♡21- Todo fue un juego, Shenara.♡

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Un año antes: PASADO.

Narrador omnisciente.

Entonces mientras Cam pagaba las entradas del cine con Aiden en sus brazos, yo y Aneu fuimos a hacer fila para la comida. Cuando fue mi turno, le pedí unas palomitas. —redactó Adeline, con sus miles de historias, desde el asiento trasero del auto— ¿Pero qué creen? Se me cayó la cara de vergüenza cuando el vendedor pregunto: "¿De cuáles palomitas?" Y Aneu se me adelantó a responder: "De maíz".

En seguida, todos en el coche estallaron a carcajadas, excepto la pequeña Aneu de seis años, quién estaba enojada y con su cara roja en vergüenza.

—¡Mamá! ¡Ya basta!

Poco a poco las risas fueron cesando, por la voz enfurecida de la pequeña. Noa, quién se encontraba al volante, observada por el espejo retrovisor a la pequeña rubia.

Charlotte iba de copiloto, sosteniendo su barriga de ocho meses de embarazo, junto a Shenara, con una sonrisa gigante en su rostro. Mientras que en el asiento trasero, iba Aneu sentada en su silla de precaución, con doble cinturón, al igual que su hermano menor; y su madre y su padre. Y en los últimos asientos, se encontraban Nick, Jean, Asher y Blake, un poco apretados.

Habían alquilado un automóvil con gran capacidad para sus planes. Pues estaban de vuelta en la ciudad, por ser vacaciones, e irían a una casa de playa. Precisamente, a la playa que fueron la última vez antes de alejarse y hacer sus vidas.

—¿Es cierto eso, terremotin? —preguntó Jean, acercándose a los asientos de adelante.

—Sí... Es cierto. —farfulló con desdén.

—Bueno, ahora sabemos quién se parecerá más a quién. —Vociferó la rubia, quién se iba tomando selfies en todo el camino.

—Para mí que Aiden será un poco más tranquilo. —Confesó Jean— En todo caso, me ofrezco de niñero. Estoy disponible.

—¡¿Y porqué conmigo no?! —le chilló Aneu.

Jean la miró de soslayo, e inmediatamente se acomodó en su asiento.

—Verás, terremotin. No es preferencia, es que tú comes más, y yo así no puedo. Aquí el de la comida soy yo. No eres tú, soy yo. —le confiesa Nick, pasivamente.

Cameron se voltea y le dedica un golpe en la nuca.

—Ay.

—Idiota.

—¡Cameron! No con niños aquí. ¡Controla tu vocabulario!

—Perdón.

—Además, estaba hablando conmigo. —comenta Jean, enseguida voltea a ver a la pequeña— Es que, mira cariño... Eres un terremoto. La última vez que te cuidé, te tiraste al piso y te retorciste como gusano con sal, porque no podía comprarte ese bombón de la tienda.

Noa suelta una carcajada desde su asiento.

Blake y Asher iban dormidos, así que no estaban presentes en esa conversación.

—¿Yo? ¿Hacer eso? —preguntó la niña, parpadeando inocente.

Jean bufó y se volvió a acomodar en su asiento por segunda vez.

—Pero Adeline también es una perr... —comenta Charlotte, aunque se interrumpe al recordar que habían niños— Perdón, Adeline también es una arpía. Mira a terremotin, haciéndose la inocente cuando Adeline es igual.

—Pero es igual de catástrofe que su padre, ¡Acuérdate cuando éramos niñas y nos prohibieron hacer más pijamadas en tu casa por culpa de Cam y sus porerflay no se qué carajos. —inculcó Shenara.

A book behind you 2: A heart.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora