De Miel a Hiel

Secreto Descubierto

Por su parte, Chad sabía que estaba acorralado, aquella evidencia en su contra era sólida e irrefutable. Sólo le quedaba esperar ahora por el castigo que le aguardaba de parte de la reina y de parte de su papá.

No sabía qué sería pero sin duda iba a ser muy duro.

Serena levantó su cetro con una mano y con seriedad dio a conocer su sentencia.

- Chad Kumada, deberás pagarle una fuerte indemnización de 100.000.000.000 de yenes a Setsuna Meiou, también a Kinana Cubelios y Mirajane Strauss por los daños y perjuicios causados al restaurante, además de realizar cursos sobre solidaridad, buenas costumbres y el Código de Convivencia Pacífico, aparte deberás realizar trabajos comunitarios en bien de la sociedad, tendrás que presentarte diariamente aquí a fin de realizar dichos cursos - pronunció la reina

- Según una de mis empleadas, él no actuó sólo, uno de los mozos que trabajan para mí, Arata Hayashi, lo ayudó ensuciando la cocina a propósito y soltando ratas en la misma para que Salubridad e Higiene fuera y nos clausurara el local - exclamó seriamente la morena en voz alta

- Entiendo, entonces él también estará sujeto a las mismas sanciones que Kumada salvo por lo de la indemnización puesto que entiendo que él no tiene esa cantidad de dinero, creo que deberías de prescindir de sus servicios puesto que con esa acción demostró ser un empleado no confiable aunque la última palabra la tienes tú - decidió Neo Serenity pensativa - En cuanto al restaurante Magnolia, tienes mi aval para reabrirlo cuánto antes - sonrió la rubia de coletas

Como respuesta, Setsuna, Kinana y Mirajane sonrieron y le agradecieron, además de realizar una leve reverencia.

Después de que la reunión se dio por finalizada, todos se retiraron en calma, por su parte las tres chicas se reunieron con Ralf quien aguardaba afuera el término de aquella y se retiraron conformes con el fallo.

Por su parte los Kumada, regresaron a su casa en Ciudad Ígnea en medio de un silencio sepulcral, Chad era consciente de que su padre no pasaría por alto esta decepción y no se atrevía a decir una sola palabra.

Una vez que llegaron a casa, tanto Yuuichirou como Chuubou le exigieron a su hijo en un tono cortante, que se quedara en la sala a hablar ya que obviamente debían tratar el tema sin pérdida de tiempo.

Ahora el chico estaba de pie frente a los dos progenitores que lo observaban con caras largas sentados en un sillón de la lujosa sala.

- Ante todo, quiero pedirte disculpas amor, por no haberte creído... tú tenías razón sobre nuestro hijo... no era lo que parecía ser... - empezó a hablar el castaño en tono sentido dirigiéndose a su mujer quien le sonrió y le colocó una mano sobre una pierna

- Lástima que tuvo que pasar esto para que te dieras cuenta... estabas ciego y también fue notable el hecho de que te disculparas con Ralf Jones y con esas dos chicas, por Chad - le respondió su esposa en tono tranquilo

- Era lo menos que podía hacer... - suspiró Kumada padre cerrando los ojos

- ¿Porqué con él también? Él me agredió en la fiesta del cumpleaños - protestó Chad inconforme cerrando los puños

- Ahora no dudo de que fuiste tú quien lo provocó, bien merecido tuviste los golpes que te dio... aunque él siga sin ser de mi agrado - alzó la voz Yuuichirou con el ceño fruncido