Un dolor, un trauma y una tentación conllevan a Isabella Gael cometer un pecado, para cualquier ser humano un pecado puede ser fácilmente perdonado ¿cierto? Claro eso solo ocurre si el pecado no tiene armas y no es un hombre loco.
La cabeza de Isabe...
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M U N D O S O B R E N A T U R A L
Este miro a su amigo en busca de apoyo moral — Escucha se que puede sonar retorcido pero Oliver tiene el don de leer mentes — dejé salir una sonora carcajada — ¿Ah si? No me digas — el sarcasmo no tardó en aparecer en mi tono de voz — ¿Qué estoy pensando en este momento? — este peinó con su mano su cabello y me miro — Que somos unos idiotas — cerré mis ojos y sonreí ampliamente — Después de todo tus dones no se encuentran tan mal — pasé la lengua por mis labios debido a la deshidratación que tenía — ¡Oye! —escuché a Troy quejarse, de la nada apareció una pelirroja de ojos verdes con un increíble cuerpo maldición ¿acaso todos en este pueblo eran sacados de una revista? me dije a mi misma, cómo si está me hubiera escuchado se empezó a carcajear — Eres muy bonita, no tienes porque sentirte mal — elevé mi ceja y me giré a ver al par de inútiles que tenía a mi lado — ¿Y ella también tiene "dones"? — hice un entrecomillas con mis manos —¿Cómo que dones? ¿Ella no sabe lo que somos? — preguntó la pelirroja, ambos negaron con la cabeza sin siquiera titubear — Ay mierda ¿ustedes son criminales? — susurré la pregunta por temor a qué alguien más nos escuchara, no iba a negar que el miedo me recorrió desde la espina dorsal hasta los pies, me rehusaba a toda costa creer que ese mundo me perseguía.
La carcajada que tiró Oliver aseguraba que se había escuchado en la ciudad si es que había carros transitando a esa hora — ¿Acaso ves a este bombón cara de criminal? — hice una mueca con mi boca cuando mi estómago hizo acto de presencia por la comida — ¿Cuánto tiempo tienen sin comer? — preguntó la pelirroja antes de que hablara — Algunas 3 horas — la mencionada hizo el gesto de desmayarse en los brazos de Oliver — ¡Eres increíble Troy! ¡Mírale la carita! Por la Diosa como la dejas a ella sin comer ni siquiera el almuerzo — de nuevo escuchaba esa palabra Diosa miré hacia los lados discretamente en busca de algún objeto representativo de su religión al fracasar en encontrar algo giré mi vista nuevamente hacia ellos. — Todavía no han respondido que son — un silencio sepulcral se formó de inmediato, podía decir que incluso las aves que merodeaban a nuestro alrededor habían parado de hacer ruido esperando por la respuesta de aquellos. Los tres parecían estar teniendo una conversación entre ellos mismos de manera mental, puse mi mano en mi cadera y me apoyé de mi pierna izquierda para reposar un poco la otra — ¿Y bien? — insistí nuevamente, todos me dieron una sonrisa penosa — Después de comer te explicaremos todo — sin evitarlo rodeé mis ojos ante tanto misterio por parte de ellos.
(...)
Nos encontrábamos en casa de la pelirroja llamada Marie, quien había cocinado un exquisito almuerzo en este caso para nosotros la cena la cual había sido en silencio total, lo único que se escuchaba era el uso de los cubiertos que chocaban un poco con los platos cuando tomábamos pedazos de comida luego de finalizar la comida los seis pares de ojos se posaron en mi persona haciéndome sentir más diminuta de lo que era, saqué de uno de mis bolsillos una goma de mascar para saciar un poco los nervios y la ansiedad que está situación me provocaba — ¿Tenías chicle y no me diste en el bosque? Eres una terrible persona — sabia que Troy lo había dicho para que el ambiente se relajará un poco lo cual funcionó porque todos sacamos una sonrisa — Bueno realmente no se cómo empezar con esto — dijo Troy mientras hacía algunas muecas con su boca — ¿Crees en lo sobrenatural? — lo interrumpió la pelirroja, asentí — ¿Eres médium verdad? Lo sabía, me habías dado una vibra extraña — dije para después tomar un poco de agua de la botella que está nos había dado.
