A book behind you 2: A heart.

♡7- Destruir a Chantelle.♡

Abro poco a poco mis ojos, acostumbrandome a la luz.

Al enfocar bien, me encuentro con un torso desnudo y ejercitado. Su brazo rodea mi cintura en un abrazo firme.

Sonrío al mirar su rostro.

Se ve tan tranquilo, su respiración es totalmente lenta y profunda. Quisiera quedarme más tiempo así, pero mis padres me enviaron un mensaje diciendo que quieren que desayune con ellos. Así que no puedo quedarme mucho tiempo.

Trato de levantarme y zafarme de su agarre, pero un gruñido provoca que frunza mi entrecejo y enseguida soy tirada a la cama de un agarrón.

Su brazo está de nuevo rodeando mi torso, pero esta vez nuestros rostros están más cerca. Su cabello negro azabache está revuelto y aplastado en la cama.

Al parecer no soy la única con un mal despertar de cabello.

—Noa... —susurro— ¡Noa! —no hay respuesta— ¡NOA! —le tiro una almohada.

—Hmm... ¿Qué?

Dios, si su voz ya es tan varonil; ronca es mucho mejor.

—Tengo que desayunar con mis padres. Y no tengo idea ni de qué hora es.

Él bufa.

—De acuerdo. —afloja su agarre y abre sus ojos verdes lentamente, inspeccionando mi rostro.

Creo que aprovecharé para preguntarle algo.

<<Por favor, no la cagues>>.

Cierra la boca.

—Oye, Noa...

—Ni buenos días —niega lentamente—, que descortés.

Ruedo los ojos divertida.

—Buenos días. —le doy un beso corto en sus labios.

Ay por Dios, eso ni lo pensé hacer...

Él parece leerme la mente, porque sonríe divertido y se incorpora en la cama. Pasa sus manos por su cara y desordena aún más su cabello.

Con que ignora mi beso el desgraciado.

Copio su acción.

—Noa, quería preguntarte algo...

—Ya sabes donde está el baño. —responde sin mirarme. Seguidamente bosteza.

—No, es decir... Es otra cosa. —menciono mirando los dedos de mis manos jugar entre sí.

—Pregunta, reina. —su mirada viaja hasta mí, prestando sumo cuidado.

Es ahora o nunca.

—Tú... Eh, —suspiro pesadamente— ¿Qué somos? —mi vista clava en sus ojos.

A él no parece sorprenderlo, es más; está tranquilo. Sus ojos inspeccionan cada rincón de mi rostro. Veo una sonrisa pequeña asomarse en sus labios, pero no es su típica ladina de siempre.

—Pronto lo averiguarás. —de ante mano acaricia mi mejilla suavemente, hasta llegar a mis labios y acariciar su contorno.

Sonrío satisfecha.

Tal vez no sea buena respuesta, pero algo me produce una confianza abrasadora.

☆｡*ﾟ+

—Y pues, algo así pasó.

—¡Ay por Dios! —chilla— ¿Escuchó eso señora Pearce? ¡Nuestra niña ya es completamente una mujer! —comienza a saltar por todo el cuarto.