A book behind you 2: A heart.

♡0- El comienzo.♡

CAPÍTULO NÚMERO 0, ESPECIAL.

—Entonces, aquí empezaré una nueva vida.

Susurro para mí, observando la gran universidad antes de entrar.

Los alrededores están llenos de grupos de estudiantes, algunos emocionados por su primer año, otros mayores relajados y algunos temerosos. Sus caras son dignas para recrear memes.

Avanzo hasta entrar al lugar en donde pasaré al menos cuatro años de mi vida, estudiando administración.

Mi padre no biológico así lo quiso, y como él me dió la oportunidad de recrear una nueva vida junto a su familia, yo les daré la oportunidad de hacer más grande y más conocida su empresa.

Seré aún mejor que él.

Sacaré unas maldita notas tan altas que hasta los profesores no serán capaces de distinguir las letras cultas que escribiré en los exámenes.

Me esforzaré por ser el mejor, me esforzaré para ser un gran personaje en la vida de muchos.

Me esforzaré para ser un buen jefe de empresa, como mi padre. Un buen padre, un buen amigo, un buen hijo, un buen socio, un buen esposo.

Avanzo por los pasillos, tratando de encontrar el número del casillero que me ha tocado. Ya he venido antes de entrar, así que me sé de memoria los pasillos.

Me incómoda un poco, a pesar de ser de primer año y ser nuevo, sé que la gente que pasa a mi alrededor no se fija en mí por ser nuevo.

Sé que soy de buena genética, y pues... Agradecido con el de arriba.

Ya era común todas esas cartas de amor, regalos, miradas, confesiones y eso en mi colegio. Pero este es un ambiente nuevo, no lo conozco.

Y probablemente se vuelva a repetir.

—¡Noa! ¡Aquí estás!

Me detengo y volteo hacia atrás.

Hago una fingida mueca de asco.

—Ay Dios, ya te encontré. Me preguntaría como aguantaré todos estos años viendo tu rostro.

Adeline arruga sus cejas y golpea mi hombro molesta. Reprimo una sonrisa.

No suelo ser de mostrar tantos sentimientos.

A veces, si saben mucho de ti, pueden usarlo en tu contra. O te utilizan por saber simplemete de quién eres hijo. Prefiero el anonimato.

—Cállate. Sé que me querías encontrar tanto como yo a ti. Nick viene tarde, olvidó desayunar y sin comer, no viene.

Levanto una de mis cejas.

—Es nuestro primer año, y sobre todo que la carrera de Nick es más larga, ¿y se le ocurre llegar tarde?

Adeline se encoge de hombros.

—Así es Nicolás.

Pasan unos segundos de silencio, en la que la mayoría ya se nos quedan viendo. La mayoría chicas. Ya comienzo a escuchar sus susurros "¿es su novia?" "¡Es tan lindo!" "Voto para candidato al nuevo rey de la uni" y Blah blah blah.

Ignoro todo como siempre lo he hecho, e invito a Adeline a seguirme para encontrar nuestros casilleros.

Que por suerte, están a poca distancia.

Abro el mío y guardo los libros que no ocuparé. Escucho más susurros pasar por mi lado, y de inmediato tenso los músculos de mi mandíbula.

Sí... Claro que se repetirá. Odio la atención.