A book behind you 2: A heart.

♡10- Detrás de un libro hay siempre una estrella. ♡

—¿A dónde vas?

Me detengo y giro sobre mi eje, inspeccionando la cuestión.

Levanto una ceja y enseño el libro en mis manos.

—Acabaste de desayunar Charlotte. ¿No tienes que trabajar? —pregunta mi padre.

—Pues —señalo mi vientre bajo— sigo con molestias. Aparte ayer dormí tarde porque mis amigos creen que mi cuarto es un club. Y además, el día está hermoso y hoy es el cumpleaños de Adeline.

Es cierto. Adeline cumple veintidós años el día de hoy. Estamos planeando hacerle una fiesta sorpresa mañana, y según lo que sé, le encanta ser el centro de atención.

Lo haremos en la casa de Noa, ya que Adeline se mudó de nuevo a su casa hace una o dos semanas - perdí el tiempo, estoy distraída. -

Mi plan de hoy es salir al pequeño parque que está en la residencia, y leer un poco. Antes de llamar a Adeline y desearle feliz cumpleaños.

—De acuerdo, pero no llegues tan tarde. Hoy es mi día libre y pasaremos tiempo con la familia. —dice para acercarse en dónde mi madre está acostada y besarle la frente. Ella sonríe con dificultad.

—De acuerdo. —me volteo y continuo mi camino hacia la salida, cierro la puerta y cruzo la calle vacía, directo al parque.

El día no está ni muy caluroso, ni muy frío. Está perfecto, y si fuera Adeline, diría que es por mi cumpleaños y como soy perfecta, el día es perfecto.

Niego riendo y me siento en una banca, junto a un árbol con una sombra hermosa. Abro el segundo libro de mi saga favorita, la saga que me regaló Noa.

Pero antes, llamaré a Adeline para felicitarle y bromear. Lo digo porque ayer nosotras las chicas, bromeamos con que después de la película, todas querremos tener magia por Barbie.

Shenara se fue a su casa cantando la canción, en el auto de Cam.

En un momento de la noche, Adeline fue al baño. Y fue el momento perfecto para planear la fiesta a lo loco.

Aunque cuando salió del baño estaba rara y nerviosa. Talvez nos escuchó.

Fue una noche que jamás olvidaré. Sobre todo los chocolates en mi habitación. No me los he comido todos... Nadie quiere un brote de acné intenso, sobre todo en mis días.

Saco mi celular y llamo a Shenara.

Al tercer pitido contesta.

—¿Qué hay demonia?

—Cállate. —ruedo mis ojos.

—Lo siento —hecha unas risas—, fue gracioso, no me culpes.

—Como sea, olvida eso.

—Jamás, nena. Y dime, ¿a qué se debe tu llamada para quitarme mi extraordinario tiempo?

—Le diremos feliz cumpleaños a Adeline juntas, por llamada. Personalmente no puedo.

Cruzo mis piernas entre sí, acomodándome mejor.

—De acuerdo. Te salvas de que no le he dicho nada. Estaba haciéndome unos colochos di-vi-nos en el cabello. ¿Quieres ver?

—Sí, sí, como sea. Luego me envías la foto. Voy a añadir a Adeline.

Antes de esperar su respuesta, selecciono el contacto de Adel.

Tarda en contestar, pero al final acepta, aunque no habla.

—¡Feliz cumpleaños! —decimos al mismo tiempo.

—IGUALMENTE ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja —dice nerviosa, en un tono agudo— ja... ja. Me tengo que ir.