Capítulo 20

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LA CINTA

—"¿Sabes lo que implica que ella esté aquí, verdad? Los planes se echarán a perder. Tú te ablandarás con ella y eso es algo que no podemos permitir. Nos perjudicarás a todos. —la cinta empieza a correr, era la voz de una mujer, pero lo que más me desconcertó era que sí parecía la voz de Mell.

—Olvídalo.  —le contesta la voz de un chico. Es Elder.

Elder, piénsalo. No estás seguro de que ella sea eso que dices que es. Si no haces nada para sacarla del camino, entonces lo haré yo.

—A ella no la tocas —responde Elder— primero te mato a ti.

Sentí escalofríos.

Entonces decídete. No tenemos tu tiempo. La luna llena de Octubre se avecina, tenemos que estar preparados para entonces. Recuerda que no podemos dejar pasar esta oportunidad. Hicimos un pacto y todos tenemos que cumplirlo.

¿Luna llena de octubre? ¿Pacto?

Si la tocas te mueres.

—¿Quien dijo que yo la tocaré? Ella solita se pondrá la soga al cuello. Yo solo... le daré una empujadita."

Elder apaga la grabadora y la deja en la mesita. ¿Está confirmado, no? Mell es la de la voz, ella es quien quiere hacerme daño. Lo que no entiendo es por qué. Además de que Mell dijo muchas cosas extrañas. Ellos eran un equipo y estaban juntos en algo, solo que no sabía en qué. Lo único que sabía hasta ahora es que yo estropearía sus planes, que esperaban la luna llena de Octubre y que tenían un pacto.

—¿Ahora me crees?

Lo miré.

—Eso creo.

—Así que no debes de confiar en ella.

—¿Por qué quiere hacerme daño? Dímelo.

Elder suspira.

—Es algo complicado, pero te lo contaré más adelante, ¿si? Solo quiero que confíes en mí—se acerca, pone su mano en mi mejilla y la acaricia un poco.

Su toque es cálido.

—¿Qué hay en la luna llena de Octubre? —quise saber. Tenía un ligero pensamiento de que ese día no pasarían cosas buenas. Cuando hablaba de luna llena solo podía pensar en una cosa: lobos. Y eso me aterraba un poco.

—Es un día el cual celebramos algo —responde sin más.

Achiqué los ojos para darle a entender de que no le creía del todo.

—Quizás para ese día ya sepas más sobre mí. Pero te tengo que proteger para que llegues a ese día. Sana y salva. —la tenue luz amarilla le daba un contraste mucho mejor al rostro de Elder. ¿Como podía verse tan bien siempre?

—¿Por qué no me dices las cosas de una vez? —le supliqué, esta vez no en tono agresivo o en tono de reproche, sino fue algo calmado. Solo quería que me dijera la verdad de todo para yo poderle entender y poder confiar plenamente en él. Porque estaba segura de que si ocultaba algo yo... jamás se lo perdonaría.

Internado de lobos ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora