Cap 13: EN LA MIRA

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Allen

Cuando me levanto ya es de noche y me encuentro solo en la habitación, suspiro, realmente no esperaba que se quedara, es más, no creo que quiera verme más la cara, hace dos días que nos conocemos y creerá que soy un puto psicópata que planeo lo del móvil para llevármela a la cama, no negaré que me gusto desde que la vi, es hermosa y está buena; pero algo llamo mi atención y definitivamente eso no fue, no planeé lo qué paso y no me arrepiento, mis hermanos me matarán si se enteran, probablemente, Marco me corta la cabeza si Lein le dice que yo la obligue(cosa que no hice), definitivamente sí.

Tampoco negaré que quiero verla, por dos cosas en realidad, necesito saborear esa boquita dulce que tiene de nuevo, cosa que probablemente no haga, pero porque no hacer el intento y dos, hoy cuando todo esto pasó noté que tenía marcas en el cuerpo, algunas apunto de borrarse y otras bastante intactas, su belleza estaba un poco opacada por su aspecto, se veía cansada, con hematomas y ojeras, no quise hacerla sentir incómoda, no tengo la confianza para preguntarle nada, tampoco creo que deba hacerlo para saber qué fue lo que pasó, conozco a Marco de toda la vida, sé de sus enfermos fetichismos y lo que le pasó a Lein, tiene su firma, pero quiero oírlo de ella.

Me levanto y me doy un baño con agua fría, después de cambiarme tomo mis llaves y salgo de la habitación con buen humor.

La casa donde nos quedamos esta vez no es tan grande como quisiera, mis hermanos tienen sus habitaciones bastante cerca de la mía.

-Un momento- me volteo cuando Collin sale de su cueva y lo miro, está sonriendo con picardía- te encanta joder todo, ¿no?

-No sé de que hablas-sigo caminando.

-¿Dejarás que te maten por un culo?-vuelvo a encararlo y me rio.

-Tú lo dijiste, es un CU-LO, mañana me aburro y todos felices- me sonríe.

-Hasta aquí huelo la guerra- ruedo los ojos y sigo mi camino.

Me subo en el auto y voy con la mentalidad bastante positiva, puesto que no me sorprendería que Lein me tirase la puerta en la cara, llego al famoso hotel y en el living está una mujer bastante mayor y se ve un poco amargada, está hablando con un joven que parece trabajar en el hotel también, tienen los mismos uniformes, ella le habla bastante molesta y no titubeo a la hora de acercarme, lo mío son las mujeres difíciles.

-Buenas tardes señorita- Me mira inmediatamente y le sonrío, lo de "señorita" siempre funciona.

-¿En que puedo colaborarte?- se le ve más calmada y el joven con el que hablaba nos mira mal.

-Necesito hablar con alguien que está hospedado en este hotel, pero no sé el número de su habitación-alza una ceja y sonrió de lado, bajo la mirada y la subo lentamente, ella se queda viéndome mucho tiempo a los ojos.

-Haré una excepción, viste Rodrigo- le habla al joven que está a mi lado- aprende a ser más amable- me mira de nuevo y le guiño un ojo en respuesta-Dime su nombre.

-Lein- ella vuelve a mirarme y luego se concentra en la computadora.

-¿Solo, Lein?-no tengo una puta idea de su apellido.

-Si- pero vamos, dos Lein en el mismo Hotel, no creo.

-¿No sabes de casualidad su apellido?- me quedó pensando si lo mencionó en las únicas tres veces que la he visto y no, no lo recuerdo.

-Flores- ella me mira con cara de incredulidad y yo le sonrió, tenía que inventar uno y actuar bastante seguro o creerá que subiré a matar a la extraña.

-¿No será Mitchells?- alza una ceja.

-Mitchells Flores, así es- tampoco estaba seguro de que fuera Mitchells, pero había que intentarlo.

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