que puedo y le hago señas para que venga — ¿Porqué todo el mundo está como loco que es lo que sucede? — este me miro con cara de loco pero después la quito — Te iba a regañar pero luego recordé que estabas enferma y por eso no sabes — hizo una pausa — El rey vendrá a la cafetería — mi corazón se aceleró mucho mierda el no sabe que estoy aquí — ¿P-pero vendrá ahora mismo? — estaba en grave problemas pero sabía que lo mejor que podía hacer era tratar de pasar desapercibido— Verás ese es el gran problema, nadie sabe a qué hora vendrá ni siquiera la misma Zayra sabe tampoco se sabe quien lo atenderá puesto a que usualmente esas cosas ella no las comenta simplemente lo hace al azar, espero que no nos toque a nosotros aunque si te hace sentir mejor tengo más de 3 años trabajando aquí y nunca me ha tocado — sonreí sabiendo muy bien que lo más probable es que me toque atender el rey, mi suerte nunca ha sido buena así que me preparé mentalmente como si eso fuera posible — Gracias Lorenzo — seguí haciendo mis actividades también les escribí a los chicos acerca de lo que había dicho Lorenzo, Troy me dijo que todo estaba bien que simplemente le dijera lo que había dicho a los guardias por lo que me relaje y simplemente me olvide del tema.
Tiré el trapo en mi hombro y me dirigí a pasos lentos a la cocina, habían pasado horas desde que Lorenzo me había comentado lo del Rey y honestamente no había ni una señal de el por ninguna parte cuando entre vi el efecto que realmente este hombre causaba, todos estaban trabajando de manera normal a mis espaldas escuché la voz de Zayra — Chicos lamento interrumpirlos quiero que le den una bienvenida a una nueva ayudante del grupo su nombre es Amanda — todos la saludamos de forma robótica — Se quedará un tiempo con nosotros su familia vino desde la manada del sur buscando refugio espero que todos se lleven bien con ella y que la puedan orientar — Zayra le dijo unas palabras más y nos volteó a ver con una sonrisa — Bueno chicos ahora si los dejo — el sonido de sus tacones retumbó la cocina, de reojo observé a la chica nueva, piel pálida, ojos azules casi de color cielo y cabello castaño oscuro la chica era muy linda a decir verdad ni siquiera sabía porque a estas alturas me sorprendía si aquí todos parecen celebridades, sus cuerpos y de más no sabía si todo se debía a la genética de seres sobrenaturales o que. Entrecerré mis ojos y noté una pulsera que está traía dorada con joyas de color verde era muy bonita le preguntaré después donde se la compró.
La chica temblaba de los nervios y la verdad es que no la culpaba desde que Zayra se había ido nadie le había dicho nada solo la observaban como un bicho raro — Bien y por qué mejor no empezamos, mi nombre es Isabella — le di mi mano esbozando mi mejor sonrisa sabía bien lo horrible que era ser la nueva y que nadie te hablara, Amanda le brillaron los ojos y me dio su mano — Mucho gusto Isabella —.
