A book behind you 2: A heart.

♡4- Graduados al fin.♡

Dos días después.

—¿Lista? ¡Llevas ahí una hora, Charlotte! —exclama Shenara desde el otro lado de la puerta.

Creo que sí lo estoy.

<<Charlotte, estamos peleando desde hace una hora viendo el espejo. Llegarás tarde>>.

Lo sé, lo sé.

Hoy es lunes, aproximadamente son las seis y media de la noche. A la una de la tarde fue nuestra graduación, ya saben; la entrega de títulos, los horribles trajes azul oscuro, el lanzar de los sombreros, fotos y más fotos, lloriqueos, etcétera.

Fue muy lindo, mi mamá pudo llegar en su silla de ruedas gracias a la ayuda de Noa y sus padres. Ya que el auto de mi papá no es muy grande para que puedan llevar la silla. Así que Noa y sus padres se ofrecieron.

Claro que no conozco a sus padres, a pesar de ser vecinos. Ellos me miraban inquietante, creo que Noa les contó sobre mí por gustarle, o tenía algo en la cara.

En fin, me estoy preparando para el baile de graduación. Iré con Shenara, ya que no fui invitada por nadie. Adeline invitó a Cameron, digamos que es como la única pareja.

Así que Cameron pasará a saludarnos pronto, y luego Adeline llegará a mi casa para irse en su auto. Noa se dió cuenta de aquella invitación, así que inquirió que Cam y Adeline deberían ir solos, y que él nos llevaría en su auto junto con Nick y su pareja, que resulta ser un burrito.

Shenara también tiene de pareja a su novia, pero todavía no me la quiere presentar, así que andará un poco con ella en el baile.

<<Sigo sin entender por qué no la presenta ya y punto>>.

Tal vez quiere que nos sorprendamos bastante.

—¡Charlotte! ¿¡Estás estreñida o tienes diarrea!? ¡Sal ahora! —exclama Shenara dando golpes a la puerta— Queda muy poco para que todos vengan y no me has maquillado ni te he peinado, joder.

Suspiro pesadamente y me observo por millonésima vez en el espejo. Es el vestido rojo fuego que compré junto a Shenara en el centro comercial.

Me acomodo mejor las mangas y después de un respiro, abro el pomo de la puerta del baño y salgo.

Shenara está de brazos cruzados con su vestido azul ya puesto. Apenas salgo me toma del brazo en camino al mueble blanco con espejo y bombillas al rededor, lleno de maquillaje de todo tipo.

—Primero yo y luego tú. Ya después te peino. —se sienta en la silla pequeña, dándole la espalda al espejo.

—De acuerdo, no te muevas mucho. Sabes que odio maquillarte porque siempre te mueves. —le admito.

Comienzo con sus cejas, antes de la base.

Es gracioso, hubiese sido maquilladora profesional si mi sueño no fuera ser escritora. Mi mamá lo era, así que aprendí de ella, aunque no siguió su sueño de publicar sus libros. Lástima.

Shenara es la otra parte, la que sabe peinar de manera increíble. Su cabello rubio siempre está tan limpio y presentable, tan saludable que da envidia. Y debo admitir que le queda lo egocéntrica.

Termino de maquillar su rostro con el último toque, labial rosa. Por ser rubia y con una piel más pálida que la de blanca nieves, estos colores pasteles o pálidos van muy bien con ella, sobre todo el rosa palo.

Bueno, aunque hablando de palidez, Noa gana en todos los aspectos. Es como el hijo de la luna o yo qué sé.

Sonrío al terminar mi trabajo.