Un dolor, un trauma y una tentación conllevan a Isabella Gael cometer un pecado, para cualquier ser humano un pecado puede ser fácilmente perdonado ¿cierto? Claro eso solo ocurre si el pecado no tiene armas y no es un hombre loco.
La cabeza de Isabe...
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A M A N D A
Apreté el vaso de plástico mediano que tenía en mi mano izquierda hasta dejarlo roto y arrugado, forcé mis ojos a abrirse dejé que salir todo el aire de mis pulmones la charla con Marie me había afectado bastante, cada día que pasaba mi asthma empeoraba a causa de la ansiedad.
Obligué a mi cuerpo a pararse, tomé el bolso que reposaba en la silla de la habitación y emprendí rumbo para salir de esta — Buenos días — me encontraba a espaldas de Oliver quien estaba terminando de servir el desayuno, si algo había aprendido de vivir con Oliver es que los cambia formas amaban comer lo más saludable posible desde el tocino de cerdo a cambiarlo al de pavo también desde la harina normal a cambiarla a integral entre otras cosas. Comprendí como estos mantenían un físico totalmente admirable y como mantenían todavía su esencia jovial si bien Marie ya me había informado que los seres sobrenaturales poseían el gen de verse joven de apariencia pero también la alimentación al menos para mi influía mucho — Buenos días — tomé asiento y observé el desayuno que consistía en huevos, tocino y pancakes con frutas con por supuesto el syrup libre de azúcar artificial.
— Sabes Isa me he mantenido callado supongo para darte tiempo, siento que tal vez ahora es que estas procesando todo lo que está pasando a tu alrededor sin embargo quisiera saber si todo está bien mejor dicho si te encuentras bien — pase mi mano por mi cabello fingiendo tener que ajustar mi supuesto peinado, puse la sonrisa más natural que tenía y dirigí la mirada hacia mi acompañante— ¿A qué te refieres? Todo está bien Oliver o ¿Hice algo que te incomodó? — este tragó su comida y pasó una servilleta por la boca en caso de tener algún residuo — No duras ni diez minutos cerca de alguno de nosotros pero especialmente de Troy quien por cierto ya lo ha notado como ni siquiera te atreves a mirarlo y como solo respondes lo básico. Tienes más de un mes aquí Isabella y aseguro por mi vida y de la de mi lobo que estás pasando por algo ¿sabes porqué? Por que nadie cambia porque si, nadie deja de ser si mismo y se ahoga en sus pensamientos por que si — este se paró de la mesa y recogió todas sus cosas para llevárselas al fregadero — Si no me lo dices me encargaré personalmente de averiguarlo— hizo una pequeña pausa — Por cierto te toca lavar los utensilios hoy — finalizó para dejarme sola en la cocina con la palabra en la boca, puse ambos brazos sobre mi cabeza y apoye mi cuerpo en el espaldar.
Me paré de la silla y tomé todos los utensilios para ponerme en manos a la obra, no encontraba las palabras ni la forma de explicarle a los chicos lo que estaba ocurriendo con Konagh, Marie sabía que me estaba carcomiendo sin embargo ella misma fue la que me dio la advertencia de elegir cuidadosamente mis palabras para que no ocurriera lo mismo que la última vez del libro donde Troy perdió el control, suspiré pesadamente cuando termine con todo, tomé mi bolso para salir de la casa — Hora de trabajar — pronuncié para mi misma.
