Regreso a Ciudad Norte

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Ciudad Argentum. Palacio de Crystal

Las dos chicas ya estaban en la habitación de la heredera al trono de Tokyo de Crystal, Luna ya se había encargado de hacerle llevar a la hija de Rei un cambio de ropa, ahora esta y Chibiusa aguardaban por los consejeros a fin de asistir a la clase de protocolo brindada por estos, los reyes ya habían hablado con ellos con el objetivo de ponerlos al tanto de la rutina que debería seguir la muchacha, apenas la pelirrosa les dijo que ella iría al palacio.

Risa había aceptado las condiciones con resignación puesto que no tenía otra opción que hacerlo, extrañaría las lecturas de fuego aunque en cuanto al entrenamiento de las artes marciales podría practicar sola en cualquier momento que nadie la viera, de algún modo se las arreglaría. Por el momento estaba lejos del alcance de Rei pero, ¿Por cuánto tiempo?

- Me siento algo rara con este vestido de gala - comentaba ella contemplando el largo vestido morado que llevaba puesto, al cabello lo llevaba recogido gracias a un pequeño broche

- ¿Por qué lo dices? ¿No te gusta? - indagó la princesa con curiosidad

- No es eso, es que estoy habituada a usar ropa tradicional demás de casual, solo uso ropa de lujo en ocasiones especiales, reuniones de mamá con gente de alta sociedad y cosas por el estilo - respondió Risa suspirando

- Sí entiendo lo que dices, ¿Sabes? ¿Recuerdas que Mina en la reunión de anoche se mostraba impresionada por el tamaño de mis pechos? Ahora que te vi en paños menores, tú no tienes nada que envidiarme, los tuyos también son grandes - comentó la de odango recordando dicho detalle

- Bueno, mi tía dice que las mujeres Jones somos de pechos grandes, ella también los tiene grandes ¿Pero a qué viene eso? - dijo la de cabello castaño oscuro con extrañeza

- Es que es extraño, mi mamá los tiene de buen tamaño pero no son tan grandes como los tuyos, no comprendo de donde salí pechugona entonces - contestó Chibiusa en voz baja

- Quien sabe... - fue la contestación de Risa mientras se sentaba en la cama

A la habitación entró Luna quien las observó con calma a las dos, finalmente el momento de la clase había llegado.

- No me digas nada la hora de la aburrición llegó - comentó la princesa bufando de resignación

- Ese no es un comentario que una dama de la corte debería de hacer, menos una princesa - dijo la mujer de cabello azul con una pequeña sonrisa - Vengan conmigo chicas, Artemis nos está esperando - añadió acto seguido invitando a ambas muchachas a seguirla

- Solo espero no dormirme, clases de protocolo que estupidez... pero es la alternativa a tener que seguir soportando a mamá, solo me preocupan Seiya y mi papá - pensaba la de ojos púrpuras para sí misma

Las tres mujeres caminaron por un largo corredor luego de salir del cuarto, acto seguido torcieron a la derecha y llegaron a unas puertas de madera blanca con flores oro puro las cuales fueron abiertas por un par de guardias que les hicieron una reverencia. Dentro ya aguardaba por ellas el consejero de largo cabello plateado.

- Bienvenidas señorita Jones, su alteza, pónganse cómodas que ya vamos a comenzar - invitó amablemente Artemis

- Muchas gracias señor - respondió seriamente Risa, tras ella, Chibiusa la imitó

- Muy bien, imagino que usted señorita Risa no está al tanto del comportamiento correcto que toda dama debe tener por lo que deberemos hacer un repaso de lo más importante a tener en cuenta - empezó a hablar Luna

- Así es, ahora vamos a ver las reglas de etiqueta que toda dama debería de conocer, algunos pueden considerar que comportarse de manera caballerosa pasó de moda o es simplemente innecesario pero, habemos quienes queremos mostrar un comportamiento sofisticado y refinado y sin importar el género, nadie inteligente quiere parecer incivilizado ni grosero con los demás - explicó Artemis con calma - Para empezar, cuando se reciben invitados en el hogar, si estos van a su casa por primera vez debe mostrarles donde está el baño para que puedan refrescarse y recién después de eso, puede invitarlos a unirse a los demás, si ellos llevan comida o bebida colóquelas en un lugar en donde todos puedan disfrutarlas - prosiguió

De Miel a HielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora