Marco
Mi papá me ha estado llamando toda la mañana, he ignorado sus llamadas porque simplemente no quiero escuchar su insistente discurso, estoy harto de que trate de controlarme.
Me bajo del auto y aprecio mi ciudad, Bolonia, bello e splendido. Él se en la oficina así que llegó a la mansión de mi familia, se me hace raro venir de visita ya que hasta hace un año este era mi hogar, sigue siéndolo solamente que ya no vivo aquí. Llegó a la entrada del jardín y el mayordomo me saluda.
-Sig. Marco, ¿com'é? (Señor Marco, ¿cómo está? - Antes de que pueda responder su saludo aparece mi querida madre.
-Mio figlio (Mi hijo) - Bianca Bellini, la elegante señora que se acerca para abrazarme.
-Hola madre, quise venir a visitarte aprovechando que papá no estaba- respira hondo.
-Ven, vamos a que saludes a tus hermanos- ignora mi comentario y me lleva al salón donde visualizo a Alessandro y también a Dante.
Soy el menor de la familia, pero al parecer el único que quería salir de todo el lío que significaba ser un Bellini, ninguno se salva, todos con el mismo parecido y la misma frialdad en su interior, frialdad que yo llevo en mi sangre ya la que le hago caso omiso.
-Fratello (hermano) - me saluda, mientras se levanta a darme un abrazo. Dante, es el mayor, todos parecemos copias mal hechas de la verdadera obra, definitivamente el que más resalta en la familia, pero un gran hermano.
-Espero que te quedes a cenar hermano, hay algunas cosas que tenemos que discutir- me dice Alessandro.
-Por supuesto, hermano.
Desde hace unos meses tomé la decisión de alejarme de mi familia, mis hermanos están casados y tienen dos hijos cada uno, siguen viviendo en la mansión familiar y tienen sus profesiones aparte, cosa que les impide hacerse cargo del negocio familiar. Así que mi padre, Bernardo Bellini, no ha dejado de insistir que como soy el único que no está casado y no tiene hijos soy quien debe hacerse cargo de sus negocios, negocios que han mantenido nuestra familia durante décadas teniendo en cuenta que vienen de generación una generación. Mi madre no ha dejado de insistir en que Antonella es mi mejor opción, sin duda alguna es una mujer hermosa e inteligente y viene de una familia igual de pudiente que la mía, pero nada en ella se me hace diferente, es totalmente igual que otra jovencita italiana, así que no me apetece casarme con ella.
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Lein
LA.
A una semana, no puedo con emoción y la incertidumbre, estoy demasiado feliz y de igual manera asustada, la semana ha transcurrido bastante ocupada, después de entregar la tesis debemos ponernos al día con los demás profesores en caso de que se de el viaje y así no tener deudas con ninguno y poder finalizar nuestro penúltimo semestre de la mejor manera.
-Bolonia, Italia- suspira Barbara
-La verdad, no me da pena decir que a mis 22 años tengo miedo de viajar un país que no conozco, en caso de que lo haga claro.
-¿Sigues con eso Stella? - responde Harry molesto
-Harry tiene razón, si sigues pensando en eso, nos vas a echar la mala suerte a todos y de verdad algo malo terminará ocurriendo en el viaje a la esplendorosa Italia- imágenes de mi pesadilla se me quedan un fragmento de segundos en la mente y me levanto a buscar otra manzana con las señoras de la cafetería
No tenía idea de que el viaje era Bolonia, y claramente suena muy estúpido teniendo en cuenta que la universidad se llama así, pero vamos amigos, yo que iba a saber, con lo estresada que estaba con la tesis ni siquiera me puse investigar en donde se haría la dichosa conferencia, sin duda alguna me emociona conocer Italia, pero más me emociona poder tener en mi currículo personal que fui a una conferencia tan importante en una universidad tan prestigiosa. Cuando vuelvo a la mesa Nick está en ella, comiendo entretenido.
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¡CORRE!
General FictionLa belleza la llevará por un camino del que no podrá salir y la única solución será arrasar con todo lo que se le atraviese, aunque eso signifique acabar con ella misma. Este libro fue creado por mi. No acepto copias ni adaptaciones, los personajes...