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—¡¿Cómo que no va a venir?!— La pelirroja hija de los Ushijima, le exclamaba al colocador del equipo de su padre, el cual solo negó mientras levantaba los brazos.

—Ella dijo que quería empezar a entrenar con su otro padre también... Aunque si va a venir, solo que menos que antes...— Kageyama solo suspiró mientras excusaba a su hija.

—O no no no, ella va a venir a entrenar conmigo, porque si no esto no es divertido—La pelirroja salió del gimnasio, siendo observado por todos los presentes, causando dudas en todos.

Mei fue, prácticamente, corriendo hasta el gimnasio del Msby Black jackals, con la suerte de que ambos no estuvieran tan lejos, aunque la verdad el hecho de tener la velocidad y resistencia de su padre peliverde, ayudaba también...

—¡Kaiko idiota!— Los que entrenaban en el lugar se exaltaron por el grito, especialmente la nombrada, que vio a la pelirroja toda sudada acercándose a ella, para luego agarrarla por la camisa.

—¿M-Mei...?— La más alta suspiraba cansada mientras miraba enojada a la más pequeña.

—¿Cómo es eso de que no vas a ir a entrenar conmig... Al gimnasio de los Adlers?— La pelinaranja se sonrojo levemente mientras sonreía nerviosa.

—S-Solo quería pasar un tiempo con mi otro padre...— La de ojos verdes la soltó mientras desviaba la mirada avergonzada, era algo impulsiva y se daba cuenta de ello cuando ya lo había hecho.

—¿Vas a ir a entrenar con Hoshiumi-san...?— La Ushijima habló más bajo mientras miraba hacia otro lado, bastante avergonzada.

—¿T-Tu quieres que esté ahí? Pensé que te molestaba...— La bajita miraba hacia otro lado avergonzada también, mientras el padre de esta observaba la escena algo extrañado.

—Osea... Si no hay nadie de quién burlarme.. es aburrido...— La pelinaranja sonrió mientras miraba a su padre, el cual sonrió levemente mientras asentía con la cabeza.

—No te preocupes, seguiré entrenando allá,  solo que algunos días entrenaré aquí...— L pelirroja la miro extrañada.

—¿No que ibas a venir a entrenar aquí ahora? Kageyama-san dijo que ibas a venir a entrenar aquí...— Hinata se golpeó la frente, su esposo siempre iba a ser tan torpe con esas cosas.

—¡hey chicas!, ¿Porque mejor no dejan de discutir y entrenamos todos juntos?— Bokuto se acercó felizmente mientras abrazaba a ambas chicas por los hombros, mientras ambas sonreían y asentían.

—¡Es una buena idea! Seremos muchos practicando hoy— Atsumu le habló a su esposo, el cual negó con la cabeza mientras cubría su cara con su mano.

—¿Porque nieg...— El rubio fue interrumpido por la voz de su hija, ahora recordaba el porque no habían hecho esto se entrenar todos juntos.

—¿Que haces aquí, Bakajima?— Kazumi entro al gimnasio acompañada de su prima, la cual se cruzó de brazos a la par de la castaña, mientras la pelirroja inflaba el  pecho y sonreía algo cínicamente.

—¿Te perdiste de camino al infierno, demonio?— La de el cabello ondulado miró con el ceño fruncido a la otra, viendo como la pelirroja ampliaba su sonrisa.

—¡Oyuki! ¿Dónde aprendiste a ser tan mala?— Atsumu reto a su hija, la cual miró enojada hacia otro lado mientras ignoraba lo que había dicho.

—¡Oh, mis queridas amigas! Que placer verlas, ¿Les gustaría que se repitiera lo de la otra vez?— Ambas primas Miya se miraron entre ellas, mejor no volver a meterse con ella, los golpes que esa loca les había dado no habían sido para nada suaves.

•🅗🅐🅘🅚🅨🅤🅤 🅝🅔🅧🅣 🅖🅔🅝🅔🅡🅐🅣🅘🅞🅝 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora